POV Faye
Los pocos días en Nueva York terminaron más rápido de lo que había imaginado. La despedida con Lux fue dura y emotiva al igual que con los demás empleados que eran amigos. Nos abrazamos, prometiéndonos que no dejaríamos que la distancia arruinara nuestra amistad. Pero, mientras me alejaba, sabía que algo en mí había cambiado para siempre pero mi amistad con ella jamás.
Ahora, estaba oficialmente trabajando en el estudio, y el ambiente era completamente diferente. Comenzamos con talleres destinados a liberarnos y conectar entre nosotros. No solo me refería a Yoko, sino a los demás actores también. En esos momentos, éramos un grupo pequeño, solo cuatro personas que teníamos más participación en la serie. Cada una tenía su propio estilo y energía, lo que hacía que las dinámicas fueran fascinantes.
En el avión de regreso a Tailandia, leí el libro del que se va tratar la serie. Era una novela hermosa, un poco triste y conflictiva, pero cautivadora. Me hizo reflexionar sobre la vida, los sacrificios y el amor. Sabía que iba a meterme a fondo en mi papel de Nueng, las cosas me las tomo muy enserio.
Además, comenzamos a tener pequeñas sesiones de fotos, tanto en solitario como en pareja con Yoko. Cada sesión era una nueva oportunidad para explorar nuestra química, y tenía que admitir que entre nosotras las cosas eran maravillosas. Cada vez que estábamos juntas, la conexión se hacía más intensa y natural, como si todo fluyera sin esfuerzo.
Las risas y la complicidad se entrelazaban en cada imagen que capturábamos, y no podía evitar sentirme emocionada por lo que estaba por venir. Al mirar a Yoko a través del lente, veía no solo a una colega, sino a alguien que había comenzado a ser una parte fundamental de mi vida. La historia de Nueng comenzaba a cobrar vida, y con cada día que pasaba, el mundo que estaba creando junto a Yoko se sentía más real.
Poco a poco, la gente comenzaba a conocerme, y eso era algo que no esperaba tan pronto. Yoko, junto con Wanwan, solía subir mis fotos a sus historias de Instagram y etiquetarme. Gracias a sus enseñanzas, comencé a entender la dinámica de la red y, para mi sorpresa, el número de seguidores crecía de manera increíble. Era un mundo nuevo, y cada notificación de un nuevo seguidor era una pequeña dosis de emoción.
Sin embargo, ahora estaba en mi nuevo departamento, tratando de asimilar todo lo que había ocurrido en el taller de hoy. Wanwan nos había puesto a ensayar una de las escenas más emotivas, donde mi personaje, Nueng, pierde a su abuela. Era un momento cargado de tristeza, y la comunicación entre ellas no fluyó como debía. Nueng nunca pudo hacer las paces con su abuela antes de que partiera, y esa culpa se sentía aplastante.
Fue en ese contexto de dolor que el personaje de Yoko, Anueng, apareció y, en un giro inesperado de la trama, nuestras emociones se desbordaron. La escena, que originalmente comenzaba con la joven consolando a mi personaje y despues unos besos y directo a la cama pero en el taller solo experimentaríamos el dolor y unos besos. Desde aquel pequeño beso en mi cumpleaños, no había vuelto a experimentar algo así, y hacerlo durante el ensayo fue revelador para mí. Lo que comenzó como una actuación se transformó en un beso real, lleno de significado.
Al separarnos, sentí una mezcla de emociones: vergüenza y confusión, pero también una chispa de algo más. Ese momento quedó grabado en mi mente y en cámara, y por un instante, me sentí vulnerable, expuesta.
Después del ensayo donde tanta emociones se desbordaron y nos tuvimos que meter en la vida de nuestros personajes y sentir el dolor que vivía cada una y creo que por primera vez en mucho tiempo llore, llore de a deveras y no solo actuación. , Yoko, aún con los ojos brillantes, se volvió hacia mí. Su expresión era una mezcla de sorpresa y alegría. En medio del grabación para el EP, Yoko mencionó entre nerviosismos y pequeños lloriqueos que "fue como si la mordí que sus labios fueron comidos por mi" y eso me hizo sonrojar muchísimo. No sabía si reírme o esconderme; era una combinación de emociones tan abrumadora que no podía evitar sentirme avergonzada.
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Keep Dreaming (FayeYoko)
FanfictionLa historia sigue a Faye, una mujer tailandesa que vive en Nueva York, enfrentando sus miedos y el peso de las expectativas familiares. A lo largo de su vida, ha luchado con la sensación de fracaso, especialmente al compararse con sus exitosas herma...