Fairy Tail: Metal y Hilos

Capítulo 19: La resolución de Caná

Tierra, Ishgar, Reino de Fiore, Magnolia

Julio, x773

Después de que Cana huyó del gremio, Alfonzo la persiguió de inmediato. Al final de la corta persecución, Alfonzo alcanzó a Cana en el parque de Magnolia. Al verla sentada debajo de un árbol abrazando sus rodillas contra su pecho. Al verla así, Alfonzo solo pudo sentir tristeza por la chica.

'Suspiro La parte lógica de mi mente dice que ella debería haber esperado este resultado', pensó Alfonzo mientras se acercaba a la claramente deprimida Cana. 'Pero al mismo tiempo, no puedo evitar pensar que Gildarts es un idiota. Quiero decir, estaba pensando en Cornelia y Cana estaba sentada justo frente a él. ¿Cómo no sumó dos y dos con ellas luciendo tan parecidas?'

Al mismo tiempo, aunque Cana escuchó los pasos que se acercaban, no levantó la vista para ver quién se acercaba. Mientras Alfonzo pensaba, Cana esperaba que Gildarts no la reconociera. Dicho esto, no lo hizo más fácil.

"Cana", dijo Alfonzo suavemente cuando estaba justo frente a la niña más joven.

Al escuchar su nombre, Cana se estremeció. Sin embargo, después de registrar al dueño de la voz, miró hacia arriba vacilante. Suspirando de alivio cuando vio a Alfonzo, Cana se lanzó hacia adelante y abrazó a Alfonzo mientras seguía llorando.

Al abrazarla a cambio, Alfonzo decidió permanecer en silencio y frotar la espalda de Cana mientras pasaba los dedos por su cabello con ternura. Sabía que no tenía la habilidad para consolar a una niña que lloraba, de hecho, Elicia siempre había dicho que era pésimo en eso, así que decidió simplemente darle un hombro para llorar.

"Sniff ¿Él... Sniff no me quiere?", preguntó Cana después de llorar unos minutos más. "¿Es por eso que... Sniff no me reconoció?"

Queriendo suspirar, Alfonzo se tragó rápidamente ese sentimiento. Sabía que esa era la acción incorrecta que debía tomar en esta situación. Entonces, se tomó un momento para pensar en una respuesta. No estaba seguro de qué la animaría en esta situación.

"Cana", dijo Alfonzo suavemente mientras levantaba la barbilla de Cana para poder mirarla a los ojos. "Tú y yo sabemos que esa no es la razón... ¿verdad?"

En lugar de responder, Cana desvió la mirada tratando de mirar hacia otro lado. Sin embargo, Alfonzo todavía sostenía su barbilla, por lo que no podía apartar la cara.

"Hasta el momento en que dejamos el gremio, Gildarts ni siquiera sabía que tenía un hijo", continuó Alfonzo. "Entonces, no es que no te quisiera. Pero no sabía sobre ti"

Mientras continuaba peinando con sus dedos el cabello de Cana, Alfonzo pudo sentir que la tensión abandonaba el cuerpo de Cana. Después de notar que se estaba calmando, Alfonzo le soltó la barbilla. Pero Cana mantuvo el contacto visual como si no se hubiera dado cuenta.

"He pasado un poco más de un año contigo, así que sé que eres una chica valiente", dijo Alfonzo con una sonrisa. "Entonces, si quieres que Gildarts sepa sobre ti, tienes que decírselo. Incluso si la idea del rechazo te asusta"