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El resto de la cena transcurre lo más normal que puede hacerlo en esta situación. He llevado un par de bocados a mi boca sintiendo varias miradas sobre mi, se estarán preguntando qué hacemos en la misma mesa que está deshonrada. También se preguntarán si comer la misma comida encima de la misma mesa hace de ellos unos deshonrados.
No lo sé. No tengo fuerzas y energía para pensar en ello. Al final de la cena por fin podemos regresar a casa, a casa digo como si volviera a mi hogar. Hablando de hogar, ¿algún día he tenido uno? Tampoco lo sé, me doy cuenta que hay muchas cosas en mi vida que me son desconocidas. No solamente he perdido a mi familia y "honor" si no que también mis clases de bailes, mi telescopio y dinero.
Puedo pedirle dinero a mi hermana pero no puedo hacerlo. ¿Como pedirle el dinero de su marido? Es muy vergonzoso. Es irónico, vivir en una mansión como esta, pertenecer a la mafia y a una de las familias más ricas pero aún asín siento que no tengo nada.
La mañana siguiente estoy en el jardín sentada en uno de los bancos frente a la fuente cuando escucho unos gritos. Me levanto frunciendo las cejas y camino despacio hacia las personas que gritan. Me detengo cuando veo a mi hermana gritar a Edoardo quien aprieta los puños con fuerza.
-¿Cómo te atreves aceptar eso Edo?- pregunta sin dejar de señalarlo con el dedo- ¿a caso no recuerdas lo que nos hicieron? ¿Lo que todavía nos hacen? ¡Lo que le hicieron a mi hermana!- grita volviéndose completamente loca como nunca antes
-No soy yo quién ha aceptado, lo que le pasó a tu hermana no son mis asuntos
Llevo una mano a mi pecho escuchando mi respiración agitada. ¿Que está pasando? ¿Porque menciona mi condición?
-¡Puedes cancelar la unión!- exclama Guilda- no podéis colaborar con ellos
Frunzo todavía más las cejas. Van a colaborar con los Diavolo ¿y la amistad y alianza que tienen con nuestra familia? Esto es considerado como una traición.
-Los problemas personales no son bienvenidos en los negocios Guilda- espeta entre dientes, su paciencia y autocontrol están llegando a su límite
Guilda baja su mano sin dejar de desfigurarlo con la mirada.
-Has traicionado a mi familia, me has traicionado- murmura
-No- lleva sus manos venosas a su rostro que acaricia- los necesitamos para reforzar nuestro poder, no estamos firmando por una amistad solo negocios
-Hay muchas más mafias, ¡ya sois poderosos!- grita alejándose de él
Me apoyo contra la pared negándome a llorar. ¿Porque me persiguen a donde vaya?
-Vendrán hoy por la tarde- anuncia colmando el vaso
Guilda lo mira furiosa.
-¡Papá me ha llamado furioso! ¡Mamá me dijo que no podía controlar a mi marido! ¡Que no era una buena esposa!- confiesa mi hermana mayor
