Después de ese momento tan extraño y a la vez afectuoso mi hermano salió de mi habitación.
La señora Isabelle se encuentra frente a mi y me es literalmente imposible seguir su conversación con mi madre.
-Nunca debieron pelearse- interviene mamá seria- ni Guilda ni Gael deben de salir heridos y mucho menos en nuestra casa
La mención de mis hermanos me devuelven a la realidad.
La señora Isabelle alza una ceja al igual que yo cuando mamá se equivoca de nombre, soy Ada mama no Guilda.
-Guilda está en Italia con su marido, dudo que haya algo de que preocuparse en cambio su hija menor sigue a su lado- remarca la señora- no por mucho pero debería de prestar más atención a Ada ahora que está herida
Mamá mueve las piernas tensa al escuchar las duras pero reales palabras de la mujer. Pero no se deja intimidar.
-Claro, pero ya está mucho mejor cómo puede ver- sonrie señalando mi hombro
¿Mejor? Claro que no estoy mejor joder.
-Una herida de bala no sana en dos o tres días, y es mucho más doloroso para una mujer que no está acostumbrada a este tipo de accidentes señora Sagrat- añade desafiando a mamá con la mirada- estamos hablando de Ada no de Gael o su marido que están acostumbrados al dolor y ataques- termina de hablar con una sonrisa
Mamá y yo tragamos seco entendiendo su propósito, está hablando de los ataques, de sus ataques. Me aclaro la garganta para acabar con este momento tenso cuando mi teléfono empieza a sonar. Las dos mujeres me miran cuando miro quien me llama. Mi corazón da un latido más fuerte que los demás, más intenso que todas las veces que ha latido.
-Es Casey- logro articular
Mamá sonríe como nunca mientras Isabelle asiente con una sonrisa más tranquila que desaparece cuando apago el teléfono. No me importa lo que pasará, no me importan sus amenazas que se vayan al carajo.
Mi hermano Gael me ayudará a escapar de este loco.
No me ha prestado ni un poco de atención cuando me disparó, no pareció arrepentido ni nada por el estilo así que puede irse a la mierda el y su atención que no necesito.
Y que no te ha dado sobre todo.
-No deberías de colgar Ada- previene mamá mirándome severamente- ¿o me equivoco señora Diavolo?- pregunta sin despegar sus ojos oscuros de los míos
Isabelle asiente antes de añadir con calma:
-Tu madre tiene razón
La señora Isabelle mantiene la calma como el resto de su familia, fríos y calculadores. Sobre todo silenciosos. El silencio es lo que más domina en sus presencias además de la inteligencia y el peligro.