Fairy Tail: Metal y Hilos

Capítulo 100: Dejando Resenbool

Tierra, Ishgar, Reino de Fiore, Resenbool

Septiembre, x781

Pasaron unos días desde que Alfonzo envió el Metal Orgánico Tecno al espacio exterior. Desde entonces, ha pasado la mayor parte de su tiempo relajándose en un intento de recuperar su poder mágico. Aun así, todavía se unía a Sun por las mañanas para hacer unas horas de entrenamiento. Aunque su entrenamiento era solo de tipo físico.

Eventualmente, sin embargo, el poder mágico de Alfonzo fue restaurado por completo. Y una vez que lo fue, él y Sun decidieron que era hora de regresar a Magnolia y completar la misión.

"Suspiro ¿De verdad tienes que irte?", preguntó Winry en un tono triste. "Tenerte aquí fue como tener una hermana pequeña"

Mientras Winry hablaba, sus brazos rodeaban firmemente a Sun, quien sonreía irónicamente ante el intento de Winry de hacer que se quedara.

"Yo también me divertí, Winry", dijo Sun, dándole palmaditas en la espalda a Winry mientras hablaba. —Pero extraño a mi mamá... y a mi papá... supongo.

Al oír eso, Winry suspiró una vez más. Luego, a regañadientes, soltó a Sun de su abrazo. Mientras tanto, Alfonzo simplemente observó al par de adolescentes desde un costado, al lado de Pinako y Den.

—Lo admito, será un poco más solitario por aquí sin ustedes dos. —Dijo Pinako mientras observaba a su nieta. —Winry, aunque es una chica alegre, sonrió mucho más de lo habitual mientras ustedes dos estuvieron aquí.

—Además, no podrás pedirme más consejos de cocina. —Agregó Alfonzo con una sonrisa descarada.

—Eso también es verdad. —Respondió Pinako, sin molestarse por el tono burlón de Alfonzo. —Aun así, aunque solo viniste para una misión, eres bienvenida a visitarnos en cualquier momento.

—Gracias, abuela. —Respondió Alfonzo con una sonrisa genuina en su rostro. —La próxima vez, también traeré a mis otras prometidas.

—Todavía no puedo creer que seas polígamo —dijo Pinako mientras sacudía la cabeza—. Bueno, mientras esas chicas estén de acuerdo con eso, quién soy yo para estar en desacuerdo.

—Para ser honesto, ni siquiera fue mi idea —dijo Alfonzo con una sonrisa impotente—. Pero hace feliz a Lici, por alguna razón, así que simplemente lo acepté.

Con eso, Pinako miró a Alfonzo con incredulidad. Un momento después, después de ver la mirada impotente en su rostro, se dio cuenta de que lo que estaba diciendo era verdad.

—Verdaderamente una chica extraña —murmuró Pinako.

—Aunque esa es la verdad, apreciaría que no llamaras extraña a mi prometida —dijo Alfonzo con una sonrisa irónica.

"Claro" dijo Pinako con indiferencia. Un momento después, metió la mano en uno de sus bolsillos y sacó un sobre sellado antes de continuar. "Toma, esta es la prueba de que la misión se completó. En nombre de la gente de Resenbool, te agradezco tu ayuda"