Adictiva perdición

Desahogo ahogado

VICTORIA EVANS

Y tal como lo predije, lloré hasta dormirme, ¿porque?, por un jodido estúpido que me prometió las estrellas, me ilusionó por dos malditos años, me hizo amarlo, le entregué todo de mi y resultó ser un fraude.

Una vez mi madre me aconsejó que si quería llorar lo hiciese, así desahogaba todo, sino me ahogaría en mis propias lágrimas. Morimos de muchas formas en la vida, en una jodida discusión, caminando de vuelta a casa mientras vemos las luces de la ciudad alumbrando el paso, lo hacemos cuando escuchamos un "ya no puedo seguir con esto, o también cuando te murmullan al oído"Per sempre, principessa"...

Las vueltas de la vida, ¿no?, más bien, las torturas de la vida, puedo ser una hija de puta en algunos aspectos pero sí que no me merecía esto, es hora de cambiar el rumbo, estoy harta de que me vean como una débil, excluida y poca cosa.

Me encontraba arreglándome para las primeras clases cuando llaman a mi puerta....

-Adelante- exclamé, tomando unos libros de la estantería.

-¿Como estás hoy?, estaba preocupada.- habló Hermione apenada.

-Hey, estoy bien tranquila, no dejaré que me vean débil.- respondí.

-si que eres toda una leona.- contestó con una sonrisa, ajá, pero estoy destrozada por dentro.

-¿Vamos a desayunar?.- pregunté.

-Claro, los chicos ya están esperándonos en la sala común.- respondió, asentí y bajamos.

Caminábamos por los pasillos platicando y jugueteando, ellos iban resolviendo algunas dudas sobre las siguientes clases, cuando...

-Pero si son el trío de mierda y la marginada.- exclamó un rubio platinado.

-No te metas con nosotros Malfoy.- gruñó Harry.

-Hey, no puedes discutir con él, te pueden tachar de homófobo amigo.- hablé con total ironía, tomando del hombro a Harry, Hermione se tapó la boca para no reírse.

-¿De que hablas, niñata?.- preguntó Malfoy bastante molesto.

-No tienes de qué avergonzarte linda, además con esa tintura de pelo te vez divino.- contesté con un tono de voz burlón.

-¡Pero qué mierda!, ¡me gustan las chicas, estúpida!.- exclamó, estaba escupiendo fuego, Theodore tensó su mandíbula, jamás le gustó que me tratasen mal.

-¿Bueno si lo afirmas tanto entonces porque te hago dudarlo?.- cuestioné encogiéndome de hombros.

-Te lo demuestro si quieres, L I N D A.- preguntó con una sonrisa maliciosa.

-¿Para que?, ¿para que me lleves a tu cuarto y me confieses que te gusta el dedo en espiral?, no gracias.- respondí, los chicos rieron, incluyendo a un Slytherin, el moreno, ¿Zabini?

-ERES UNA...- exclamó pero Regulus lo apaciguó, tuvo que haber sido a petición de Theodore sin duda.

-¿Una que?.- hablé una vez más, pasamos por al lado riéndonos y seguimos nuestro camino.

-¡Eso estuvo increíble!.- exclamó Ron en una carcajada.

-Lo pusiste en su lugar.- agregó Harry riendo.

-Si que si, ¿vieron su rostro?.- carcajeó Hermione.

-Es un imbécil engreído.- contesté.

Tomamos desayuno y seguíamos riéndonos de la situación, luego tomamos nuestras cosas y nos fuimos a la primera clases el día "Defensa contra las artes oscuras".