Capítulo 43

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Su cara irradiaba sorpresa y felicidad, con la boca abierta y los ojos a la par, llevándose una de las manos a esta y pasando las páginas con cuidado, viendo con cada detalle las fotos y leyendo cada frase y cada poema.

- Feliz navidad - Murmuré mirándola de costado, admirando todas sus facciones e intentando analizar si le gustaba o no el regalo.

Me miró con lágrimas en los ojos y cerró el libro con cuidado antes de abalanzarse a mis brazos dejando salir un par de estas.

Rodeó mi cuello con sus brazos, sujetando el libro en una de sus manos, y escondió su cara en el hueco de mi cuello. Notaba el húmedo de sus lágrimas recorriendo mi cuello y colándose por la sudadera.

- Dime si te gusta o no, por favor - Murmuré rodeando su cintura sin dejarla ir, viéndola separarse y limpiarse las lágrimas.

- ¿Cómo no me va a gustar Isa? - Sollozó brevemente volviendo a poner sus antebrazos en mis hombros después de colocarse bien las pestañas.

- ¿Entonces si? - Sonreí mirándola detalladamente.

- Me encanta - Me miró a los ojos y se acercó recostando su frente contra la mía - Lo amo, enserio, no había ninguna otra cosa que podría haber sido mejor, es que... - Suspiró buscando las palabras - Es perfecto - Me miró a los ojos acariciando mis mejillas con sus pulgares - Que hayas pensado en cada detalle es asombroso, cada foto que has escogido y cada palabra que has escrito es tan... - Cogió aire mientras cerraba los ojos y yo imitaba su acción - Especial - Exhaló.

- Me alegro muchísimo - Murmuré dejando un suave beso en su nariz.

- ¿Podemos ir a mi cuarto y vemos las fotos juntas? - Sonreí asintiendo mientras ambas abríamos los ojos pero sin separarnos, no queríamos.

- ¿Y si mejor lo hacemos aquí? - Sonreí divertida y ella rió asintiendo.

Prácticamente, sin separar nuestros cuerpos, nos dejamos caer en el sofá, abriendo el libro y dejando apoyar mi cabeza en su hombro.

- ¿Qué es eso? - Preguntó Denis llegando junto a Tana y ambos padres.

- Mi regalo - Sonrió emocionada y todos me miraron a mí.

- Anda Romeo - Bromeó Tana haciéndonos reír y a mí sonrojar.

- ¿Nos lo enseñas? - Fue el turno de Juan Carlos.

- Claro - Todos se acomodaron con las palabras de Violeta y empezamos a ver el álbum.

Fuimos una por una pasando las fotos y las páginas, yo sonrojándome cada vez que hacían algún comentario sobre los poemas y, sobretodo, cuando llegamos a la parte en la que más fotos había nuestras juntas.

- Míralas que monas besándose - Dijo la madre de Violeta mientras nosotras nos miramos por un parte de segundos. Ambas miradas bajaron a los labios de la otra y me acerqué dejando un pequeño pero largo beso en la comisura de sus labios, sacándole una sonrisa y un sonrojo.

Mientras los demás seguían viendo fotos y poemas nosotras estábamos sumidas en nuestra burbuja, sin apartar la mirada y entrelazando nuestras manos, compartiendo un momento íntimo, escuchando como cada vez más demás voces se iban apagando hasta que nos llegamos a encontrar totalmente solas la una con la otra.

- ¿Quieres ver pelis navideñas? - Sonreí sabiendo que le encantaban y ella asintió frenética arrastrándome a su habitación.

Nos acostamos juntas, tapándonos con la manta y abrazándonos la una a la otra y así permanecimos toda la mañana, viendo películas navideñas.

En el final de una de ellas los protagonistas se besaban apasionadamente y, instintivamente, ambas nos miramos estando cerca la una de la otra.

Ambas nos fuimos acercando poco a poco hasta que paramos a la altura de sentir la respiración la una de la otra en su respectiva boca.

Mire de reojo como sentir relamía los labios e iba a besarla, juro que lo iba a hacer, pero ahora me alegro de no haberlo hecho...

- Creo... creo que no debemos hacerlo - Susurro sobre mis labios dejándome un poco confundida.

- Respetaré tu decisión, pero quiero saber el motivo - Susurré de vuelta en la suya.

- Solo hace un día desde que lo dejé con mi pareja y, a pesar de que te quiero y de que quiero hacerlo, es muy pronto y quiero que sea algo más íntimo Isa, perdón - Cada vez su voz se iba apagando más, como si supiera que esto me iba a entristecer y eso la hiciera sentir culpable.

- Amor, no tienes que pedir perdón por nada - Vi en sus ojos inseguridad y me alejé de ella para darle espacio - Mira, ¿ves? Yo te respeto y si no quieres que esto pase ahora no va a pasar, vamos a tu ritmo Vayolet - Suspiró frotándose los ojos evitando llorar - Puedo, si quieres, salir un rato, así te dejo sola si es que necesitas espacio.

Ella pareció pensarlo un poco y asintió, al instante dejé un diminuto beso en su frente y me levanté de la cama acercándome a la puerta, dejé una última mirada en ella, estaba echa una bola en la cama y tapándose la cara, probablemente llorando o intentando no hacerlo. Esto me había roto el corazón, tanto el hecho de que no quisiera besarme como el que no quisiera que me quedara a cuidarla, pero no soy yo la que elige.

A veces las personas más fuertes necesitas separarse para permitirse ser las más débiles.

Bajé a la planta baja de la casa, donde se encontraban todos y les avisé de que saldría a dar una vuelta un rato. Juan Carlos me miró preocupado y me acerqué a él cuando estuvo un poco más alejado de su familia.

- ¿Puede hablar con Violeta? Creo que se siente un poco presionada y he decidido darle un poco su espacio, pero me preocupa de que esté mal y sola ahora mismo - Le me dedicó una sonrisa y un apretón en el hombro.

- Me alegro de que seas tú la persona de la que está enamorada mi hija - Sonreí sintiendo mis ojos aguarse - Y todo pasará tarde o temprano, yo voy a hablar con ella ahora, gracias por avisarme - Negué restándole importancia y salí de la casa para echarme a caminar y despejar la cabeza.

No sé cómo, pero acabé en la cala favorita de Violeta, sentada en la orilla y llorando durante un par de horas.

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JULAIIIIT!!!

No me matéis, os amoooooo.

Os leo.

🫶🏼🫶🏼

Todo por un poema || Violeta Hódar OT2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora