POV Faye
7 Días
El miércoles no fue diferente de los últimos días: una rutina monótona de despertar, darme una ducha, perder el tiempo y, al final, hacer preparativos para el viaje. Le avisé a la dueña del departamento que estaría fuera un par de semanas y revisé por enésima vez los documentos, el equipaje y los detalles para asegurarse de que todo estuviera en orden.
Llegué al bar más tarde de lo usual. Lux ya había abierto y todos estaban en sus puestos, cumpliendo con sus labores. Estaba tranquila sabiendo que todo estaba cubierto, pero no me preparé para el comentario de Alison, una de las empleadas más antiguas y también una amiga cercana:
—Te vamos a extrañar, Faye.
La miré a los ojos, algo desconcertada.
—Sólo serán dos semanas, no me voy para siempre —respondí con una sonrisa para intentar suavizar la seriedad que sentía en su mirada.
—Es solo que... se siente como si ya no fueras a volver. Es raro, no me hagas caso —contestó, desviando la mirada mientras retomaba su trabajo.
El resto de la noche lo pasé en la oficina, revisando todo del bar para irme con la certeza de que todo estuviera en orden. Sabía que no estaría fuera mucho tiempo, pero mi mente insistía en tener todo listo hasta el más mínimo detalle. Tan inmersa estaba en mi burbuja que ni me di cuenta de la hora hasta que Lux entró.
—Vamos, cariño, es hora de ir a casa —me llamó, y al mirar el reloj de la pared, vi que ya eran las 12:57.
—¿En qué momento se hizo tan tarde? —pregunté, confusa.
—Te encerraste aquí y ni te diste cuenta. ¿Estás bastante nerviosa por mañana, verdad? —preguntó, con esa típica curiosidad suya.
—Sí, bastante —respondí escuetamente, tratando de no darle mucha importancia.
—Sé que no servirá de mucho lo que te diga, pero tranquila, todo estará bien. Presiento cosas buenas para ti en este viaje —me dedicó una sonrisa tranquilizadora—. Ahora, levanta ese hermoso trasero y vámonos.
—Tienes un serio problema con mi trasero —le dije en tono juguetón mientras me levantaba y recogía mis cosas para caminar hacia la salida.
—No es mi culpa que tengas un sexy trasero —bromeó, acercándose a mí por detrás.
—Lástima que no será tuyo —le contesté con altanería, y ella bufó soltándome, mientras reíamos juntas.
Lux y yo siempre habíamos tenido esa dinámica. A veces parecía que éramos pareja, pero en realidad no pasábamos de ser amigas. En su momento hablamos sobre la atracción mutua que existía entre nosotras, pero decidimos no mezclar las cosas y mantenernos como amigas. No me imaginaba mi vida en este país sin ella. Tenernos mutuamente era lo mejor, y no cambiaría esa decisión.
Caminamos en silencio por las calles hasta llegar a mi edificio. Cuando cruzamos la puerta, Lux se dirigió directamente al sofá y se dejó caer.
—Cómo extraño este departamento —dijo, con un toque de tristeza en la voz.
—Sabes de sobra que sigue siendo tu departamento también —le recordé, a lo que asintió—. Pero no traigas a Aliz aquí, por favor —solté, provocando que ambas soltáramos una risa.
—Jamás traería a una mujer a nuestro lugar seguro —dijo mientras se levantaba y caminaba a la cocina a sacar una botella de agua—. ¿Empacaste toda la ropa o hay algo en el clóset?
—Ahí tienes algo, ¿para qué? —pregunté, confundida.
—Me voy a meter a bañar —respondió sin rodeos y desapareció en dirección a mi habitación.
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Keep Dreaming (FayeYoko)
FanfictionLa historia sigue a Faye, una mujer tailandesa que vive en Nueva York, enfrentando sus miedos y el peso de las expectativas familiares. A lo largo de su vida, ha luchado con la sensación de fracaso, especialmente al compararse con sus exitosas herma...