Fairy Tail: Metal y Hilos

Capítulo 38: Eso es justo lo que necesitaba

Tierra, Ishgar, Reino de Fiore, Lupinus

10 de mayo, x776

Después de que sus estómagos se vaciaron lo suficiente, Alfonzo y Elicia entraron rápidamente en las ruinas del castillo. Aunque no querían nada más que regresar a la ciudad, tomar una ducha y tomar una larga siesta, decidieron explorar las ruinas, por si acaso podían encontrar algo útil.

Inicialmente, cuando buscaron en el castillo, no pudieron encontrar nada. Con el hechizo [Detección de hilos] de Elicia, lo único que pudo encontrar fueron escombros y muebles rotos. Incluso el sentido del poder mágico de Alfonzo mostró más de lo mismo. Sin embargo, Alfonzo continuó teniendo la persistente sospecha de que se estaban perdiendo algo.

"Vamos, Fonzie". Elicia se quejó en un tono cansado. "Estoy tan cansada. Quiero tomar una siesta"

El tono cansado de Elicia no sorprendió a Alfonzo en lo más mínimo. Al igual que ella, se estaba quedando sin poder mágico. Y aunque normalmente realizaban entrenamientos de mayor intensidad que su pelea con el licántropo, el agotamiento mental que trajo consigo la pelea fue más de lo que esperaba.

"Solo unos minutos más, Lici", dijo Alfonzo mientras él y Elicia caminaban por un pasillo en el castillo. "Puedo sentir algo por aquí"

Aunque hizo pucheros, Elicia no se opuso. En cambio, solo tomó la mano de Alfonzo y caminó junto a él. Finalmente, el dúo llegó a una habitación con un par de puertas grandes y destrozadas. Después de abrirlas con cuidado, Alfonzo y Elicia llegaron a una habitación que solo podían suponer que solía ser la sala del trono de este castillo.

Tan pronto como entraron en la habitación, la sensación de Alfonzo se fortaleció. E inmediatamente comenzó a caminar hacia el trono roto que se encontraba en la parte trasera de la habitación. Subiendo las escaleras frente al trono, él y Elicia se detuvieron. Si bien Elicia no vio nada fuera de lo común, Alfonzo pudo sentir la presencia de metal dentro y debajo del trono.

"Creo que hay una bóveda debajo del trono, Lici", dijo Alfonzo con una sonrisa. "Y por lo que puedo sentir, nunca ha sido abierta"

Al escuchar eso, los ojos cansados ​​de Elicia se iluminaron de emoción.

"¿Puedes abrirla?", preguntó Elicia. "Me pregunto qué tipo de tesoros hay dentro. Apuesto a que habrá algunos collares y anillos bonitos allí. Ooh, Fonzie, ¿crees que podré encontrar algunos aretes bonitos allí?"

Mientras Elicia comenzaba a soñar despierta con las joyas que podría encontrar, Alfonzo solo pudo sonreír con ironía.

"Hace solo un segundo, estaba muerta de cansancio y lista para irse", pensó Alfonzo mientras examinaba el trono. "Pero tan pronto como mencioné una bóveda y ella relacionó eso con joyas, instantáneamente se llenó de energía nuevamente. Lo juro, las mujeres descienden de los dragones. A todas les encantan los tesoros y las cosas brillantes"

Unos momentos después, Alfonzo colocó sus manos sobre el trono y pasó algo de poder mágico a través de él. Y para su sorpresa, parecía estar hecho de un metal extremadamente denso y no mágico.