Un dia nuevo para Sakura e Indra que decidieron bajar al pueblo cercano. Aunque el santuario era su refugio, Sakura había mencionado la necesidad de comprar ropa y provisiones, lo cual era una oportunidad para explorar el mundo más allá de su escondite. Indra, aunque renuente al principio, aceptó la idea, con la condición de no alejarse demasiado.
El pueblo era pequeño pero bullicioso, lleno de mercaderes y gente local que iba de un lado a otro. Las calles estaban decoradas con colores vivos, y el aroma a comida recién hecha llenaba el aire. Para Sakura, después de tanto tiempo en lugares aislados, era un cambio refrescante. Indra, por otro lado, caminaba a su lado, siempre vigilante, observando cada movimiento con una cautela que nunca abandonaba.
—¿Qué te parece si vemos alguna tienda de ropa primero? —sugirió Sakura, señalando una pequeña tienda de telas y prendas en la esquina.
Indra asintió, aunque su atención estaba más en la gente que pasaba que en la ropa misma. No podía evitar sentir una ligera tensión; aunque estaban lejos de cualquier peligro inmediato, su naturaleza posesiva y protectora hacía que no se relajara del todo.
Dentro de la tienda, Sakura empezó a examinar las prendas, fascinada por la variedad de telas y estilos disponibles. Mientras lo hacía, un joven mercader se acercó a ella, sonriendo con amabilidad.
—¿Puedo ayudarte con algo? —preguntó el joven, sus ojos centrándose en Sakura de una manera que Indra notó de inmediato.
Sakura, ajena al cambio de humor de Indra, sonrió educadamente.
—Estoy buscando algo cómodo, pero elegante —respondió ella, mientras miraba una prenda ligera.
El joven asintió y comenzó a mostrarle varias opciones, pero su mirada era demasiado insistente, lo que no pasó desapercibido para Indra. Los celos empezaron a hervir en su interior, más intensos que nunca. Podía sentir cómo el joven miraba a Sakura, y aunque no había hecho nada ofensivo, para Indra, era más que suficiente para considerarlo una amenaza.
Indra dio un paso adelante, colocándose al lado de Sakura, su mirada fija en el joven.
—Ella no necesita tu ayuda —dijo, su tono gélido.
El joven, sorprendido por la repentina intervención de Indra, dio un paso atrás.
—Lo siento, no quería molestar —respondió rápidamente, notando la intensa mirada de Indra.
Sakura, percatándose de la situación, suspiró suavemente. Sabía que los celos de Indra podían ser descontrolados, y este era uno de esos momentos. Aunque apreciaba su protección, también quería poder moverse con libertad, sin sentir que siempre estaba siendo vigilada tan de cerca.
—Indra, está bien. Solo estaba siendo amable —dijo, tratando de calmarlo.
Pero Indra no estaba dispuesto a dejarlo pasar tan fácilmente. El pensamiento de que alguien pudiera siquiera pensar en acercarse a Sakura le era intolerable. Sin decir más, tomó una de las prendas que Sakura había seleccionado y la sostuvo en sus manos. Con un movimiento rápido, usó su chakra para grabar el símbolo del Clan Uchiha en la tela, una señal clara de que ella le pertenecía.
—Si alguien más te mira como lo hizo ese tipo —murmuró en voz baja, su mirada intensa—, sabrán a quién perteneces.
Sakura se sorprendió al ver el símbolo en la prenda. Era el logo del Clan Uchiha, el mismo que Sasuke y los miembros de su familia llevaban, pero ahora estaba impreso en la ropa que Indra le había dado. Parte de ella sentía que esto era un gesto posesivo, pero también entendía que para Indra, este símbolo representaba mucho más. Era su forma de protegerla, aunque fuera de manera extrema.
—Indra... no soy un objeto que puedas marcar —dijo ella con calma, aunque su tono era firme—. Entiendo que quieras protegerme, pero no puedes tratarme como si no tuviera elección.
Indra la miró, su expresión endurecida por los celos, pero también por el miedo de perderla. Sabía que Sakura tenía razón, pero los siglos de soledad y traición lo habían dejado con una necesidad desesperada de control. Aún así, algo dentro de él comenzaba a cambiar lentamente, y empezó a darse cuenta de que si quería que Sakura realmente estuviera a su lado, tendría que aprender a confiar en ella.
—Lo siento —dijo finalmente, aunque su voz seguía siendo tensa—. Pero no puedo evitarlo... Eres lo único que tengo ahora, y no soportaría perderte.
Sakura suavizó su expresión, comprendiendo el conflicto que se desataba en el interior de Indra. Sabía que su amor por ella era real, pero también estaba lleno de miedo. Fueron esos pequeños momentos, donde él mostraba vulnerabilidad, los que empezaban a despertar en Sakura un sentimiento más profundo hacia él.
—No me perderás, Indra —dijo ella, acercándose y tomando su mano—. Pero tienes que confiar en mí. No estoy aquí porque me hayas marcado, sino porque te he elegido.
Indra la miró en silencio durante unos momentos, y aunque no dijo nada, su mirada suavizó un poco. Sakura era la única que podía romper las barreras que él había construido a lo largo de su vida, y aunque los celos aún lo consumían, estaba dispuesto a intentar cambiar por ella.
Al final, Sakura decidió quedarse con la prenda marcada con el símbolo del clan. No lo hacía por sentirse poseída, sino como un recordatorio de lo complejo que era su relación con Indra. Y, en el fondo, empezaba a sentir que ese vínculo, por más problemático que fuera, también la unía a él de una forma única.
Compraron las provisiones que necesitaban y, aunque Indra permaneció atento durante todo el tiempo, los celos que había sentido antes comenzaron a desvanecerse lentamente. Mientras caminaban de vuelta al santuario, Sakura se dio cuenta de que, sin importar lo difícil que fuera, una parte de ella estaba comenzando a ver a Indra de una manera diferente.
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ⵊɴᴅʀᴀ's Wɪꜰᴇ
Fanfic--𝑻𝒖 𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒆𝒍𝒍𝒂 𝑄𝑈𝐸!? Sakura viaja al pasado, encuentra a la reencarnación de su equipo, sin embargo esta atada por su reencarnación original. 10 con indra 10 dias con Sasuke Como podria soportar los 2 juntos