Adictiva perdición

Aroma indeseado

VICTORIA BLACK

Snape comenzó a pasar a todos adelante para que pudieran oler la poción, no quería parecer desesperada pero sí que lo estaba.

-Calma Black, ¿tanto agobio por saber si le gustas a alguien?.- preguntó Mattheo con esa maldita sonrisa tan... tan ridículamente linda.

-No sabes lo que hablas, imbécil.- susurré entre dientes.

-Claro que sí.- siguió.

-Pues no.- contesté.

-Yo creo que sí.- jugueteó.

-Que irritante eres.- respondí, dándole un pequeño golpe en el brazo.

-¿Ya acabaron de jugar, Riddle y Black?.- preguntó Snape, automáticamente todos nos quedaron viendo, Mattheo solo sonrió, yo rodé los ojos y me sonrojé involuntariamente.

-Es tu culpa, black.- murmuró Mattheo sobre mi hombro, ¡pero que insoportable es!.

A medida que iban pasando los estudiantes definiendo el aroma de la persona de la cual estábamos enamorados, los demás intentaban adivinar o se burlaban, los Slytherin sí que tenían Fans, increíble...

-Señor Nott, pase adelante.- ordenó Snape, crucé miradas con Hermione quien estaba atenta.

-Huelo a fresas, labial, capuccino y my way de Giorgio Armani.- dijo él, luego se sorprendió de su respuesta, pero más me sorprendí yo al darme cuenta que así no olía yo, ese ni siquiera era mi perfume...

Luego de esto su novia se fue encima besándolo por todos lados, bastante emocionada. Hermione me quedó viendo muy angustiada, como si estuviera escuchando como cada pedazo de mi corazón iban cayendo por un acantilado.

MIERDA.

-Señorita Black, adelante.- la voz de Snape me sacó de mi transe, ya estaban pasando los últimos. Tragué saliva y pasé a oler la dichosa poción.

-Tabaco.- respondí, nada más, no quería que nadie sospechara y bueno, aquí todos fuman, Snape asintió y me retiré.

-¿Tabaco?, ¿te gustó Black?, si apenas hablamos.- dijo Mattheo riendo.

-Imbécil.- exclamé molesta.

-Tranquila.- contestó y se acercó un poco más.- hoy ve a mi habitación a las 9pm, si es que quieres saber cuál es tu segundo apellido.- susurró sobre mi hombro, solo asentí y tomamos distintos caminos.

Antes de poder dar un paso siento la voz de hermione detrás de mi...

-Victoria, ¿estás bien?.- preguntó ella bastante preocupada.

-Solo quiero llorar, encerrarme y desaparecer.- contesté.

-Cariño, todo estará bien, nadie muere de amor.- dijo ella, sacó un chocolate de su túnica y me lo entregó, le sonreí.

-Gracias, eres maravillosa.- respondí, me regaló un cálido abrazo y comenzamos a caminar hacia la siguiente clase.

Íbamos por el pasillo y nos encontramos con Harry y Ron que se veían bastante asustados.

-¿Que hicieron?.- cuestioné.

-De hecho, no fuimos nosotros... directamente.- titubeó Ron viendo hacia atrás.

-¿Pero qué pasó?.- preguntó Hermione.

-Estábamos en el baño cuando apareció Malfoy...- explicó Harry.

-¿Y?...- añadí.

-Comenzó a molestarnos como siempre pero no le tomamos atención, luego quisimos lavarnos las manos y la llave explotó, nos hicimos a un lado y Malfoy se empapó...- siguió explicando.