Fairy Tail: Metal y Hilos

Capítulo 13: Despertar

Tierra, Ishgar, Reino de Fiore, Magnolia

Mayo, x772

"Mierda..." dijo Alfonzo, abriendo los ojos aturdido varias horas después de que Wakaba lo noqueara. "Realmente perdí la cabeza allí, ¿eh?"

Con los ojos abiertos y concentrados, Alfonzo miró el techo aturdido. Después de un momento, comenzó a escanear la habitación. Cuando lo hizo, lo que vio fue una habitación blanca con un par de ventanas y varias camas. En una de las cuales estaba acostado en ese momento.

"Supongo que estoy en la enfermería", pensó Alfonzo en voz alta. "Mierda, Wakaba debe haberme golpeado más fuerte de lo que pensaba"

"Sí, tuvo que detener el alboroto que estabas a punto de hacer", dijo Makarov desde la puerta de la enfermería.

"Abuelo... ¿Cuánto tiempo has estado allí?" preguntó Alfonzo, sin mirar en dirección a Makarov.

—Lo suficiente para darme cuenta de que imitas los malos hábitos de tu madre —dijo Makarov—. Incluso de niño, tienes una boca bastante sucia.

—¿Conocías a mamá? —preguntó Alfonzo, girando la cabeza en dirección a Makarov con un ligero rubor, que era difícil de ver debido a su piel más oscura, en su rostro.

—Por supuesto que sí —dijo Makarov asintiendo. Luego, entró en la habitación y se sentó en la cama junto a Alfonzo—. Al igual que el padre de Elicia, ella fue miembro del gremio hace varios años.

Alfonzo solo podía mirar sin comprender. Aunque conocía la historia del anime y había leído mucho sobre el mundo y la tradición en Internet, no había forma de conocer a todos los miembros del gremio, antiguos o actuales. La mayoría de los miembros del gremio ni siquiera son nombrados. Pero descubrir que su madre y el padre de Elicia, en este mundo, eran antiguos miembros de Fairy Tail fue todo un shock.

Al salir de su aturdimiento unos momentos después, Alfonzo miró a Makarov y decidió que podría preguntar por sus padres más tarde. En cambio, sabía que había algo más importante de lo que preocuparse.

"Entonces, ¿qué tipo de castigo recibiré por lo que intenté hacerle a Laxus?", preguntó Alfonzo con una expresión solemne en su rostro.

"Suspiro Esta vez no habrá castigo", dijo Makarov, con un tono igualmente solemne. "Mientras no vuelva a suceder, debería estar bien. Una buena lección para Laxus, incluso"

Aunque Alfonzo suspiró aliviado, todavía se sentía culpable por perder la cabeza de esa manera. Cerró los ojos y comenzó a reflexionar sobre sus acciones. Sin embargo, no pudo pensar demasiado.

"Elicia me dijo por qué perdiste la calma de esa manera", dijo Makarov con dulzura. "Entonces, puedo entender por qué hiciste lo que hiciste. Pero debes saber que Laxus no estaba apuntando a tu ojo"

"Suspiro Lo sé, abuelo". Alfonzo dijo, abriendo los ojos lentamente. "Pero esto fue lo último que mamá me dio antes de ese día. Así que, yo..."