Era el segundo dia para Sakura en el pasado, aunque aún confusa sobre su papel en esa era, se encontraba atrapada en un conflicto interno. Indra la trataba con una mezcla de devoción y posesividad que la desarmaba, siempre vigilante, siempre cerca. No podía escapar de su presencia, ni de la creciente intensidad de sus palabras.
Una tarde, mientras Sakura meditaba a solas en un claro cercano, intentando encontrar un rastro de chakra que la conectara con su tiempo, Indra apareció, silencioso como una sombra. Su expresión, como siempre, era seria, pero sus ojos brillaban con una intensidad que le erizó la piel.
—¿Por qué me sigues? —preguntó Sakura, su voz más cortante de lo habitual.
—No te estoy siguiendo —respondió él con calma—. Solo te protejo. Aquí, en este mundo, no estás segura sin mí.
Sakura apretó los dientes. Sabía que había una parte de verdad en sus palabras; este mundo era salvaje, lleno de peligros que no existían en su tiempo. Pero también sabía que su cercanía la sofocaba.
—Indra —dijo con firmeza, levantándose—. Aprecio tu preocupación, pero necesito espacio. No puedes estar a mi lado todo el tiempo. No soy una prisionera.
Indra la miró fijamente, sus ojos oscuros llenos de algo que ella no podía identificar del todo: ¿era deseo? ¿Control? ¿Miedo?
—No soy yo quien te mantiene prisionera —dijo suavemente—. Es el destino. No puedes escapar de lo que somos, Sakura. Estamos atados, más allá de este tiempo, más allá de nuestras voluntades. Y no permitiré que te alejes de mí.
Sakura sintió una punzada de frustración. "El destino," siempre esa palabra que Indra usaba como un grillete invisible. Sabía que él creía que estaban conectados, pero ella era de otra era, de otra vida.
—No tienes derecho a decidir por mí, Indra. No soy la mujer que conociste, no importa cuánto lo desees —replicó, dando un paso hacia él—. Yo decido quién soy ahora. No puedes forzarme a ser alguien que ya no existe.
Indra tensó la mandíbula, y por un momento, Sakura creyó ver el brillo del Sharingan en sus ojos. Su voz se tornó más baja, más peligrosa.
—No puedes ignorar lo que sientes —susurró, acortando la distancia entre ellos—. Lo sé, lo veo en tus ojos. Lo que compartimos es eterno, Sakura. No lucharé contra ti, pero no puedo dejarte ir. Te necesito a mi lado, para siempre.
Sakura sintió un nudo en el estómago. Esto era más que amor. Era obsesión. Indra no solo quería estar con ella, quería poseerla, controlarla como si fuera parte de su destino y poder.
—No soy tuya —repitió, esta vez con más fuerza, rompiendo el contacto visual—. Si alguna vez lo fui en otra vida, no lo soy ahora.
Antes de que Indra pudiera responder, un fuerte viento se levantó, y una presencia familiar llenó el aire. Sakura se volteó, y vio a un joven de cabello castaño acercarse desde la distancia. Sus ojos... esa mirada de determinación, esa sonrisa inquebrantable.
— Se parece a Naruto — pensó Sakura, sorprendida, su corazón saltando. Pero algo en ella la corrigió de inmediato. No era Naruto, pero... su chakra, su esencia, era inconfundible.
El joven se acercó más, y su expresión era amistosa pero seria. Indra lo miró con el ceño fruncido, claramente irritado por la interrupción.
—Ashura —dijo Indra, su tono afilado—. ¿Qué haces aquí?
Sakura parpadeó. Ashura. Claro. Era él. El hermano de Indra. Pero lo que ella sentía al verlo... era como ver a Naruto de nuevo, esa energía familiar que siempre la había acompañado.
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ⵊɴᴅʀᴀ's Wɪꜰᴇ
Fanfiction--𝑻𝒖 𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒆𝒍𝒍𝒂 𝑄𝑈𝐸!? Sakura viaja al pasado, encuentra a la reencarnación de su equipo, sin embargo esta atada por su reencarnación original. 10 con indra 10 dias con Sasuke Como podria soportar los 2 juntos