Cap 19: Iniciativa.

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"Entonces, decidí tomar la iniciativa y besarlo, decirle que no está solo, que puede confiar en mí. No importa lo que haya pasado; yo siempre estaré ahí para él."

"Cuando nuestros labios se encontraron, sentí que el tiempo se detenía. Fue un beso suave, lleno de promesas no dichas y un entendimiento profundo. Hael reaccionó con sorpresa al principio, pero luego se relajó, correspondiendo con ternura.

Al separarnos, vi en sus ojos una mezcla de emociones: sorpresa, vulnerabilidad, y algo que se parecía a la esperanza.

—No sé qué decir… —susurró, su voz temblando ligeramente.

—No tienes que decir nada —le respondí, acariciando su mejilla con suavidad—. Solo quería que supieras que estoy aquí, que no tienes que cargar con esto solo.

Su mirada se suavizó, y por un momento, sentí que habíamos creado un pequeño refugio en medio de su tormenta interna.

—Gracias por no alejarte —dijo finalmente, y vi que había una chispa de confianza en su voz que no había estado allí antes.

Pasamos el resto de la tarde hablando, compartiendo historias y sueños, dejando que el pasado se desvaneciera lentamente. Aunque las tormentas aún rondaban en su mente, en ese momento supe que juntos podríamos enfrentar cualquier cosa.

Con cada palabra, cada risa, comenzamos a construir algo nuevo: un espacio donde los miedos y las heridas del pasado podían comenzar a sanar, donde la confianza y el amor podían florecer, sin importar lo que había ocurrido antes."



"A medida que los días se convirtieron en semanas, nuestra conexión se profundizó. Hael comenzó a abrirse más sobre su pasado, compartiendo detalles que antes le costaban expresar. Había días en que los recuerdos de su cautiverio volvían a atormentarlo, especialmente durante las tormentas. Pero en esos momentos, lo sostenía con fuerza, recordándole que estaba a su lado.

Un día, mientras estábamos sentados en el sofá, escuchamos el primer trueno de una tormenta. Su cuerpo se tensó de inmediato, y lo vi cerrar los ojos, como si intentara bloquear los sonidos que lo acechaban. Sin pensarlo, me acerqué y lo abracé, dejando que su cabeza se apoyara en mi hombro.

—No tienes que tener miedo —le susurré—. Estoy aquí contigo.

Después de unos momentos, sentí que su respiración comenzaba a estabilizarse. Las gotas de lluvia comenzaron a golpear las ventanas, y él tomó un profundo respiro, como si luchara contra sus propios demonios.

—Nunca pensé que podría sentirme así de seguro de nuevo —dijo en voz baja, su tono lleno de vulnerabilidad.

—Y no tienes que hacerlo solo. Puedes compartirlo conmigo —le dije, tratando de transmitirle mi apoyo.

A medida que la tormenta se intensificaba, decidimos hacer algo diferente. Busqué en el armario y encontré unas mantas, y nos acomodamos en el sofá con tazas de chocolate caliente.

Los truenos retumbaban, pero en lugar de terror, la habitación se llenó de una calidez reconfortante. Compartimos risas y recuerdos, y en un momento, mientras la lluvia caía, sentí que la tormenta afuera se convertía en un simple telón de fondo para nuestra propia historia en desarrollo.

Mientras la noche avanzaba, me di cuenta de que, a pesar de los ecos del pasado, estábamos creando un nuevo comienzo, uno donde el amor y la confianza podían crecer, sin importar cuán difíciles fueran las tormentas que se avecinaban."


"Entonces, miré a Hael y le dije con confianza:

—Tienes que salir. Los rayos solo son relámpagos; no hay nada que temer. La lluvia puede ser aterradora, pero también puede ser liberadora.

El Contrato del Diablo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora