—Mientras estabas durmiendo trajeron las compras, también tus pertenencias y el contrato del alquiler del vehículo. Te tocará pagarlo.
—informó y a su mirada no pasó desapercibida la manera en la que Yoongi cojeaba al caminar.
—Ya lo suponía, voy a comunicarme para que me envíen otro, no podemos estar estancados aquí a la espera de que alguien pueda venir a cubrir nuestras necesidades. Además necesitamos trasladarnos hasta el aeropuerto.
—Recuerda que debes guardar reposo por tres días —le avisó ladeando la cabeza para que se diera cuenta de que había percibido su anomalía.
—No había planeado pasar el fin de año con el culo congelado —
masculló observando como Jimin se movía por la cocina.
—Te tocará pasarlo. Aunque se nota a millas que últimamente tomaste sol. —Metió en el microondas un refractario de porcelana negra y le colocó varios minutos.
—En Río, fui a la playa un par de veces con unos amigos, también a las rodas.
—Entonces no la estabas pasando tan mal.
Yoongi se acercó a el y lo tomó por las caderas pegándolo a su cuerpo.
—La pasé mal, muy mal. Ir a la playa o a las rodas era la única manera de poder soportar tu ausencia o de luchar en mi intento por olvidarte. Quise hacerlo Jimin, juro que intenté erradicarte de mi pecho, pero nada de lo que hiciera o me dijera lograba hacerlo. Tan sólo bastó saber dónde estabas para dejar todo sin importarme nada más y venir por ti. Quería que me dijeras mirándome a los ojos que verdaderamente ya no querías nada conmigo, pero en realidad moría porque me dieras otra oportunidad.
—No hubiese podido decir que no quería nada contigo, aun sin mirarte a los ojos, porque quiero todo contigo. —Le llevó las manos a ambos lados del cuello, atrayéndolo a su boca y se besaron hasta que el sonido del microondas les anunciaba que la comida estaba caliente.
Jimin se alejó y con uno de sus pulgares le limpió alrededor los labios a Yoongi y él lo imitó.
—Vamos a comer —le dijo sonriente y abrió el microondas.
—Huele muy bien. ¿Qué has preparado? —preguntó echándole un vistazo al envase que Jimin sacaba.
—Kimchi jjigae. Tiene buen aspecto, aunque es la primera vez que la hago.
—Permíteme —le pidió para ayudarlo.
—¿Quieres el Soju o vino? —preguntó Jimin.
—Soju.
Jimin agarró la botella de Soju y lo sirvio mientras Yoongi servía el Kimchi. Tomaron asiento y para sorpresa de ambos la comida había quedado exquisita y Jimin sentía que iba a explotar de orgullo, no tanto por los halagos de Yoongi, sino porque internamente estaba seguro que era algo que siempre había querido lograr aunque no fuese partidario de preparar comida.
Después de cenar entre los dos lavaron los utensilios que usaron y se fueron al sofá, Yoongi se sentó lo más alejado posible de la chimenea y Jimin se sentó al otro extremo, donde se quitó las botas de esquimal que llevaba puestas.
—¿Trajeron los condones? —curioseó
—Sí, pero no te los entregaré sino dentro de tres días.
—Jimin tres días es demasiado tiempo, sé que puedes hacerme pasar la mejor noche de mi vida sin que yo tenga que hacer mayor esfuerzo.
—No es no, Lee Yoongi. Te conozco y sé que te cuesta contenerte.
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DESTINOS ENTRELAZADOS 3 YOONMIN (Saga Selenosis Completa)
Hayran KurguLos lazos de sangre serán revelados, los cuales podrán ser tanto una Bendición como una maldición. Yoongi llevara a cabo su venganza agudizando el dolor que lo atormentado durante 18 años . Jimin brillara demostrando con su esfuerzo y dedicación qu...