Bonus #1 Haun AU! Omegaverse

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Tenias un pequeño problema, uno inusual para una Alfa de poca presencia como tu, eso siendo que parecía ser que los omegas huían de ti como una plaga.

Eso... era normal? Por lo que veías usualmente los Alfas estaban rodeados de omegas interesados en ellos y solo aquellos que tenían una marca visible o un anillo en sus dedos mientras mantenían sus distancias con las demás castas.

Tenias una al menos una amistad cordial con los demás omegas que eran sirvientes pero ahora evitaban cerca de ti con mas obviedad.

Tal vez era tu olor? No podías tener tan mala suerte.

-Lo siento Señorita, para nosotros los beta es muy difícil distinguir olores-Te respondió Maya cuando le intentaste preguntar sobre tu esencia, -Por que no le pregunta al alguien del Harem? Ellos le podrán decir una opinión mas neutral -Sugirió la chica.



Ser la costurera de Benela te traía ciertos privilegios, uno de ellos la libertad de entrar a las alas del castillo en donde residía el Harem de la Princesa.

Siendo una Alfa de bajo estatus no eras vista del todo como una amenaza y sobre todo, cualquier daño que le pudieras hacer a las joyas pues era imposible, a pesar de ser omegas eran mucho mas fuertes que tu.

Mientras caminabas por el pasillo esperando encontrarte a cualquiera de la joyas que pudieran aliviar tus dudas viste que Nell salio de su habitación y cruzaste miradas con el pelinegro.

-Señorita Mazel-

-Duque Phantom! Necesito su ayuda! Podría decirme si mi olor es... incómodo para otros omegas?-Preguntaste directo al grano, que tuvieras permiso de estar aquí no significaba que a la Princesa Ariana le agradara.

-Incomodo?... En que sentido? Es mas bien como si estuviera...-Agudizando su olfato se dio cuenta, no era que fuera repugnante si no que era claramente el olor de otro omega, uno muy territorial.

Muy similar al de cierta joya

-Señorita!-Como si lo hubieran invocado el peliblanco salió de la nada antes de que Nell te pudiera explicar.

-Haun! Justo estaba hablando con Nell sobre,-

Pero una vez mas el peliblanco te interrumpió. -Por que no lo hablamos mientras tomamos te? Me gustaría que viera algunas prendas que se dañaron-Dijo Haun con su rostro angelical.

-Oh, están rotas? Tan pronto? Sera mejor que las vea-Con eso fue suficiente para distraerte del tema en manos.-Gracias Duque, estoy segura que Haun me explicara, hasta luego!-.

Viendo como te alejabas junto con el peliblanco Nell solo pudo pensar En que momento tomo tanta ventaja?



-Me parece que se ven bien, los detalles son mínimos pero los corregiré en un segundo para que no se hagan mas grandes -Le explicaste mientras examinabas las prendas, el olor tan fragante de Haun se desprendía de ellas, casi podías imaginar un fresco amanecer con flores blancas recién florecidas.

Contrólate

-No tengo ninguna prisa en usarlas, creo que seria mejor que se las llevara-

-Oh? Esta seguro? Puedo arreglarlas aquí mismo-

-Preferiría que me acompañe-.

Ese tono tan dulce fue néctar para tus oídos, estabas segura que lo mas mínimo que te pidiera Haun lo harías con tal de escuchar su voz.

Tomaste asiento enfrente de el, lo suficiente para ser considerada no escandalosa, aunque muy dentro de ti sabias la tanta satisfacción de hacerle saber a todos que Haun era tuyo.

Una fantasía mas en tu repertorio.

Pero, por lo menos podías disfrutar estos pequeños momentos.

Entre platica y platica, la taza de te enfrente de ti se vacío y el aroma a nardos impregno toda la habitación, fue facil para ti dejarte caer en el sillón y dejar que la pesadez en tus ojos ganara, podrías incluso decir que después de tu cama, este era tu segundo lugar favorito para dormir.

Y como si miles ojos lo tuvieran ala vista, el peliblanco se acerco poco a poco esperando que despertaras pero al ver poco movimiento de ti, se dio a la libertad de acomodarse a tu lado y no pudo evitar suspirar al por fin encontrar la manera abrazarte.

Seria una vista extraña para cualquiera que entrara a la habitación, un omega tan encantador y buscado como Haun mendigando un poco de afecto.

Pero era suficiente, era todo lo que podía pedir de ti, al menos hasta que pueda liberarse de la jaula del Harem.

De pronto, tras un quejido de tu parte y todavía medio dormida jalaste a Haun junto a ti cayendo acostados en el pequeño sillón, y tras una serie de maniobras el rostro del peliblanco quedo entre tu pecho y tu cuello, con tus brazos alrededor de el.

Y era justo el lugar donde deseaba estar.

















































Me gusta pensar que no importa si Haun es omega o alfa, siempre va a ser posesivo de su pareja hehe

Las joyas de la princesa | La Costurera de la ConcubinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora