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-¿Quién ha tomado esa decisión Mía?- pregunto levantándome ignorando el dolor de mi cabeza
Mía se levanta mordiéndose el labio nerviosa. Me paro frente a ella con la mirada severa.
-Mía
-Casey, su familia y el tomaron esta decisión- responde en voz baja
Asiento cogiendo una bata y me dirijo a la puerta.
-Espera Ada, tu familia aceptó
-¿Porque no me sorprende?- pregunto sin darme la vuelta
Bajo las escaleras a paso rápido y entro al salón donde mi querida familia está reunida. Me miran de arriba a abajo con desaprobación.
-Es mi boda y no tienen derecho a decidir si haremos o no la fiesta, ¿entendido? La próxima vez que vayan a tomar este tipo de decisiones me preguntan primero- reclamo frustrada
Papá frunce las cejas, mamá ríe como una loca histérica.
-¿Enserio crees que aún tienes tu palabra a decir? Ada la noche anterior ibas a escapar con...
-No mamá, no iba a escapar y todo esto fue la idea de tu hijo
-Te he dicho que no vuelvas a hechar...
-Me reuniré con Casey, no quiero que ninguno de vosotros se meta en mis asuntos nunca más
Me doy la vuelta pero antes de desparecer Gael grita las palabras que me recuerdan la mirada de asco de Casey, sus palabras llenas de odio y sobre todo la distancia que puso entre nosotros:
-Dudo que Casey quiera verte y mucho menos hablar con una mujer asquerosa como lo eres tú
"No vuelvas a pronunciar mi nombre con tu asquerosa boca".
Me detengo frente a las escaleras, mi mano sobre mi corazón que late con fuerza. Tiene razón, después de todo es lo que menos merezco. ¿Enserio creí que haríamos una boda después de lo de anoche? ¿Enserio creí que me casaría como siempre soñé?
Que inocente.
-Ada- llama la voz femenina cuando la puerta principal se abre
Me doy la vuelta y veo a Laura parada en el marco de la puerta, recorre con la mirada mi silueta y corre a abrazarme.
-Lo siento tanto cariño- susurra acariciando mi espalda como le gusta hacer- no he podido venir anoche, ¿como te encuentras?- pregunta separándose de mi
Sonrío dándole un apretón en el brazo.
-No te preocupes...me siento bien, subamos a mi habitación, Mía tú también ven
Las dos mujeres asienten y subimos a mi habitación donde cierro la puerta con llave soltando un suspiro de cansancio.
