POV NARRADOR
Faye marcó el número, y tras unos tonos, la voz débil de Becky respondió al otro lado de la línea.
—¿Faye? —preguntó Becky, sorbiéndose la nariz y algo tensa—. ¿Está todo bien?
—Hola, Becky. Sí, bueno... está Freen aquí en mi casa. Han pasado por un mal momento y sé que tú también estás preocupada. Creo que ambas necesitan hablar —dijo Faye en un tono suave pero firme—. Freen tiene algo que decirte.
Hubo un momento de silencio en la línea, y luego Becky suspiró, visiblemente aliviada.
—Claro, voy para allá —respondió, su voz sonando más calmada—. Gracias, Faye.
No pasó mucho tiempo antes de que alguien llamara a la puerta. Freen se puso de pie rápidamente, su nerviosismo palpable. Faye le dio una palmada suave en la espalda y le susurró:
—Respira. Ahora es tu oportunidad de arreglar las cosas. Solo sé honesta.
Freen asintió, tomando aire antes de abrir la puerta. Allí estaba Becky, con una expresión de tristeza y, al mismo tiempo, de esperanza.
—¿Puedo pasar? —preguntó Becky en un susurro.
Freen asintió y la dejó entrar, mientras Faye y Yoko se retiraban a su habitación para darles privacidad, no sin antes darle una sonrisa alentadora a su hermana.
Con las emociones a flor de piel, Freen y Becky se miraron en silencio durante unos segundos hasta que Freen habló.
—Becky, siento mucho todo lo que te dije. Me dejé llevar por los celos y no te escuché...
Becky suspiró, sus ojos llenos de ternura y dolor.
—Lo sé, Freen. A veces las cosas se ven muy mal desde fuera, pero créeme, nada es como tú piensas.
Freen asintió y, por primera vez, ambas se sentaron juntas, dispuestas a escucharse y a sanar lo que el malentendido había roto en tan poco tiempo.
Freen y Becky se miraron en silencio, hasta que Becky se armó de valor y comenzó a hablar, sus ojos brillando con emociones contenidas.
—Freen... ese hombre que viste es Non solo un viejo amigo. No lo veía en años, y me dio gusto encontrarlo de nuevo, pero... no significa nada para mí —explicó Becky, tratando de que su voz sonara lo más tranquila posible—. En algún momento, cuando éramos adolescentes, tuvimos algo, pero fue hace tanto que ni siquiera importa ya. Lo abracé porque él me invitó a su boda me dio gusto por el.
Freen respiró profundamente, escuchando atentamente y sintiendo cómo el peso en su pecho se aligeraba poco a poco y sintiéndose un poco tonta tambien.
—Entonces... ¿no hay nada entre ustedes? —preguntó Freen, su voz casi un susurro, insegura.
Becky negó con la cabeza, su expresión seria.
—No, Freen. Nunca ha habido nada serio entre él y yo, y jamás lo habrá. Tú eres la única persona en mi vida que amo de esta manera —respondió Becky con ternura, tomando la mano de Freen—. Pero hay algo más que debo decirte, algo que me ha estado lastimando estos días... algo fuerte.
Freen frunció el ceño, preocupada.
—¿Qué pasa? Sabía que había algo más. Te noté diferente, pero nunca imaginé que fuera algo tan grande. ¿Es por eso que has estado tan distante? —preguntó Freen con una mezcla de curiosidad y ansiedad.
Becky asintió y, tras un segundo de pausa, comenzó a hablar.
—Es sobre una mujer, Heidi. Ella es... bueno, la nueva socia de la empresa. Hemos coincidido un par de veces en las que ah ido y, cuando me ha visto, no ha hecho más que recordarme cuánto más importante y valiosa es ella comparada conmigo —explicó, apretando la mano de Freen con fuerza—. Me ha dicho que tú no te mereces alguien tan simple como yo... que soy solo una trabajadora en tu empresa y que tú eres la dueña. Según ella, tarde o temprano te darás cuenta de que no valgo la pena y que... —Becky hizo una pausa, su voz rompiéndose—, que me dejarás por alguien como ella.
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Keep Dreaming (FayeYoko)
FanfictionLa historia sigue a Faye, una mujer tailandesa que vive en Nueva York, enfrentando sus miedos y el peso de las expectativas familiares. A lo largo de su vida, ha luchado con la sensación de fracaso, especialmente al compararse con sus exitosas herma...