𝐀 𝐋 𝐁 𝐔 𝐒
Era martes por la mañana, Albus estaba acostado, hacía mucho frio y los árboles crujían con el viento, seguían mojados de la lluvia de la noche anterior; Albus no sabía que así era el clima un mes antes de la llegada del verano en vacaciones.
—Ya levántate —dijo Aberforth, lanzando los zapatos de Albus a su cama.
—¡Hey! ¿para qué? —pregunto Albus, enfadado.
—No hay nada en la casa y Ariana tiene hambre —dijo Aberforth, furioso.
—Oh, lo siento, no he ido de compras —dijo Albus, avergonzado—, ire al mercado y les prepare algo.
—Yo hubiera ido, pero Ariana quiere que me quede con ella.
—Si, si, lo entiendo.
Aberforth salió de la habitación, Albus se quedó perdido en sus pensamientos, no quería pensarlo ni decirlo, pero, esa no era la vida que quería para él, se sentía verdaderamente triste.
Mas tarde Albus había ido al mercado, estaba comprando todo lo necesario para hacer la mejor comida a sus hermanos, podía usar magia y eso lo hacía feliz, sería más rápido y fácil. Mientras caminaba por el mercado entre varias personas, no se percató que justo a su lado, escogiendo entre las fruta, se encontraba la Sra. Bathilda, él, al verla se estremecio y quiso irse lo antes posible, pero la señora ya lo había evitado por varios días así que decidió quedarse y disculparse esta vez:
—Sra. Bagshot, soy yo —dijo Albus, nervioso— quisiera disculparme, yo...
—Che, che, che —chito Bathilda, poniendo un dedo sobre la boca a Albus—. Lo que dijiste aquella noche...
—Ah sobre eso —interrumpió, Albus.
—¡Shhhh, déjame hablar! —le interrumpió nuevamente, Bathilda—. Solo quería darte las gracias. Me ayudaste bastante en darme cuenta de muchas cosas, solo quiero que sepas que esa misma noche escribí una carta y se la envié a la familia de mi hermano, inmediatamente recibí respuesta y tenías razón, necesitaban de mi ayuda, yo no lo sabía, pero al parecer el hijo de mi hermano tiene un hijo al que necesitan proteger, querían que se quedara aquí por un tiempo porque es un muchacho joven y él no tiene la culpa de sus problemas familiares. Solo sería hasta que mejoren las cosas. Pobrecillo no merece todo lo que está pasando con esas personas, así que de inmediato acepte y llegara muy pronto.
—¿Cuándo? —pregunto Albus, intrigado.
—No lo sé, pero pronto, envíe hace poco una lechuza con otra carta y dijo que ya no faltaba mucho. Estoy muy ansiosa de conocerlo.
—Vaya, Bati, no sé qué decir. Me alegro mucho por ti, solo espero...
—Y por eso antes de que llegue quería pedirte un favor —interrumpió, Bathilda.
—Lo que sea —dijo Albus, contento.
—En cuanto llegue mi nieto, no lo sé, él también es un estudiante de magia como tú y no quiero que este solo, eres el único joven que conozco, quisiera que fueras su amigo, y tu hermano si es que tambien quiere, los tres podrían salir a jugar de vez en cuando con él. En la carta que enviaron decía que ha pasado por malos momentos, incluso tuvo que dejar su el colegio por que todo mundo le hacía preguntas y lo molestaban con el tema actual de su familia —suspiro—. Ojalá se encuentre bien, pero bueno, ¿qué dices?
—Digo que no hay ningún problema señora Bathilda, con gusto.
—Eres tan bueno, tan bueno. Gracias.
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"POR EL BIEN MAYOR" ⁓Una Historia Diferente⁓
FanfictionEn esta historia conoceremos el pasado de Albus y Gellert, dos jóvenes magos que a finales de agosto de 1899, se conocieron en el pequeño pueblo de Grodic's Hollow. El destino los junto para formar parte de una nueva ideología donde los magos y bruj...