𝑪𝑚𝑷𝑰𝑻𝑌𝑳𝑶 𝟏𝟑: "𝑳𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒑𝒓𝒆𝒏𝒔𝒊𝒐𝒏 𝒚 𝒍𝒂 𝑭𝒂𝒃𝒖𝒍𝒂 𝒅𝒆 𝑳𝒐𝒔 𝑻𝒓𝒆𝒔 𝑯𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔".

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     Por la mañana muy temprano Albus se dedicó a hacer la comida para sus hermanos, temía saber la reacción de Abert cuando le dijera que saldría nuevamente con Gellert; esta vez paso algo completamente inesperado. Abert se despertó temprano y sorprendió a Albus en la cocina:

—¿Te iras otra vez? —pregunto Abert, tallando su ojo. Albus se sorprendió y lo observo en silencio un momento—. Está bien —continuo—. No me molesta. De hecho, quería hablar contigo sobre eso.

—Perdona, Abert yo...

—No. Déjame a mi continuar. Se que estas muy ocupado, lo que haces es por Ariana y lo entiendo. Siempre has sido muy brillante Al, y eso lo sé —bajo a mirada, sintiéndose avergonzado de decir esas palabras—. Tuve toda esta semana que no estuviste para recapacitar. Me di cuenta de que tu deber no está aquí, si no allá afuera: donde puedas serle útil al mundo.

—Abert...

—No te preocupes por Ariana y por mí, yo dejare la escuela para cuidar de ella. Después de todo, ella me prefiere estar conmigo, además, tenías razón respecto a mí en la escuela, no soy tan bueno, a veces me saltaba clases y hacia perder muchos puntos que con todo tú con esfuerzo conseguías para nuestra casa. Tu eres el listo, yo no, así que no tiene caso que regrese y siga estudiando.

—No digas eso Abert, estaba enojado esa vez y no era en serio. Debes seguir estudiando. Incluso si no eres bueno.

—Yo hablo en serio —dijo, con mucha seriedad—. No me vas a hacer cambiar de opinión, ya te dije, tuve toda esta semana que no estuviste, para pensarlo. Si yo solo tome esta decisión es porque, he visto lo mucho que has cambiado este poco tiempo. No creas que no lo note —Abert se sentó en una de las sillas de la mesa y continuo después de dar un gran suspiro: —estas feliz y eso me alegra, la verdad es que a mí también me alegra estar con Ariana y ayudarla, además, desde que Gellert la llevo a la playa, ha estado más tranquila y ayer más que nunca, después de ver esos extraños vestidos. —suspiro, nuevamente—. Si él te está ayudando a sanar y también a nosotros, no veo por qué no dejar que las cosas sigan su curso. Es un bien para todos.

    Albus abrió muy grandes los ojos, pues esa frase del final sonaba casi como la que decían Gellert y él. Después ambos se quedaron en silencio.

—Hare que las cosas sean mejor para todos —agrego, Albus—. Gracias Abert.

—Está bien, solo cuídate, Al.

    Al terminar de hablar, juntos desayunaron y rieron con algunos recuerdos de su niñez, más tarde, Albus al salir de casa, de pronto sintió un profundo alivio, no sabía con exactitud qué había pasado, realmente se sentía como si esta realidad no fuera su realidad. Pero gracias a las palabras de Abert, ahora estaba más confiado que nunca y tenía muchas ganas de contárselo a Gellert. Enseguida se dirigió a los almacenes que estaban al otro lado de los graneros, donde todavía yacían sus las cosas de su padre envueltas en enormes mantas blancas; aunque por el momento eso no lo recordó.

    Albus llego y vio que todo estaba acomodado, había un par de muebles puesto como si ese lugar se hubiera convertido en una oficina. Gellert ya había puesto encima los libros, incluso había una máquina de escribir y justo al lado lo que creyó que era el gramófono, era enorme el tubo que salía de él, además de que el color dorado que tenía era lo único que resaltaba en todo el lugar.

—Hola —hablo, Albus—. ¿Qué paso aquí?

—Hola. Adelante, mira. Mi tía dijo que podíamos utilizarlos —contesto, señalando la máquina de escribir—. Todo es de ella, aunque tire un par de cosas, unas que ya no servían y otras las reacomode para que hubiera más espacio.

"POR EL BIEN MAYOR" ⁓Una Historia Diferente⁓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora