CAPÍTULO 16

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2022

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2022

Los doce grados celsius eran insoportables para los dos amigos que estaban acostumbrados al clima cálido de Lima. Las calles de Puno se sentían tan frías que ni siquiera la ropa invierno parecía abrigarlos.

Bastian y Elías llegaron al hotel en el que se instalaron, lugar en el que pasarían toda la semana, pues su objetivo estaba cerca. El moreno se encargaba de todo lo referente a sus identidades falsas, pues tenía contactos con uno de los mejores en hacer ese tipo de trabajos.

La noche llegó y junto a ella estaba también la misión de seguir al segundo involucrado en esa lista que intentaban descubrir.

—Así que Enrique Clark.

Ambos jóvenes estaban tras los pasos del prestigioso doctor Clark, quien era reconocido por sus grandiosas obras de caridad en las zonas olvidadas.

En un auto alquilado, los amigos estaban persiguiendo a su objetivo que esa noche iba a tener un intercambio. Necesitaban obtener lo que sea que le iban a entregar porque eso significaba más detalles para la investigación.

El auto del doctor se apresuró a un callejón oscuro y Bastian tuvo que detenerse para no ser descubierto. El resto del camino iba a ser a pie, por lo que se alistaron para salir.

—Espera —susurró Bastian al darse cuenta de algo—. Hay alguien allá.

Elías siguió la mirada del ojiazul para confirmar como una silueta estaba escondida en la oscuridad. Decidieron no bajarse del coche por seguridad, pues no tenían la certeza de quien podría ser la persona que observaba, ya que se suponía que el doctor iba solo.

—¿Qué carajos está haciendo? —preguntó Elías en voz baja.

Ambos individuos enfocaron su vista en el hombre que salió del escondite y caminó detrás de donde el auto de Clark había desaparecido. Un arma fue retirada de su cinturón y entonces asumieron que el objetivo del desconocido era acabar con Enrique. Por más tentadora que fuese la idea, no podía pasar, no cuando aún les faltaba mucho por descubrir.

—Vamos —dijo Bastian—. Ese hombre mata al doctor y se acabó.

Ambos bajaron del auto y caminaron con sigilo hacia la dirección en la que desapareció el desconocido. Cuando se asomaron, lo único que pudieron ver fue al hombre acercarse, mientras sostenía el arma detrás de su espalda.

Solo un cruce de miradas bastó para que ambos amigos se entenderían entre sí. Bastian se acercó en puntillas, aprovechando el descuido de aquel chico. En un rápido movimiento le arrebató el arma sin que el otro pudiera reaccionar. Le hizo señas para que guardara silencio, pero este no lo entendió y terminó lanzándole una patada que lo derrumbó.

—¡Carajo! —exclamó el ojiazul en un susurro—. Espera.

A pesar de que Bastian no intentó atacar al desconocido, este siguió propinándole algunos golpes que esquivó. Estaban en una lucha un tanto silenciosa, pues lo que menos querían era alertar al doctor.

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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