CAPÍTULO 12 MI PESADILLA

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Jimin se encontraba sentado en el piso de la ducha y Yoongi a su lado, de momento solo podía hacer eso porque aún no encontraba las palabras de aliento que el pudiera regalarle.

Todo era muy reciente cómo para que Jimin encontrara resignación.

—¿Alguna vez te conté cómo conocí a Hoseok? —le preguntó en un hilo de voz a consecuencia de la irritación en su garganta producto del humo y del llanto.

—Un poco. Sé que te ayudó a salir adelante, pero no tienes que contarme si no quieres.

—Anhelo desvelar la verdad que ha permanecido oculta tras capas de silencio. Quiero compartir contigo la historia que ha estado atrapada en mi interior, buscando redimir, aunque sea en parte, la farsa con la que he disfrazado mi realidad ...

—Entonces yo quiero escucharte minie —.

—La hija de Hoseok no murio de manera instantánea como te había contado. Sé que has visto la cicatriz que tengo en la cabeza y he agradecido que seas prudente y no me lo hayas recordado. Yo estaba en un hospital en Busan, con cuatro costillas fracturadas, una abertura en mi cabeza además de hematomas en mi cuerpo y rostro, y la partidura en el labio inferior.

—¿Qué te pasó Jimin? —preguntó Yoongi.

—Un día ingresaron a una chica que había sido sometida a una cirugía porque la habían atropellado, su madre había muerto —En ese momento una vez más Jimin rompió en llanto y Yoongi lo abrazó fuertemente—. y su padre se aferró a ella, él pasaba día y noche a su lado, se preocupaba como nunca en mi vida había visto que un padre lo hiciera por una hija y sentí mucha envidia y deseé con todas mis fuerzas que alguien se preocupara por mí de la misma manera. Eso nunca se lo dije a Hoseok, nunca le dije que sentí celos de Kylie.

—No debes sentirte mal por eso, Minie, muchas veces no podemos controlar nuestras emociones y mucho menos cuando sé es tan joven.

—Kylie murió, los médicos no se percataron de la hemorragia interna. No lo vi más, pasaron los días y yo seguía internado ahí recibiendo la visita esporádica de mi madre. Ya que no podía ausentarse mucho tiempo de casa. Una casa a la que yo no quería volver, una madre a la que odiaba.

—¿Por qué no querías a tu madre? Aunque creo que tenías motivos.

—Decidí escapar sin importarme que no hubiese sanado. Caminé día y noche, soportando el dolor de mis heridas, y la sed o el hambre no quebrantaron mi decisión de alejarme lo más que pudiese, porque si me encontraban estaba seguro que lo iba a lamentar.

Yoongi con manos temblorosas escuchaba en silencio. Más allá de querer saber cómo conoció a Hoseok, estaba latente en él saber ¿por qué estaba en un hospital mal herido? ¿Por qué odiaba a su madre? ¿Por qué la decisión de escapar? Y sobre todo ¿por qué decía que si lo encontraban iba a lamentarlo?

—Deambulé por las calles necesitaba descansar y pensar que haría, a donde iría, pero sobre todo encontrar donde pasar la noche. Así que me refugie en un cementerio, dormía en un mausoleo. Había aprendido a no tenerle miedo a los muertos porque mis más grandes fantasmas, mis más temidos monstruos se concentraban en uno sólo. En ese que debía protegerme y decirme que debajo de la cama no había nada que pudiese hacerme daño.

—Era tu padre... Dios ¿Cuánto daño te hizo? - Ya no tengas miedo, nada malo va a pasarte, porque no lo voy a permitir. No lo permitiré —No pudo evitar sentirse identificado con el. Los padres de ambos les habían causado heridas que aún no sanaban.

Jimin asintió mucho antes de dar alguna respuesta.

—Sí, lo era, cuando lo escuchaba llegar a casa corría y me escondía debajo de la cama. Su voz coordinaba mis miedos y casi siempre terminaba orinándome.

DESTINOS ENTRELAZADOS 3  YOONMIN (Saga Selenosis Completa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora