El Otro Lado de la Moneda [BNHA FIC]

-17-La liga de... Villanos?

Después de la confrontación inicial con Shigaraki, el ambiente en el bar se quedó sumido en un silencio tenso. Shigaraki había dejado claras sus frustraciones, expresando su enojo por la presencia de personas como Angel, Dabi y Toga, quienes estaban ahí no por su lealtad a la Liga, sino por la ideología de Stain, algo que él no soportaba.

- "Sólo necesitan tiempo," comentó la sombra de Kurogiri, intentando calmar las aguas tras la salida de Shigaraki. "Tomará algo de tiempo, pero todo quedará claro."

Angel observó cómo la figura de Kurogiri regresaba a su posición habitual tras la barra, siempre envuelto en esa enigmática neblina. La televisión en la esquina seguía transmitiendo noticias, pero ninguno de los presentes prestaba atención. El silencio era incómodo, y la atmósfera del bar, vacía salvo por ellos, solo aumentaba la sensación de incertidumbre.

Dabi estaba apoyado contra la pared, cruzado de brazos y observando la situación con su habitual calma distante. Toga, por otro lado, estaba sentada en un taburete, balanceándose ligeramente y tarareando algo para sí misma, sin mostrar señales de preocupación. En contraste, Angel se encontraba en una esquina, con Eri a su lado, quien observaba todo a su alrededor con ojos curiosos pero nerviosos.

Angel no dijo nada en ese momento, pero sentía el peso de lo que acababa de pasar. Shigaraki era impulsivo, emocional y, sobre todo, peligroso. Aun así, había algo en su interior que lo hacía dudar. Había sentido algo más profundo en Shigaraki, un deseo de algo más grande que aún no podía entender completamente. Quizás la sombra, Kurogiri, tenía razón. Tal vez el joven líder de la Liga necesitaba más tiempo.

- "Bueno, esto fue divertido," rompió el silencio Toga, sin ningún rastro de preocupación en su voz. "¿Ahora qué hacemos? ¿Nos quedamos aquí sentados esperando a que el jefe se calme?"

Dabi apenas levantó una ceja, pero no respondió de inmediato.

Angel, que había permanecido en silencio hasta ahora, finalmente habló, su voz baja y cautelosa.

- "¿Y después qué? Estamos aquí, pero... ¿para qué?"

La pregunta de Angel quedó flotando en el aire. No era sólo una cuestión de qué harían ahora, sino de por qué estaban todos ahí. La Liga de Villanos no parecía tener una dirección clara, al menos no por ahora. Todos, excepto Shigaraki, parecían estar aquí con sus propios motivos, sus propios demonios.

Kurogiri respondió desde la barra, su tono calmado como siempre.

- "El propósito de la Liga se revelará con el tiempo. Por ahora, lo importante es que se mantengan alineados. Hay grandes cosas en marcha y si permanecen en ella, ustedes también obtendrán lo que desean.

Angel no estaba convencido, pero tampoco había otro camino en ese momento. La vida había sido cruel, y aunque detestaba la idea de ser un "villano", entendía que el mundo no siempre le daba la opción de elegir. Todo lo que quería era proteger a Eri, y si eso significaba alinearse con la Liga, lo haría... al menos por ahora.

La televisión continuaba su transmisión de noticias y Angel no podía evitar sentir que estaban en el ojo de una tormenta que solo seguiría creciendo.

Dabi se apartó de la pared, estirándose perezosamente.

- "De todas formas, no estamos aquí para sentarnos a charlar todo el día. Algo va a suceder tarde o temprano."

La pregunta que rondaba la mente de Angel seguía sin respuesta. ¿Qué significaba estar en este lugar? ¿Qué le deparaba el futuro, ahora que había cruzado esa puerta.

Mientras la tensión en el bar persistía, el estómago de Eri gruñó suavemente. Angel la miró con preocupación, sabiendo que la pequeña estaba hambrienta. A su alrededor, la atmósfera oscura y opresiva de la Liga de Villanos no ayudaba a calmar sus pensamientos, pero tenía que hacer algo por Eri, no importaba el lugar en el que estuvieran.