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Era una tarde soleada y Olivia tenía una idea brillante: necesitaba unas fotos increíbles para su cuenta de Instagram. Hace bastante tiempo que no subía nada por andar desaparecida de sus redes.
Así que, con su mejor sonrisa, se acercó a Mateo, que estaba tirado en el sofá viendo un partido de fútbol.

—¡Gordo! —llama, agitándole la mano—. ¡Necesito que seas mi fotógrafo hoy!

Mateo levanta la vista, interesado pero con una sonrisa pícara en su rostro.

—¿Yo? ¿Fotógrafo? No sé si soy la mejor opción... Yo canto, no tomo fotos, mi amor...—bromea, levantándose del sofá y estirando los brazos.

—¡Cállate! —se ríe Olivia, lanzándole un cojín—. Vení, hacé un esfuerzo. Solo serán algunas fotos... Lo juro.

Mateo se levanta con una sonrisa juguetona, pensando en la oportunidad de hacerla reír. Se dirigen al parque cercano, donde la luz del atardecer brinda el escenario perfecto. Olivia empieza a posar con diferentes outfits, mientras Mateo intenta seguir las instrucciones.

—¡Ahora, con las manos en la cintura! —le dice ella, intentando lucir profesional.

Mateo le hace una pose exagerada, poniendo cara de modelo, lo que hace reír a Olivia.

—¡No! ¡Así no! —le grita entre risas—. ¡En serio, Mateo!

Mientras él intenta concentrarse, empieza a hacer poses ridículas para sacarla de su enfoque. Se pone a bailar, imitando a algunos cantantes de trap, y Olivia, entre risas, no puede evitar perder la concentración.

—¿Y si mejor hacemos una sesión de fotos de memes? —propone Mateo, riendo. —Quedaría mejor.

—¡Dale! Pero solo si prometés no poner eso en mis redes luego —responde ella, disfrutando de la locura que estaba desatando.

Finalmente, después de varias risas y unas cuantas tomas extrañas, Olivia logra unas fotos increíbles. Al revisar las imágenes, ella nota que, entre las ridículas, hay algunas que realmente reflejan su conexión.

—Mirá esto —le muestra, sonriendo—. ¡Nos vemos re bien juntos! Te amo.

Mateo se acerca, la mira a los ojos y le dice:

—La verdad, me gusta más verte reír que ser un fotógrafo profesional.

Y, en un impulso, le toma una selfie mientras ella intenta no reírse. La foto termina en su Instagram, capturando el momento perfecto: risas, amor y un sinfín de locuras.

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⏰ Última actualización: Oct 18 ⏰

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