No sé cómo, pero acabé en la cala favorita de Violeta, sentada en la orilla y llorando durante un par de horas.
Tras estar un rato allí salí y por el paseo marítimo me encontré a unas fans que vinieron corriendo a pedirme fotos.
- Dios pero tengo mala cara - Me quejé riendo nerviosa mientras nos poníamos para la foto.
- ¿Has llorado? - Me miró una de las niñas preocupadas.
- No no, es la sal del agua del mar - Mentí sonriendo, aunque salió más una mueca.
Después de sacarnos fotos me fui de vuelta a la casa, ya estaba anocheciendo y quería pasar un poco de tiempo con mis hermanos antes de irme.
Al llegar me encontré a toda la familia, excepto Violeta, en el salón reunidos. Me acerqué hasta ellos sentándome a su lado y Sara me abrazó rápidamente.
- ¿Dónde estabas? - Me miraba con los ojos entrecerrados y yo sonreí mirándola encima de mi regazo.
- Fui a dar un paseo - Ella asintió y yo reí negando.
- ¿Ahora que ya estás aquí podemos jugar todos con mis casitas? - Hizo un puchero mirando a Denis y Tana.
- Amor solo somos cuatro - Intenté excusar, pues no me apetecía.
- No, somos cinco, Violeta también - Sonrió enternecida mirando detrás nuestra.
- Sara, Violeta está durmiendo - Denis la miró suspirando.
- Déjala descansar renacuaja - Volví a hablar yo.
- Pero si está ahí - Señaló detrás del sillón y, al girarnos los tres, la vimos mirándonos, recién despertada de "la siesta" y con una sudadera mía puesta.
- ¿Quién ha dicho algo de jugar a las casitas? - Se acercó sin siquiera mirarme, cogió en brazos a Sara y se sentó a mi lado con ella.
- Yo!! - La más pequeña la miraba sonriendo y eso me hizo sonreír a mi.
No sé qué estaba pasando ahora mismo entre nosotras, pero tenía que mejorar.
- Yo mejor voy a ducharme - Me levanté con cuidado intentando buscar un momento a solas de nuevo.
- Pero yo también quiero jugar contigo - Sara me hizo un puchero y yo suspiré levemente.
- Necesito ducharme Sara - Miré a la susodicha, que estaba en las piernas de Violeta, quien no ponía su mirada en mi - Juega con ellos - Dejé un beso en su frente antes de irme a dar una ducha.
En el baño me miré en el espejo, buscando alguna imperfección que pudiera ver, las cuales eran miles, y pensando en todas y cada una de ellas, si tenían que ver con que Violeta estuviese así. Sé que en parte no es por mi, pero me da miedo que así sea, soy insegura y acabé llorando mientras me daba una ducha, las lágrimas se mezclaban con el agua de la alcachofa y eran indistinguibles.
Al terminar me puse un pijama y una sudadera mía para después bajar junto a todos, que ya se ataban sentando para cenar. Los acompañé y se notaba la tensión entre nosotras durante la cena, de vez en cuando sentía la mirada de Violeta encima mía, pero la mía estaba fija en el plato dando vueltas con la cuchara al puchero, como si eso me ayudase a pensar y comerme más la cabeza.
- ¿No te gusta el puchero Isa? Te puedo hacer otra cosa si quieres - Me preguntó la madre de la que roba mis pensamientos preocupada y yo negué al instante.
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Todo por un poema || Violeta Hódar OT2023
Teen FictionDonde Elisa y Violeta ya se conocían y habían tenido una relación hacia unos años que había terminado a causa de comportamientos extraños y misteriosos para la pelirroja. Donde ambas han rehecho su vida y seguido con su camino. Donde un concurso la...