Ni juzgar antes ni confiar tan pronto

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VICTORIA BLACK

-Hey, estamos a punto de entrar y estás muy nerviosa, calma.- habló Mattheo.

-No es fácil Riddle.- contesté tajante.

-Respira y vamos.- respondió, asentí, ya tomados de la mano suspiré y me mantuve firme.

Dimos el primer paso y tomé más seguridad cuando vi a Mattheo con su cara de matón orgulloso, en fin, aquí vamos...

Un último suspiro y comenzó la caminata para entrar al gran comedor tomados de la mano como la parejita del año. Todos estaban viéndonos con asombro, pero no se escuchaba ningún murmullo porque tratándose de Mattheo nadie tendría el coraje suficiente para decir algo de él, de pronto Mattheo me jala hacia él y me besa frente a todos, estaba tan sorprendida que mi cabeza dio mil vueltas antes de conectar de nuevo con la realidad, esta me la iba a pagar...

-Ven cariño, hoy desayunamos juntos.- dijo él.- y sonríe por favor.- susurró, yo solo asentí y le seguí la corriente, bueno que tan malo podría ser...

Me di cuenta que nos íbamos a la mesa Slytherin y no podía solo soltarlo y negarme a ir, se vería muy extraño, extremadamente extraño y bipolar de mi parte, nos acabamos de besar, pero JODER, ¡no me quiero sentar en esa mesa!, calma victoria, respira, no te alteres, cuenta hasta 10.

-¿Mattheo?, ¿con la leona?.- exclamó Blaise, claramente ya todos sus amigos estaban asombrados a su manera claro, pero Blaise no se guardaba nada, siempre todo lo dramatizaba.

-Wow, me sorprendes Riddle.- dijo Malfoy, con su cara de disgusto.

-¿Una Gryffindor?.- preguntó una chica llamada Pansy Párkinson, encarnando la ceja.

-Es una Black.- agregó Regulus, defendía muchísimo su apellido.

-Déjenme desayunar en paz imbéciles, problema de Mattheo.- habló Tom sin quitar la vista de su libro.

-Tom tiene razón.- añadió Lorenzo.

-Al fin llegas, de verdad que eres un ninfómano de mierda.- exclamó Malfoy, no tuve que voltear, supe enseguida de quien estaban hablando.

-Cierra la boca Malfoy.- contestó Theo, de inmediato me vio muy apegada a Mattheo y su cara se tornó oscura, más de lo normal.

-¿Desayunamos, cariño?.- me preguntó Mattheo, yo asentí y le regalé una sonrisa.

-Una Gryffindor en la mesa Slytherin.- agregó Daphne con superioridad quien iba llegando y se sentó sobre Theo.

-Gryffindor o no, es mi novia y la respetas.- habló Mattheo con su fascia de desalmado.

-Te pegó fuerte el amor.- habló Blaise en un risa.

-Tranquilo cariño, me sé defender sola.- le dije a Mattheo, él me sonrió y besó mi mejilla.

En todo el desayuno ellos hablaban de cosas triviales y yo daba mi punto de vista de vez en cuando, Mattheo me servía comida en el plato y me llenaba el vaso de zumo, me sentí bastante cómoda la verdad, no quise voltear a ver la mesa Gryffindor y ver a todos atónitos por mi supuesto noviazgo...

-¿Entonces verdaderamente son novios?.- preguntó Regulus.

-Claro Black, yo no presentaría a cualquier chica.- contestó Mattheo.

-Dejen el maldito interrogatorio.- bufó Tom leyendo su libro.

-Al fin sentaste cabeza Riddle.- dijo Lorenzo.

-Si, ¿pero quien no?, con esta chica al lado cualquiera se rinde.- contestó Mattheo acariciando mi mano, me sacó una sonrisa no lo niego.

-Quién lo diría Riddle, espero que esta vez te dure.- agregó Nott, lanzando cuchillas afiladas y llenas de veneno a Matt con la mirada.

Adictiva perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora