Dia 8

53 5 0
                                    


Después de la tranquila cena que habían compartido, la relación entre Indra y Sakura comenzó a evolucionar de una manera inesperada. El tiempo que pasaban juntos, aunque inicialmente marcado por tensiones, se había transformado en algo más profundo. Día a día, comenzaban a mostrar pequeñas facetas de su verdadera fortaleza, tanto en el campo de batalla como en su vida diaria, creando un vínculo que se fortalecía de maneras insospechadas.

Al dia siguiente, mientras entrenaban fuera del santuario, Sakura decidió mostrarle a Indra algunas de las técnicas que había perfeccionado en su línea temporal original. Con movimientos rápidos y precisos, mostró su increíble control sobre el chakra, invocando su fuerza titánica para partir una roca en dos con un solo golpe. El suelo tembló ligeramente bajo sus pies, y cuando se volvió hacia Indra, lo vio observándola con una mezcla de admiración y orgullo.

—Impresionante —murmuró él, acercándose—. No esperaba menos de ti.

Sakura sonrió ligeramente, sintiendo una chispa de satisfacción. Aunque había sido entrenada por Tsunade y había luchado junto a ninjas poderosos como Naruto y Sasuke, el hecho de que Indra, un ser tan formidable, reconociera su fuerza le provocaba una sensación de logro.

—No soy tan débil como algunos podrían pensar —dijo ella, con una sonrisa confiada.

—Eso lo sé bien —respondió Indra, su mirada fija en ella—. Tu fuerza es tan poderosa como tu corazón. No cualquiera podría resistir lo que tú has soportado.

Sakura bajó la mirada un momento, consciente de lo que había dejado atrás. Pero, curiosamente, empezaba a notar que los recuerdos de su vida anterior se sentían cada vez más distantes. Los rostros de Naruto, Kakashi, y, sobre todo, Sasuke, se volvían más borrosos con cada día que pasaba. Era como si su mente comenzara a ajustarse a esta nueva realidad, como si el flujo del tiempo en este mundo estuviera deshaciendo lentamente los lazos que la conectaban con el suyo.

Indra lo notaba también. Cada vez que veía a Sakura perderse en sus pensamientos, se daba cuenta de que sus recuerdos del pasado estaban desvaneciéndose poco a poco. Y aunque una parte de él sabía que esto era consecuencia de que Sakura vivía fuera de su línea temporal original, no podía evitar sentir un extraño alivio y felicidad al ver cómo ella se alejaba de ese pasado que la había mantenido atada emocionalmente a Sasuke y a su antigua vida.

Una tarde, mientras caminaban juntos por el bosque cercano al santuario, Sakura se detuvo y miró hacia el horizonte, como si buscara algo en la distancia, pero sin saber exactamente qué.

—Es extraño... —murmuró ella, con el ceño ligeramente fruncido—. Siento que estoy olvidando algo importante... alguien importante. Pero no puedo recordar quién es.

Indra, quien había estado observando sus expresiones durante días, sintió un ligero estremecimiento en su pecho. Sabía a quién se refería, pero en lugar de recordárselo, se quedó en silencio por un momento, disfrutando de la idea de que Sakura finalmente estaba dejando atrás su vida anterior.

—Tal vez no es tan importante después de todo —dijo suavemente, su voz cargada de una sutil satisfacción—. Este mundo es ahora tu hogar, y estás conmigo. Quizás es mejor dejar que el pasado quede donde pertenece.

Sakura lo miró, sintiendo una confusión pasajera, pero luego asintió lentamente. Indra tenía razón. Por mucho que intentara recordar, las imágenes de su vida anterior eran como fragmentos de un sueño que se desvanecía. Y cuanto más tiempo pasaba en esta línea temporal, más comenzaba a aceptar que su lugar ahora estaba aquí, con Indra.

—Tal vez tengas razón —murmuró finalmente—. Este lugar... tú... todo parece tan real ahora. Como si hubiera estado destinada a estar aquí desde el principio.

Esas palabras llenaron a Indra de una felicidad que nunca había experimentado. Toda su vida había estado marcada por la soledad, por la traición y la desconfianza. Pero con Sakura, sentía que finalmente tenía a alguien a su lado que no solo compartía su fuerza, sino también su corazón. El hecho de que ella estuviera comenzando a olvidar su vida pasada solo reforzaba su convicción de que ella estaba destinada a estar con él.

—Estás exactamente donde debes estar —dijo Indra, tomando su mano con suavidad, algo que rara vez hacía—. Y yo estoy aquí para asegurarme de que nada te aleje de mí.

Sakura lo miró, y aunque en otro tiempo esas palabras habrían sonado como una advertencia, ahora le transmitían un sentido de seguridad. La línea entre lo que había sido y lo que era se desdibujaba más cada día, y por primera vez, comenzó a sentir que quizás no necesitaba aferrarse a su pasado. Indra la necesitaba, y en el fondo, comenzaba a darse cuenta de que ella también lo necesitaba a él.

Con el tiempo, los recuerdos de su vida con Naruto y Sasuke se desvanecían más y más. Y aunque alguna pequeña parte de ella seguía sintiendo una conexión con ese pasado, su presente con Indra se hacía cada vez más fuerte, y la idea de pasar su vida a su lado, en este mundo, ya no le parecía tan extraña.

Mientras regresaban al santuario esa noche, Indra caminaba con una serenidad que rara vez había mostrado. Por fin sentía que tenía lo que siempre había deseado: alguien que lo entendiera, lo respetara y, poco a poco, comenzaba a amarlo.

Para Sakura, el peso de su vida pasada se desvanecía lentamente, y aunque no podía evitar pensar en las personas que había dejado atrás, sabía que ahora, en este tiempo y lugar, estaba exactamente donde debía estar.

ⵊɴᴅʀᴀ's WɪꜰᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora