Dia 13

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Sasuke caminaba de un lado a otro por los campos, la frustración reflejada en su expresión. Había estado buscando sin descanso, pero cada vez que se acercaba al lugar donde sentía el chakra de Sakura, todo desaparecía como una ilusión. El poder de camuflaje que Indra había creado era más fuerte de lo que imaginaba, y por más que intentaba, el Rinnegan no podía penetrar esa barrera.

Mientras seguía su camino, una figura apareció en el horizonte. Al acercarse, reconoció la silueta imponente de Ashura, quien ya lo había confrontado una vez. Sasuke frunció el ceño, sabiendo que este hombre ocultaba algo, pero aún así, era su única pista en este momento.

—Estás otra vez aquí —dijo Sasuke sin preámbulos, su voz fría y directa—. Sabes dónde están. No puedes ocultarlo más.

Ashura lo miró en silencio por unos segundos. Había estado observando a Sasuke todo este tiempo, consciente de su persistencia. Sabía que no podía engañarlo por mucho más tiempo. Y aunque temía lo que ocurriría si Indra y Sasuke se enfrentaban, también comprendía que no podía simplemente ignorar la verdad.

—Es cierto —respondió Ashura con un tono grave—. Sakura está con mi hermano. Indra la ha ocultado, camuflando el santuario para que no puedas encontrarla.

Sasuke apretó los puños al escuchar esas palabras. Sus sospechas eran ciertas. Indra había hecho algo para esconder a Sakura de él, pero lo que más lo irritaba era la idea de que ella estuviera con alguien tan peligroso como Indra.

—Llévame con ellos —ordenó Sasuke, su Sharingan girando con intensidad—. No voy a irme hasta que recupere a Sakura.

Ashura lo observó con preocupación, sabiendo que llevar a Sasuke directamente a su hermano podría desatar un conflicto devastador. Indra no era alguien que cedería fácilmente, y su relación con Sakura ahora era compleja. Pero también sabía que Sasuke no se detendría. El destino de los tres ya estaba escrito; no había forma de cambiarlo ahora.

—Te ayudaré a encontrarlos —dijo Ashura finalmente, con una seriedad que pesaba en el aire—. Pero debes entender algo, Sasuke. Sakura no es la misma que conocías. Mi hermano ha influido en ella de maneras que tú no puedes imaginar.

—Eso no importa —respondió Sasuke con frialdad—. Recuperaré a Sakura, cueste lo que cueste.

Ashura asintió, sabiendo que cualquier advertencia sería inútil. Sasuke estaba decidido, y lo que estaba por venir sería inevitable. Sin más, extendió su mano y cerró los ojos, canalizando su propio chakra para encontrar el rastro de Indra. Aunque el camuflaje de su hermano era poderoso, Ashura compartía el mismo linaje, lo que le daba la capacidad de atravesar la barrera que Indra había creado.

—Sígueme —dijo Ashura finalmente, abriendo los ojos con determinación—. Te llevaré al santuario.

Sasuke lo siguió, sus pasos firmes y su mirada fija en el horizonte. No sabía qué encontraría cuando llegara, pero nada lo detendría. Ashura, por su parte, sentía una mezcla de responsabilidad y temor. El enfrentamiento entre Indra y Sasuke sería inevitable, pero quizás, si ambos entendían lo que estaba en juego, podrían evitar lo peor.

Caminaban por los bosques, el paisaje cambiando lentamente mientras Ashura los guiaba hacia el santuario oculto. El silencio entre ellos era tenso, cargado de anticipación. Sasuke no dejaba de pensar en Sakura, en lo que ella estaba viviendo con Indra, y en cómo su propia ausencia había permitido que esto ocurriera.

—Quiero advertirte una vez más —dijo Ashura, sin voltear a verlo—. Indra no es alguien que cederá fácilmente. Si lo enfrentas, el resultado podría ser destructivo, no solo para ti, sino para ella.

Sasuke lo ignoró. No le importaba el poder de Indra. Ya había enfrentado a enemigos formidables, incluso a su propio hermano, Itachi. No permitiría que nada, ni siquiera el hijo del Sabio de los Seis Caminos, lo detuviera.

Finalmente, llegaron a una colina desde la cual se podía ver el santuario, ahora visible gracias al chakra de Ashura que deshizo parte del camuflaje. El santuario brillaba suavemente bajo la luz del sol, rodeado de un aura mística. Aunque parecía un lugar de paz, Sasuke sentía la tensión en el aire, como si cada piedra del lugar estuviera cargada de la energía de Indra.

—Allí está —dijo Ashura, señalando con la mirada—. Sakura está dentro, pero te advierto, Sasuke. Una vez que entres, no habrá vuelta atrás.

Sasuke lo miró, sus ojos llenos de determinación.

—No habrá necesidad de vuelta atrás —respondió—. Voy a traerla de vuelta.

Sin esperar una respuesta, Sasuke avanzó hacia el santuario, sabiendo que el enfrentamiento con Indra estaba a punto de comenzar. Lo que no sabía era hasta qué punto Sakura había cambiado, ni cuánto influiría en lo que estaba por venir.

ⵊɴᴅʀᴀ's WɪꜰᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora