Cap 8: ¿Quién es Killian?

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Esa noche, cuando Hael llegó al hospital, Jade se sintió aún más confusa. Él entró con una sonrisa, pero notó la tensión en el aire. “¿Qué pasa?” preguntó, acercándose a ella con preocupación.

“Tu amigo Killian vino a verme,”  dije, manteniendo la mirada fija en él. “Habló de ti, de tu mundo, y de lo peligroso que es todo esto.”

Hael frunció el ceño. “¿Qué le dijo?”

“Me advirtió sobre las complicaciones de estar contigo, sobre lo que significa realmente ser parte de tu vida,” respondi, sintiendo que el nudo en mi estómago se apretaba aún más.

“Lo hace porque se preocupa por mí, pero no debes preocuparte por eso,” dijo Hael, su voz firme. “Él tiene un estilo directo, pero no hay nada que debas temer. Estoy aquí para protegerte.”

“¿Y quién te protege a ti?”  pregunté, sintiendo que la tensión nosotros aumentaba. “Esto no es solo sobre mí. Estoy tan confundida, Hael. Quiero estar contigo, pero también quiero entender lo que está en juego.”

“Te prometo que haré todo lo posible para que comprendas mi mundo,” dijo Hael, acercándose un poco más. “No te presionaré, pero debo ser honesto. Hay personas que no quieren que esté contigo. La gente que está en mi vida no siempre es amistosa, y eso incluye a mis enemigos.”

“¿Y eso significa que deberíamos alejarnos?” Jade sintió una mezcla de frustración y tristeza. “No sé si puedo seguir adelante con esta relación si hay tantas cosas en juego.”

“No quiero que te alejes. Quiero que estés conmigo, pero comprendo si necesitas tiempo para pensar,” dijo Hael, sus ojos fijos en los de ella. “Lo último que quiero es que te sientas atrapada.”

Jade se sintió dividida, entre el deseo de seguir adelante y la necesidad de protegerse. En ese momento, comprendió que la decisión que debía tomar no era solo sobre ella; también implicaba a Hael y su futuro.

“Solo necesito un poco de tiempo para procesar todo esto,” dije, sintiendo una mezcla de esperanza y tristeza. “Quiero conocer tu mundo, pero no sé si puedo hacerlo sin sentirme perdida.”

“Tomaremos el tiempo que necesites. Estoy aquí para ti,” prometió Hael, aunque ella podía ver la lucha en su rostro.

Mientras la noche avanzaba, Jade sabía que estaba al borde de un precipicio. Con cada palabra, cada mirada, la atracción entre ellos se profundizaba, pero también lo hacía el miedo. El futuro seguía siendo incierto, pero no podía evitar sentir que su vida estaba a punto de cambiar de formas que nunca había imaginado.

Y así, en el silencio del hospital, se enfrentó a la verdad: a pesar de sus miedos, su corazón estaba dispuesto a seguir adelante, a explorar lo desconocido. Pero también sabía que el camino no sería fácil, y que cada decisión tendría su precio. La pregunta que la acechaba era: ¿estaba dispuesta a pagar ese precio?


A la mañana siguiente:

Me desperté, cuando escuché, una voz era la voz de mi madre que estaba hablando con una enfermera y cuando vio que me desperté, me sonrió.

Buenos días mi vida-dijo

Buenos días mamá- dije

Donde esta tu hermano-dijo, confusa y buscándolo.

El esta con el tío Ramon en república Dominicana lo lleve de vacaciones-dije

Cuando salga de aquí quiero ir tengo mucho tiempo sin comer arroz, aquí solo dan comida rara- dijo

El Contrato del Diablo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora