Dia 17

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Era un día tranquilo en Konoha, pero en la mente de Sakura, todo era un torbellino de confusión. Estaba sentada en su hogar con Sasuke, el hombre que, según todos, era su esposo y su compañero de toda la vida. Pero, por más que intentaba, no podía recordar sus momentos juntos. Algo dentro de ella se sentía desincronizado, como si su corazón estuviera atrapado en otra época, en otro lugar.

Sasuke la miraba con preocupación, pero también con una mezcla de paciencia y desesperación contenida. Era doloroso para él ver a Sakura así, perdida en pensamientos que él no podía alcanzar.

—Sakura —empezó con cuidado—, ¿recuerdas algo? ¿Sobre mí, sobre nosotros?

Sakura desvió la mirada, su mente aún enfocada en un hombre de ojos intensos y aura poderosa. No era Sasuke quien ocupaba sus pensamientos; era Indra, un nombre y un rostro que se sentían demasiado cercanos, demasiado reales.

—Lo siento, Sasuke —respondió, su voz temblando—. No puedo recordar nada entre nosotros. Cada vez que trato de hacerlo, me veo en otro lugar, con otra persona.

Sasuke permaneció en silencio, pero la tensión en sus hombros era evidente. Sabía que esto no era culpa de ella, pero aún así, dolía profundamente. Nunca había sido el mejor expresando sus sentimientos, pero ahora que Sakura no lo recordaba, se sentía más impotente que nunca.

—¿Otra persona? —repitió, su tono más bajo, intentando no mostrar lo que realmente sentía.

Sakura asintió lentamente.

—Sí... Indra. Siento que lo conozco profundamente, como si hubiera pasado toda una vida con él. —Hizo una pausa, sintiendo una punzada de culpa por lo que estaba a punto de admitir—. Y lo que es peor, siento algo por él, algo... real.

El silencio que siguió fue sofocante. Sasuke intentó mantener la compostura, pero la mención de Indra hizo que sus manos se apretaran ligeramente, luchando por controlar la mezcla de emociones que lo atravesaban: ira, celos, preocupación.

—Indra... —murmuró, como si el nombre fuera un enemigo tangible—. Ese hombre te manipuló. Lo que sientes por él no es real, Sakura. Es producto de lo que te ha hecho, de lo que has vivido en esa otra línea de tiempo.

Sakura miró a Sasuke con seriedad, sabiendo que sus palabras tenían peso, pero también sintiendo en lo profundo de su corazón que había algo más. No era solo una manipulación, no era solo una ilusión. Había algo genuino en lo que sentía por Indra.

—No lo sé, Sasuke. Lo que siento por él no parece algo falso. Lo veo en mis sueños, siento su presencia incluso aquí, en este lugar. Y... —bajó la mirada—, cada vez que trato de recordar algo de ti, es como si una barrera me lo impidiera. Es como si no perteneciera aquí.

Sasuke se tensó más, su mente trabajando para encontrar una solución, pero la desesperación lo acechaba. Había luchado toda su vida para proteger lo que más amaba, pero ahora, parecía que la batalla más grande era por el corazón de Sakura.

—Sakura, escúchame —dijo con más firmeza—. Esto es tu hogar. Konoha, nuestra vida juntos... nosotros hemos pasado por tantas cosas, y siempre hemos estado el uno para el otro. No puedes olvidar eso. Lo que sientes por Indra, puede ser fuerte, pero no es tu vida real.

Sakura lo miró; sus ojos reflejaban una mezcla de tristeza y confusión.

—Lo sé, Sasuke. Estoy tratando de recordarlo. Pero cada vez que lo hago, ese vínculo con Indra parece crecer más fuerte. No sé cómo explicarlo... es como si mi corazón estuviera dividido en dos.

Sasuke cerró los ojos por un momento, respirando profundamente. Sabía que enfrentarse a los sentimientos de Sakura por Indra sería complicado, y aunque la razón le decía que era producto de la manipulación de esa otra línea temporal, no podía simplemente ignorar lo que ella sentía.

—No te estoy culpando, Sakura —dijo finalmente, abriendo los ojos para mirarla—. Solo quiero que entiendas que lo que sientes por él no define quién eres realmente. Tú eres Sakura, y nosotros somos una familia. Eso no ha cambiado.

Sakura se quedó en silencio. Sus emociones seguían enredadas, pero sentía el dolor en la voz de Sasuke. Él estaba luchando, no solo por ella, sino por lo que compartían, por la conexión que habían tenido, aunque ahora se sentía tan distante.

—Sasuke... no quiero hacerte daño. Pero ahora mismo, no sé quién soy realmente —susurró, las lágrimas empezando a asomar en sus ojos.

Sasuke la miró, su expresión suavizándose por un instante. No importaba lo doloroso que fuera, él sabía que debía ser paciente, que debía encontrar una forma de traerla de vuelta.

—No tienes que saberlo todo ahora —dijo, su voz calmada pero llena de determinación—. Pero no voy a rendirme, Sakura. Te recuperaré, pase lo que pase. Porque, aunque ahora no lo recuerdes, siempre hemos luchado por nosotros, y no dejaré que eso cambie.

Sakura lo miró con una mezcla de gratitud y tristeza. Sabía que Sasuke estaba sufriendo, pero no podía evitar lo que sentía dentro de ella. Sin embargo, también sabía que él nunca la había abandonado, y eso, al menos, era algo que no podía ignorar.

—Gracias, Sasuke —susurró—. Sé que estás aquí para mí, incluso cuando yo no sé dónde estoy.

Sasuke asintió, manteniéndose firme, aunque su corazón estaba desgarrado por dentro. Sabía que la lucha por el corazón de Sakura no había terminado, y que Indra seguía siendo una sombra en su relación, pero si algo había aprendido a lo largo de su vida, era que nunca se rendiría cuando se trataba de ella.

Sakura lo observó, y por un momento, se preguntó si su lugar realmente estaba con Indra o si debía luchar por recuperar sus recuerdos y su vida con Sasuke. Pero por ahora, no tenía las respuestas.

ⵊɴᴅʀᴀ's WɪꜰᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora