CAPÍTULO 5

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11 de marzo del 2022

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11 de marzo del 2022

La tranquilidad de la noche fue interrumpida cuando el icono de Lily en el mapa comenzó a moverse en dirección contraria a la casa de Bastian. La punzada de inquietud se intensificó, haciendo que se levantara de inmediato.

Comenzó a llamar al teléfono de Lily en repetidas veces sin obtener respuesta. Asustado, se colocó los zapatos y corrió en busca de su motocicleta para ir a buscarla. Revisó la ubicación una vez más, entrando en pánico, debido a que se había perdido la conexión.

Con el corazón acelerado y las manos temblando, Bastian manejó esquivando los pocos autos que transitaban. Volvió a llamar al teléfono de Lily, pero este sonó apagado de nuevo.

Cuando llegó al lugar en el que marcaba la última ubicación del teléfono y se detuvo, sintió desesperación. Bajó de la motocicleta, pero no había rastro de Lily. Comenzó a caminar a los alrededores, encontrándose con un teléfono que reconoció.

Se subió de nuevo a la motocicleta y condujo, siguiendo la dirección que había visto en el mapa, rogando que fuese la correcta.

No se dio cuenta cómo pasó, solo siguió manejando en automático. Sintió su corazón latir al tomar un camino más angosto, encontrándose un auto estacionado.

Su vista se nubló y todo sucedió tan rápido que para cuando reaccionó ya estaba sobre un hombre, clavándole una y otra vez su pequeño puñal en la garganta. Cuando se sintió cansado y seguro de que ya no estuviese vivo, corrió hacia donde estaba Lily.

Las lágrimas corrieron por su rostro, haciendo que su corazón doliera. Ella estaba ahí, inerte sobre el pasto que absorbía poco a poco la sangre de su cabeza. Su cabello, el que tanto amaba cuidar estaba envuelto en una mezcla rojiza de barro. Sus hermosos ojos verdes estaban abiertos, pero ya no había expresión alguna.

Un grito ensordecedor lastimó su garganta. Comenzó a desesperarse, debido a que acababa de matar a un hombre que lo merecía, pero no era suficiente. Su vida no volvería a ser igual después de todo eso. Ya no tendría una cita con su mejor amiga al día siguiente y tampoco la volvería a ver sonreír.

El coraje volvió a subirse hasta su rostro. Se acercó de nuevo al cuerpo del hombre y comenzó a patear en distintas zonas sin obtener ningún tipo de reacción.

La flor de origami que horas atrás le había regalado Lily y que había guardado en su bolsillo sin darse cuenta, cayó sobre aquel hombre, marchándose de sangre casi por completo. Bastian quiso tomarla en un impulso, pero el sonido de un teléfono lo distrajo. Se acercó con rapidez y lo encendió, encontrando mensajes que aclararían, o mejor, cambiarían su enfoque.

𖠇𖠇𖠇

Los golpes sin piedad se detuvieron cuando la joven se levantó. Ella estaba bastante asustada por todo lo que había atravesado y ver tanta sangre le provocó náuseas. Bastian pateó una última vez los cuerpos de los hombres que rogaban se detenga y se alejó.

—Gracias —dijo con la voz a punto de quebrarse.

—¿Son ellos los que te estaban siguiendo? —preguntó con frialdad.

Un azul intenso se cruzó con el gris brillante de aquellos ojos llorosos. La joven estaba casi soltando lágrimas y él no sabía cómo consolarla. Se sentía algo culpable por haberla dejado, pero a la vez se repetía que era una tontería acercarse tanto a una desconocida.

—No. No sé quiénes son ellos —respondió finalmente.

—¡Ustedes, pedazos de basura! —les gritó. Los hombres apenas se movieron para mirarlo—. Quiero que ahora mismo vengan y le pidan perdón a esta mujer —ordenó. Con el rostro serio, sacó su arma y les apuntó para asegurarse de que ambos obedecieran.

La distancia que los separaba se aproximaba a tres metros y una tortura para ellos. Con dificultad, se arrastraron hacia ella, dejando manchas se sangre por el suelo.

—¡Quédense ahí!

—Perdóname —rogó uno con la mirada en el suelo.

–Lo siento mucho —dijo el otro.

—¿Tú qué dices? —Bastian la miró, pidiendo su respuesta—, ¿los perdonas?

—¿Qué harás? —la voz de la joven era apenas audible.

—Solo responde —le dijo con una tierna sonrisa, como si de una pregunta cualquiera se tratase—, ¿estás basuras merecen tu perdón?

—Yo... no lo sé...

—Entonces yo decidiré por ti.

Con una corta sonrisa, soltó cuatro disparos sin sonido a las manos de aquellos hombres, dando en los puntos exactos para que perdieran la movilidad y en respuesta comenzaron a gritar de dolor, retorciéndose. La joven salió despavorida.

Su expresión de asco se hizo notar al momento de acercarse y darles la vuelta. Soltó dos disparos más en las entrepiernas de ambos para alejarse. Buscó con rapidez las navajas con las que pensaban atacarlo y regresó hacia ellos.

Los hombres intentaron ponerse de pie, ayudándose entre sí, pero el dolor les impedía siquiera dar media vuelta. Sus rostros se horrorizaron al ver como Bastian se acercaba con una navaja en cada mano, tal imagen de un loco desquiciado.

—Si se atreven siquiera a mencionar algo, volveré por ustedes —levantó las navajas y sonrió—. Dulces sueños.

La inclinación de su cuerpo le permitió ser exacto al atacar. Con el pulso perfecto y las cuatro estocadas que llegaron a los blancos que marcó, su sonrisa creció en victoria.

Los hombres solo siguieron quejándose de dolor. No morirían en ese momento y lo sabían, aunque lo hubiesen preferido antes que pasar el resto de su vida sin ver el sol.

Holiiiii!!!!

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Holiiiii!!!!

La semana pasada no actualicé porque me enfermé terrible jajajsja

Esta semana subiré  4 capítulos, así que en unos momentos se estarán publicando los otros 3. 

Díganme si les está gustando, por favor. Ver comentarios motiva muchísimo. 


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