Primera Noche o Tal Vez No.
La noche se cernía sobre la ciudad como un manto oscuro y misterioso. Jade se encontraba en la habitación del hospital, junto a su madre, mientras los monitores emitían un suave y constante pitido. El ambiente era tranquilo, pero en su interior, la ansiedad se acumulaba. La decisión que había tomado no la había liberado del todo; en realidad, había intensificado sus dudas.
Después de horas de espera y conversaciones con Hael, finalmente logró que su madre se acomodara en un sueño profundo. Jade se quedó observando su rostro, buscando las señales que indicaran que todo iría bien. A pesar de las sonrisas y las promesas de Hael, una parte de ella seguía sin poder confiar del todo en el futuro que le ofrecía.
Cuando la enfermera entró para revisar a su madre, Jade sintió que era el momento adecuado para salir. Necesitaba aire fresco, una pausa de la tensión que se había acumulado en su pecho. Salió al pasillo, donde se encontró con Hael, que la estaba esperando.
"¿Todo bien?" preguntó él, notando la preocupación en su mirada.
"Sí, solo… necesitaba un momento," respondió Jade, sintiéndose un poco más tranquila. "Gracias por esperar."
"Siempre lo haré," dijo Hael, ofreciendo una pequeña sonrisa. "Te prometo que todo estará bien."
Ambos comenzaron a caminar por el pasillo del hospital, alejándose un poco de la habitación. Jade se sentía atrapada entre el deseo de conocer más sobre Hael y el miedo que su mundo representaba. Sin embargo, algo en su forma de ser la hacía sentir segura, como si, a su lado, pudiera enfrentar cualquier cosa.
"¿Quieres salir un rato? El aire fresco podría hacerte bien," sugirió Hael.
Jade asintió, y juntos salieron del edificio. La brisa nocturna era refrescante, y el cielo estrellado parecía prometer una nueva esperanza. Sin embargo, en su mente, la lucha interna seguía.
Se sentaron en un banco del parque cercano, donde la luz de las farolas iluminaba el camino y las hojas de los árboles susurraban bajo el viento. Jade no sabía por dónde empezar, así que optó por la sinceridad. "¿Por qué me elegiste a mí, Hael? Hay tantas mujeres en tu vida... ¿Qué te hace quererme a mí?"
Hael se volvió hacia ella, su expresión seria. "Porque vi en ti algo que no he encontrado en nadie más. Hay una fuerza en ti, una autenticidad que me atrae. No te necesito solo por tu belleza; quiero a alguien que me desafíe, que sea real. Y tú lo eres."
Jade sintió que su corazón se aceleraba, pero la voz de la razón la interrumpió. "Eso suena bien, pero no puedo evitar pensar en todo lo que viene con ello. El mundo en el que te mueves, las decisiones que has tomado... ¿qué pasa si no puedo adaptarme?"
"Lo sé," respondió Hael, su mirada sincera. "Pero te prometo que no te obligaré a hacer nada que no quieras. Estoy aquí para construir algo, no para destruirte."
Ambos se quedaron en silencio, y Jade sintió que la conexión entre ellos se fortalecía. Sin embargo, las dudas seguían asomándose en su mente, y no podía ignorarlas.
"Tal vez deberíamos darnos un tiempo," sugirió Jade. "No estoy lista para... para dar ese paso. Ni siquiera sé qué significa ser tu novia, o tu prometida. Hay tanto que descubrir."
Hael asintió, comprensivo. "No hay prisa. Lo último que quiero es que te sientas presionada. Tomemos las cosas un día a la vez."
Jade sintió un alivio en sus palabras, pero en su corazón había una chispa de deseo que no podía ignorar. A pesar de sus miedos, había algo en él que la atraía de manera irresistible.
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El Contrato del Diablo.
RomanceEn las sombras de una ciudad opulenta y decadente, donde el pecado se viste de seda y el lujo esconde secretos inconfesables, se teje una historia de poder, obsesión y un pacto sellado con el mismísimo diablo. Jade, una mujer atormentada por un pas...