El distintivo aroma a rosas perfumaba la habitación y, a pesar de lo dulce que esto suponía la Princesa rodeada de burbujas se encontraba en una amarga situación.A su lado Chessy y Marina cepillaban su cabello y exfoliaban su piel delicadamente pero su angustia continuaba, pues podían notar como su Princesa mordía su labio inferior y mantenía su mirada al horizonte.
Casi esperando que alguien entrara por esa puerta.
-Su majestad... le gustaría que alguna de sus joyas la acompañe?-Pregunto Marina, dándole un fin a ese tenso silencio.
Que podía decir? Que aunque sus joyas estén a unos pasos de distancia encontrarían cualquier excusa para no estar con ella?
No podía permitirse esa humillación.
-No, quiero que esta noche sea para mi-Respondió Ariana recogiendo su largo cabello y atándolo con un listón, cada movimiento con una cierta elegancia que no cualquiera podía alcanzar.
Ambas damas de compañía cruzaron miradas, conociendo bien a su Princesa y a la vez sin poder ayudarla.
❀
Alejarte de Xek fue algo mas difícil de lo que esperabas.
Comida deliciosa? Si, Gente cálida y amable? También! La posibilidad de caminar libremente sin tener un culto atrás de ti? Maravilloso!
Aunque regresaste con un Príncipe gruñón, ahora estabas pensando si todavía lo podías dejar ahí y regresar a Arzabela tu sola.
O tal vez podía ser al revés?
-Que estas tramando?-Pregunto Ifrit al verte mirando la ventana del carruaje con ansia.
-Todavía estamos a tiempo de regresar, tal vez me podría dejar ahí?-Le respondiste al pelirrojo enfrente de ti.
-Para que Tetra te cuente mas historias vergonzosas de mi? Ni lo sueñes-.
Era mas que obvio su cuñada iba a buscar alguna forma de "castigarlo" por salir de la ceremonia antes de lo debido.
-Están bien...?-Preocupada, la Princesa coronada de Xek los recibió ya casi en el amanecer, cuando todo el bullicio de la ceremonia y festival empezaba a detenerse.
Sostenías a Ifrit con una mano en su brazo y otra en su espalda como si en cualquier momento fuera a desplomarse.
-Pediré que preparen su cuarto-Dijo Tetra sin cuestionar el estado de Ifrit.
Y así al cuarto lo primero que hizo el hombre fue caer en la cama totalmente exhausto y cuando te preparabas para retirarte su voz te detuvo.
-Quédate-Susurro el, pero no te moviste de tu lugar, había duda en lo que escuchaste. -Por favor...-Continuo, usando su antebrazo para esconder su rostro.
No había duda, algo había cambiado en Ifrit en esa ceremonia, esa vulnerabilidad no era común en el.
Estabas casi segura que era algo que ni siquiera Ariana había presenciado.
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Las joyas de la princesa | La Costurera de la Concubina
Romansa-Solo es un sueño no? Voy a despertar en cualquier momento...-. Una simple siesta fue suficiente para ser transportada a un universo nuevo, pero con que proposito? Liberarte de un culto magico o escapar con el concubino de tu eleccion? Seria mas fac...