Dia 11

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El aire en la línea temporal de Indra y Ashura era pesado, diferente a lo que Sasuke había sentido en cualquier otro momento. Sabía que estaba fuera de lugar, que no pertenecía a este tiempo, pero su búsqueda de respuestas lo había llevado hasta aquí. Algo lo había guiado, una sensación persistente de que Sakura estaba en peligro, y no podía ignorarla.

Había viajado a través del tiempo utilizando el poder del Rinnegan, desafiando el equilibrio del espacio y tiempo. Sin embargo, este mundo era diferente al que conocía. Sentía una fuerza antigua en cada rincón del lugar, como si el mismo chakra de los primeros hijos del Sabio de los Seis Caminos resonara en el aire. Sasuke sabía que no debía estar allí mucho tiempo, pero no se iría sin asegurarse de que Sakura estaba bien.

Caminó entre los vastos campos, hasta que, a lo lejos, vio una figura que irradiaba un chakra poderoso. La energía le era familiar de alguna manera, como si la hubiera sentido antes, pero no lograba identificarla por completo. Decidido, se acercó lentamente, con la mano lista para desenvainar su espada si fuera necesario.

La figura que encontró era la de un hombre alto, robusto, con una sonrisa cálida, pero con una mirada profundamente preocupada. Era Ashura, el hermano menor de Indra, descendiente directo del Sabio de los Seis Caminos. Sasuke lo reconoció casi de inmediato por las historias y las visiones que había tenido cuando conoció la verdad del Rikudou Sennin. Pero había algo en la forma en que Ashura lo observaba que indicaba que él también lo había estado esperando.

—Tú no perteneces a este tiempo —dijo Ashura, con voz tranquila pero firme, alzando la vista hacia el cielo, como si pudiera sentir los hilos del destino entrelazándose.

Sasuke no respondió de inmediato. Sus ojos se fijaron en Ashura, calculando sus palabras y movimientos. Él no era su enemigo, pero tampoco era un aliado en este momento. Había venido con un propósito claro, y no permitiría que nadie se interpusiera.

—Estoy buscando a alguien —dijo Sasuke finalmente, su tono controlado pero firme—. Una mujer con cabello rosado. ¿La has visto?

Ashura parpadeó al escuchar la descripción. Sabía exactamente de quién hablaba Sasuke. Lo había visto todo: cómo Sakura había llegado a este tiempo y cómo su vínculo con su hermano, Indra, se había fortalecido. Pero lo que también sabía, y lo que Sasuke aún ignoraba, era que el destino de los tres estaba más entrelazado de lo que cualquiera podía prever.

—No sé de qué hablas —mintió Ashura, desviando la mirada por un instante, su tono casual, pero su mente alerta.

Sasuke frunció el ceño. Podía sentir que algo no estaba bien. Ashura estaba escondiendo algo, y eso solo hacía que su preocupación por Sakura aumentara. Se acercó un poco más, el Sharingan activado, observando cada pequeño cambio en la expresión del hombre frente a él.

—No mientas —exigió Sasuke, su voz baja pero llena de autoridad—. Puedo sentir que la conoces. Dime dónde está.

Ashura lo miró con seriedad, evaluando qué tanto debía revelar. Sabía que si le decía la verdad, podría desencadenar un conflicto que nadie deseaba, especialmente con Indra involucrado. Sin embargo, también era consciente de que ocultar la verdad por mucho tiempo no haría más que empeorar las cosas. Sasuke no era alguien que abandonaría la búsqueda fácilmente.

—Esa mujer de la que hablas... —Ashura suspiró y miró hacia el horizonte, como si las palabras le pesaran—. Está aquí, en este tiempo. Pero no es la misma persona que conocías.

Las palabras de Ashura resonaron en Sasuke como una bofetada. El solo hecho de saber que Sakura estaba allí, en este tiempo, lo llenó de una mezcla de alivio y temor. Pero la advertencia de Ashura lo inquietaba aún más.

—¿Qué significa eso? —exigió Sasuke, acercándose más—. ¿Qué le ha pasado?

Ashura lo observó con una mezcla de compasión y preocupación. Sabía que, tarde o temprano, Sasuke descubriría la verdad por sí mismo, pero temía lo que podría desencadenar cuando eso ocurriera. Indra no era alguien que compartiera, y mucho menos cuando se trataba de alguien tan importante como Sakura.

—Hay cosas que es mejor que descubras por ti mismo —respondió Ashura finalmente, su tono grave—. Pero debes saber esto: el equilibrio de este tiempo es delicado. Si insistes en encontrarla, podrías alterar algo que no tiene marcha atrás. Y las consecuencias no serán solo para ti.

Sasuke entrecerró los ojos. No era alguien que se dejara intimidar por advertencias, pero había algo en las palabras de Ashura que lo hizo detenerse. Por un breve momento, sintió una sombra oscura cayendo sobre él, como si la presencia de su hermano, Itachi, le recordara que a veces, el sacrificio es inevitable.

—No me importa el equilibrio de este tiempo —dijo Sasuke con frialdad—. Solo me importa Sakura.

Ashura suspiró, sabiendo que cualquier intento de detener a Sasuke sería inútil. El joven Uchiha estaba decidido, y aunque intentara advertirle, era evidente que el destino ya había empezado a moverse.

—Entonces debes estar preparado para lo que encontrarás —dijo Ashura con una voz baja y seria—. Porque una vez que lo hagas, nada será como antes.

Sasuke, decidido, dio la vuelta, listo para continuar su búsqueda, pero la inquietante sensación de que algo malo iba a suceder no lo abandonaba. Sabía que Ashura le había ocultado algo importante, pero no tenía tiempo que perder. Sakura estaba en algún lugar en este tiempo, y no descansaría hasta encontrarla.

Mientras Sasuke se alejaba, Ashura se quedó observándolo con una profunda preocupación en sus ojos. Sabía que la reunión entre Sasuke, Indra y Sakura no podía terminar bien. Indra era demasiado posesivo y celoso, y Sasuke, aunque poderoso, no estaba preparado para lo que encontraría.

—Hermano... —susurró Ashura, pensando en Indra—. ¿Qué harás cuando descubras que el pasado ha venido a reclamarte lo que crees que es tuyo?

ⵊɴᴅʀᴀ's WɪꜰᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora