El Contrato del Diablo.

Cap:3 Hael.

Después de lo que paso me quedé pensando y estoy confundida por que el me atrae pero siento que algo no anda bien con el por su forma de ser.

Pero, salgo de mis pensamientos cuando me entró una llamada.

"¿Hola?" Su voz temblaba, llena de ansiedad.

"¿Es la señorita Jade Smith?" La voz al otro lado era fría, profesional, pero con un toque de urgencia que incrementaba su tensión.

"Sí, soy yo."

"Llamamos del Hospital Central. Es sobre su madre, la señora sasha montero. Su condición ha empeorado, y necesitamos realizarle una operación de emergencia de inmediato. Sin embargo, el procedimiento es costoso, y necesitamos su autorización y la confirmación del pago antes de proceder."

Jade sintió que el suelo se desmoronaba bajo sus pies. Las palabras del médico resonaban en su mente, pero lo único que entendía era que el tiempo corría en contra de su madre. "¿Cómo que empeoró? ¿Qué pasó?" tartamudeó, sintiendo la desesperación apoderarse
de ella.

"La complicación fue repentina, y sin la operación... las probabilidades no son buenas. Necesitamos actuar de inmediato."

El pánico la abrumó, su mente se llenó de pensamientos desordenados. Sabía que no podía pagar esa operación. Todo lo que tenía lo había invertido en las costosas facturas médicas previas, y ahora le estaban pidiendo una cantidad que jamás podría reunir a tiempo. Su madre, su única familia, su pilar, estaba al borde del abismo, y Jade no podía hacer nada al respecto. Al menos, no sola.

Colgó el teléfono con manos temblorosas. La presión en su pecho se hacía insoportable. De pronto, recordó a Hael, a quien había rechazado antes. El hombre enigmático que le había ofrecido matrimonio, poder, y una vida que parecía irreal. Ella había rechazado esa oferta... pero ahora la situación era completamente diferente. Ya no se trataba solo de ella; se trataba de la vida de su madre.

Ella entonces, decidió ir al club para encontrar a Hael y como siempre está sentado en un lugar apartado pero, esta vez no estaba solo estaba con dos personas que no conocía.

Hola- digo tímidamente.

Hola- me saludo un chico y la chica solo, me daba una mala mirada.

Que pasó Jade- dijo Hael.

Quiero hablar contigo-dije

Esta bien vamos al despachó- lo seguí extrañada.

Después que llegamos al despachó se sentó y me dijo que me sentará en sus piernas.

Ven- dijo

Ni loca que este estúpido- dije

Tienes que corregirte esa boquita- dijo

Ya mucho parloteo, quiero aceptar el trato pero, con unas condiciones.

Dímelo no importa-dijo

Esta bien-dije

1.no quiero dormir, en cuarto junto los quiero separados.

2.no quiero que me toca sin que yo te lo pida o que sea necesario. Aunque lo dudo que eso pase.

3.Quiero que eso sea exclusivo o que vas a tener una de esas espero que por lo menos no la lleves a la casa que vamos a vivir.

Alguna duda o quieres que te lo explique con los dedos o mejor con manzanas o uvas, animal de monte.

No es necesario tanta explicación pero acepto esto que me estas pidiendo y con lo de tu mamá ya esta siendo operada.

Jade se quedó estupefacta con lo que él le dijo-Como sabes que mi madre esta en el hospital-dije.

Ya se todo de ti jade-dijo

Como así me investigate-dije

Si, claro que lo hice se que tu mamá es dominicana, que tu naciste en república Dominicana y que tu papá es estadounidense y que solo tienes un solo hermano y que tu padre te abandonó y tu mamá tiene cáncer y que le dio un parocardiaco y que tienes un mejor amigo y que tu estas enamorada de el pero el ya tiene, novia.

No se te pasó nada maldito perro- dije enojada.

Y que tienes 21 años- dijo

Que perro eres acosador de los baratos- dije enojada.

No me digas así que me ofendo- dijo indignado.

Bueno perro viralata-dije enojada.

Que es eso- dijo confundido.

Cuando un perro está ligado con varias razas y es callejero que solo vive en las calles- dije explicándole todo.

Bueno que cosas tan raras dicen en tu país,bueno no importa antes de todo quiero decirte algo- dijo.

Jade frunció el ceño, dando un paso atrás. "¿Qué estás diciendo?"

Hael suspiró, cruzando los brazos mientras la observaba con una intensidad palpable. "Soy el líder de una organización... una mafia que opera desde las sombras. Controlamos más de lo que te imaginas: negocios, influencias, destinos. Cada rincón de esta ciudad tiene mi sello, aunque la gente nunca me ve venir. Eso es lo que soy, Jade. Un mafioso."

Jade sintió que el suelo bajo sus pies temblaba. Todo lo que creía conocer sobre él, esa imagen de poder envuelta en misterio, se desmoronaba para revelar algo mucho más peligroso. "¿Por qué me dices esto ahora? ¿Qué tiene que ver conmigo?"

Hael dio un paso hacia ella, pero esta vez no había amenaza en su movimiento, sino una confesión que llevaba tiempo guardada. "Porque te he observado desde hace años. Desde antes de que supieras quién soy. Te he visto, Jade. Viendo tu lucha, tu dolor... Y, a pesar de todo, jamás me aparté. Desde el primer momento, supe que te quería. No fue solo un capricho o una obsesión. Fue... amor."

Jade sintió cómo sus manos comenzaban a temblar. ¿Amor? ¿De un mafioso que había manejado su vida en las sombras? "¿Amor? ¿Eso es lo que llamas manipularme, ponerme en una posición donde no tengo más remedio que aceptarte?"

Hael negó lentamente con la cabeza. "Te di una opción. Siempre la tuviste. Pero sabía que algún día llegarías a mí. Porque el destino no puede romperse tan fácilmente, Jade."

"Has estado manejando todo desde las sombras..." murmuró, más para sí misma que para él. "Y ahora esperas que confíe en ti, que acepte todo esto como parte de un plan mayor."

Hael dio un paso más cerca, su voz apenas un susurro. "No espero que confíes en mí, Jade. Solo quiero que entiendas que todo lo que hice, lo hice por ti. No porque quería poseerte, sino porque... no podía dejarte caer."

Jade sintió un nudo en la garganta. El hombre que estaba frente a ella no era solo el rostro frío de un mafioso; era alguien que, en algún retorcido rincón de su ser, realmente había sentido algo por ella. Pero, ¿qué tipo de amor era ese? Uno que controlaba, que manipulaba, que dejaba a su paso un rastro de sombras.

"¿Y ahora qué?" preguntó, su voz cargada de agotamiento. "¿Qué esperas de mí?"

Hael extendió su mano hacia ella, suave pero firme. "Te ofrezco el poder de cambiar tu vida, de proteger a los que amas, de no volver a temer. Te ofrezco a mí mismo, con todo lo que soy... y todo lo que nunca te he mostrado."

Jade lo miró, sus ojos encontrándose en ese instante donde la verdad y la oscuridad se entrelazaban. Y supo que, en ese momento, la decisión era solo suya.