POV FAYE
A veces, sientes que el universo está completamente en tu contra, como si la vida te odiara y todo lo malo te pasara solo a ti. Te encierras tanto en ese mundo de autocompasión que olvidas lo que realmente tienes: un techo donde dormir, comida en la mesa, agua caliente para bañarte y un trabajo, por más mediocre que sea. Hay quienes no tienen ni eso, y aun así, no se quejan tanto como lo hacemos otros. Estoy a punto de cumplir 30 años, y en todo este tiempo, siento que no he hecho nada realmente significativo con mi vida.
Hace casi una década que dejé Tailandia para encontrar mi camino. Siempre he creído que la vida tiene algo grande reservado para mí, lo siento dentro de mí. Pero, con el paso de los años en Estados Unidos, esa certeza ha comenzado a desvanecerse. Terminé mis estudios en psicología aquí, pero jamás he ejercido como tal. No es que no me guste; si no me hubiera atraído, no habría pasado años estudiándola. Pero algo en mi interior me decía que había algo más allá, algo que aún no he encontrado.
En lugar de eso, terminé trabajando como bartender en un club. Un trabajo que no tiene nada de glorioso, pero es lo único que tengo. A veces, canto en el mismo lugar, y debo admitir que eso es lo único que realmente amo de mi vida. Cuando canto, me siento libre. Cada nota, cada acorde de mi guitarra vibra dentro de mí y me hace sentir viva, aunque solo sea por unos minutos. Algunas personas me dicen que debería probar suerte en un estudio, que no pierdo nada intentándolo. Pero yo no me siento lo suficientemente buena. Así que me limito a cantar aquí, en el club, y en la soledad de mi casa.
Siempre me ha gustado la atención. Desde pequeña, sabía que había nacido hermosa. No lo digo por egocentrismo, simplemente es la realidad. Soy alta, muy alta; tengo la piel blanca y soy delgada, el típico estereotipo de mujer "perfecta". Donde quiera que fuera, la gente me miraba, y lo admito, me encantaba. Por eso creí que, con ese don, fácilmente podría ser actriz o modelo. Lo intenté. Fui a castings, a entrevistas. Pero ser asiática en un país extranjero no es fácil. Conseguí algunos comerciales aquí y allá, pero ninguno me llevó a donde quería. Con el tiempo, dejé ese sueño atrás.
Hoy es uno de esos días en los que simplemente no quiero existir. Me siento como un completo fracaso, y lo peor es que todos lo saben. Aquí estoy, a punto de cumplir 30 años, sin haber logrado nada importante, y además, sigo soltera. A esta edad, nada bueno puede esperar de la vida, o al menos eso creo. Soy pesimista, lo sé. Me convertí en una cuando entendí que mi vida nunca sería como la imaginé. Cuando acepté que ese "algo bueno" que creía que el destino tenía preparado para mí no existía. Solo fue una ilusión que mi mente fabricó para mantenerme esperanzada durante años.
Pero ahora, mientras los 30 se acercan, he decidido vivir un día a la vez, sin esperar nada. Sin esperanza, sin decepciones.
Advertencia Importante leer
Los personajes no son míos; es solo una historia creada por mí. Nada de lo que ocurre en esta lectura es real, y algunos nombres, lugares o aspectos de la cultura pueden haber sido modificados. Es una historia cliché de amor, sin tanto drama ni escenas sexuales tan explícitas, todo en un ambiente sano y ficticio.
Gracias por leer la historia. Espero que les guste. Si tienen alguna duda o ven algún error, por favor, déjenlo en los comentarios.
Porfi si les gusta la historia háganmelo saber en los comentarios eso me da más ánimos a seguir adelante que luego pienso que no les gusta y me pongo sad 🥺👉🏻👈🏻
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Keep Dreaming (FayeYoko)
FanfictionLa historia sigue a Faye, una mujer tailandesa que vive en Nueva York, enfrentando sus miedos y el peso de las expectativas familiares. A lo largo de su vida, ha luchado con la sensación de fracaso, especialmente al compararse con sus exitosas herma...