CAPÍTULO 48 REALIDAD FAMILIAR

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Yoongi escuchaba atentamente la reprimenda de su tío y de su abuelo por haberse perdido por tanto tiempo sin dar ninguna razón. Recalcaban que no había justificación alguna para que los hiciera vivir tanta angustia.

—Sé que tenías razones para tomarte tu tiempo, eso lo comprendo. Sólo quiero que no te des por vencido, porque seguimos en la lucha, vamos a apelar e intentarlo una vez más y todas las veces necesarias hasta que todos los culpables de la muerte de mi hermana paguen. —dijo Namjoon sentándose al lado de Yoongi.

Ahora no tío, estoy cansado. Verdaderamente estoy cansado de todo esto —dejó libre un pesado suspiro—. Necesito tiempo, encontrar nuevas pruebas no es fácil. No sé ni siquiera si tengo deseos de continuar. Tal vez deba dejar todo en las manos del supuesto Dios justo.

—Está bien, sé que estás cansando y te comprendo. Si quieres está vez no te involucres en el caso. Déjalo en manos de otras personas.

Yoongi se quedó en silencio mirando a su tío y comprendía esas ganas en él de encontrar la justicia que su madre se merecía, pero era porque apenas se enteraba de lo sucedido, tenía sus ganas intactas, en cambio él había luchado dieciocho años con su sed de justicia o venganza le daba igual qué mierda era lo que buscaba. De lo único que estaba seguro en ese momento era que quería descansar él y dejar de atormentar a su madre.

—Tío, creo que es mejor que regrese a Brasil atienda su negocio y se case. Jin le va a parir y no se ha casado. ¿No me diga que aún anda de rebelde? —aconsejó tratando de desviar el tema.

—Yoon, quiero que sepas que Seo Joon no va a salirse con la suya. Si él pagó para que le hicieran eso a mi hermana, él va a pagar. Vamos a tomarnos un tiempo, unos meses a que estés más calmado y retomamos todo, sólo con la condición de que estés presente en mi boda.

—Estaré, eso no puedo perdérmelo.

—Jin quiere algo sencillo, yo también lo quiero. Así que, en un mes, máximo mes y medio me estoy casando de nuevo y ahora espero que sí sea para toda la vida.

—Bueno no es mucho tiempo eso —dijo sonriente y se llevó un manotazo de su abuelo que estaba sentado al otro lado.

—Viejo yo y aún me queda tiempo. —argumentó el viejo Lee. Un hombre alto de contextura aún fuerte y unos impactantes ojos negros. Después del manotazo le consoló con un abrazo.

—¿Dónde está la abuela? —preguntó recorriendo con la mirada la sala.

—Está con Jungkook en el gimnasio —dijo Namjoon poniéndose de pie—. Yo regreso al hotel con mi futuro esposo.

—¿Con Jungkook en el gimnasio? —preguntó Yoongi frunciendo el ceño.

—Necesitaba un poco de distracción porque no paraba de llorar ante la angustia. —comentó el viejo Lee.

—Entonces voy a quitarle la angustia antes de que Jungkook la vuelva adicta a las pesas — abuelo todo estaba bien, al menos por el momento.

Yoongi con paso tranquilo se dirigió al gimnasio y no pudo evitar sonreír al escuchar a Jungkook instando a la mujer.

—Vamos abuela, una más, una más. Ya verás que el abuelo botará la baba cuando te vea el culo —le decía mientras la mujer sufría con una sentadilla.

De la familia de los Lee era la única mujer, había convivido mucho tiempo con tantos hombres que ya estaba acostumbrada al vocabulario poco sutil que usaban y no le quedaba más que reír. Ahora trataba de acostumbrarse a que otras mujeres y donceles le robaran la atención de sus hombres, pero comprendía que ellos necesitaban a otras personas haciéndoles compañía.

—He terminado —dijo sofocada.

—¿Has terminado? No señor, deja la pereza abuela, aún te falta.

—¿Acaso piensas matar antes de tiempo a la abuela? —preguntó Yoongi haciéndose notar.

—¿Yoon cómo estás? ¿Estás bien? —preguntó revisándolo al ponerle una mano en el pecho.

—Estoy perfectamente, no hay nada de qué preocuparse y antes de que me regañes, ya me agarraron el abuelo y mi tío. Necesitaba un poco de tiempo solo, quería pensar algunas cosas.

—Está bien, no voy a reprenderte, pero para la próxima dices que necesitas estar solo y nosotros vamos a comprender.

—Lo haré, prometo que lo haré. —dijo dándole un beso en la mejilla—.Te invito a desayunar, es la mejor excusa para escaparte antes de que Jungkook te mate —le susurró en el oído.

—Pensé que querías desayunar con tu diseñador —hizo un mohín que evidenciaba sus celos.

—No, ya lo dejé en la tienda. Le tocaba abrirla y no nos dio tiempo para desayunar.

—En ese caso acepto el desayuno. —dijo sonriente y le pellizcaba la mejilla.

Jungkook se le sumó al desayuno que compartieron con los abuelos en un restaurante de la zona.

Jungkook se le sumó al desayuno que compartieron con los abuelos en un restaurante de la zona

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El amor de la familia , nos aligera las cargas ... Se acerca la Boda de  mi RedMen Min Seokjin con el gran magnate Lee Namjoon.

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