CAPÍTULO 2

319 12 2
                                    

11 de marzo del 2022

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

11 de marzo del 2022

—Bastian, te tengo un regalo —dijo Lily, ingresando a la habitación del joven.

Él estaba acostado sobre su cama, pero al verla se sentó de inmediato. Sus ojos fueron hasta la mano de la joven, la cual tenía una pequeña flor de papel. Quiso concentrarse en eso, pero verla vestida tan bien a las siete de la noche lo alarmó.

—¿Vas a salir? —preguntó, incrédulo.

—Ten —dijo al entregarle su más reciente creación—. No se me ha olvidado que mañana cumplimos un año más de amistad.

—¿Y por qué no me la das mañana? —colocó la flor de origami sobre su mesa de noche.

—He quedado con una amiga —le acarició la mejilla y luego caminó hacia el espejo para verse bien de pies a cabeza—. Lo más probable es que regrese después de medianoche y ya estés dormido.

Habían pasado solo dos días desde que su mejor amiga llegó llorando porque había terminado con su novio. Los mismos dos días en los que ella había estado en casa de él para intentar olvidarse de su ex.

—¿Qué amiga?

—No la conoces, Bastian —se quitó el exceso de labial.

—¿A dónde irás?

—A una discoteca, está muy cerca de aquí —pasó los dedos en su sedoso cabello corto.

—¿Necesitas que te recoja?

—No, pediré un taxi.

—Déjame ir contigo, no me acercaré —pidió y se puso de pie para acercarse a ella.

—No, cariño —sonrió, marcando sus hoyuelos—. Salgamos mañana a algún lado.

—Lily...

Su conversación fue interrumpida por el teléfono de Lily. Ella contestó solo para confirmarle a su amiga que ya estaba lista y que se encontrarían en solo unos minutos para luego ir juntas a la discoteca. Después de su pequeña plática, la llamada finalizó.

—Regreso en unas horas —dijo ella, caminando hacia él—. No me extrañes mucho.

Con un corto beso repentino en los labios, se alejó de él para dirigirse hasta la puerta, sin embargo no pudo abrirla porque él la jaló y nuevamente juntó sus bocas. Bastian le acarició las mejillas y ella solo sonrió para después apartarse.

—Lily, te acompaño, por favor —pidió nuevamente.

—Sé que mañana trabajas temprano, no quiero que te duermas en tu jornada.

—Al menos envíame tu ubicación en tiempo real —dijo, resignado—. Solo quiero que estés bien.

—Si eso te deja más tranquilo —respondió Lily, tomó su teléfono e hizo lo que Bastian le pidió—. Listo, ¿ya me puedo ir? Mi taxi acaba de llegar.

La flor de origamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora