Fairy Tail: Metal y Hilos

Capítulo 42: Los nuevos viajes

Tierra, Ishgar, Reino de Fiore, Magnolia

Septiembre, x776

¡Bocinazo! ¡Bocinazo!

"¿Qué demonios es eso?", preguntó Macao, que estaba sentado en el bar con Wakaba, después de que se escuchara el sonido desconocido desde afuera del salón del gremio.

"No lo sé", respondió Wakaba. "Nunca había escuchado un sonido como ese antes"

"¿Deberíamos salir y echar un vistazo?", preguntó Macao, con curiosidad brillando en sus ojos.

"Sí, no siento que estemos en peligro, así que ¿por qué no?", respondió Wakaba encogiéndose de hombros.

Sin embargo, antes de que cualquiera de ellos pudiera levantarse de sus asientos, vieron a Elicia con una sonrisa emocionada corriendo hacia las puertas principales del salón del gremio. Detrás de ella había un grupo de niños curiosos, que también corrían hacia las puertas.

"¿Qué están haciendo esos niños?", preguntó Wakaba, levantándose de su asiento.

"No lo sé, pero será mejor que nos aseguremos de que no les pase nada", dijo Macao, siguiendo a Wakaba y levantándose de su asiento.

"¿Por qué hablan tanto, mocosos?", gritó Makarov mientras les daba una palmada en la cabeza a Macao y Wakaba. "Dense prisa y síganlos"

Con eso, Makarov saltó de su lugar habitual en la barra y corrió hacia la puerta principal, justo detrás de Ur, que también estaba pensando en proteger a los niños. Mientras tanto, Macao y Wakaba se miraron por un momento antes de seguir a Makarov.

¡BANG!

Un momento después, Elicia llegó a las puertas y las abrió de golpe. Cuando lo hizo, abrió mucho los ojos por la sorpresa. Luego, cuando llegaron los otros niños y Ur, sonrió alegremente.

Frente a Elicia y los demás había tres vehículos mágicos que parecían autos de su vida pasada. A la izquierda, había una copia casi exacta del auto de su vida pasada, un BMW Z3 azul plateado, a la derecha había un Cadillac Escalade rojo cereza, y en el centro había un Aston Martin Vanquish plateado. Apoyado contra la puerta del lado del conductor del Vanquish estaba Alfonzo, sonriendo alegremente ante las expresiones de asombro en los rostros de sus amigos.

"¡Fonzie! ¡Esto es increíble!", gritó Elicia mientras corría hacia Alfonzo.

Alfonzo se alejó un paso del auto, abrió los brazos y atrapó a Elicia, quien saltó hacia él con todas sus fuerzas. Luego, tan pronto como la atrapó, ella lo envolvió con sus brazos y piernas y lo besó en la mejilla.

Mientras tanto, el grito de Elicia sacó a los demás de su estupor. Luego, comenzaron a caminar hacia los tres vehículos, aunque Cana estaba haciendo pucheros, con fuerza, ante la muestra de afecto de Elicia.