Niñata

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VICTORIA BLACK

Después de esa amarga experiencia me devolví a mi habitación y cogí un libro, me recosté en la cama y sin querer me quedé dormida...

-¿¡VICTORIA ESTÁS AQUÍ!?.- escuché unos golpeteos en la puerta que me hicieron brincar del susto, reconocí la voz de Hermione, así que me levanté de la cama y me dirigí hacia la puerta.

-Aquí estoy.- respondí somnolienta abriendo la puerta, ella entró rápidamente a mi habitación.

-¡Pensé que algo te había pasado!.- exclamó asustada analizándome de pies a cabeza.

-Estoy bien, simplemente desanimada.- contesté cayendo boca abajo en mi cama.

-Oh, ya veo... déjame adivinar, ¿Nott?.- dijo, yo solo asentí.- ¿Pero qué pasó?.

-Pues, estábamos en su habitación y su novia nos cortó el polvo, cuando escuchó la voz de su noviecita tras la puerta me sacó de encima como si estuviera apestada...- respondí sin ánimo.

-Vic... mereces algo mejor, ¿lo sabes no?.- preguntó ella, sentándose a mi lado y acariciando mi cabello.

-Lo amo, Her.- respondí.

-Lo sé, ¿pero él te ama a ti?.- cuestionó, esa pregunta me hizo levantarme de la cama y caminar por mi habitación.

-Me lo dice...- respondí con una uña en mi boca.

-¿Pero lo siente?.- volvió a preguntar, la quedé viendo con algo de temor y nostalgia, ella se levantó y me abrazó.

-No sé qué hacer, no puedo soltarlo.- susurré, mis ojos se cristalizaron.

-Si que puedes, pero por ahora desahógate, aquí estoy nena.- dijo ella, asentí y seguimos platicando, sin querer se nos hizo de noche y nos quedamos dormidas.

Al día siguiente...

-¡VAMOS TARDE!.- exclamó Hermione, lanzándome una almohada para despertar, la vi entrar al baño corriendo para ducharse, solo reí.

Me levanté, busqué ropa limpia y esperé a que Hermione saliera del baño.

Luego de un rato ya estábamos vestidas, maquilladas, peinadas y listas para salir a clases...

-¡Ya era hora!, ya se fueron todos y muero de hambre.- exclamó Ron viéndonos entrar a la sala común.

-Pues vamos a desayunar.- dijo Harry.

-Que dramático eres Ronald.- contestó Hermione con una sonrisa ladeada.

-Bastante.- agregué, ambas reímos.

En el camino íbamos platicando, me intentaron preguntar del porqué Nott me había sacado del campo de Quidditch pero Hermione los hacía callar.

Al llegar al gran comedor aunque no quisiera mi vista viajó a la mesa Slytherin, y como todas las mañanas ahí estaba él con su novia esta vez sentada en su regazo, tragué saliva y me dirigí a la mesa Gryffindor, no tenía hambre pero sé que debo siquiera comerme una fruta sino andaré como zombie todo el día.

-Hey.- susurró Hermione a mi lado mientras Ron devoraba sus tostadas con mermelada y Harry reía hablando con el resto.

-¿Que pasó?.- pregunté, en un tono bastante bajo.

-Hoy toca pociones y justamente toca preparar amortentia, es una poción que al olfatearla revela el aroma de quien amamos, cuando Nott la huela veamos su reacción.- murmuró cerca de mí, conectamos miradas y asentí.

-Eres una genio, te adoro.- contesté con una sonrisa, ella rió.

Al acabar de desayunar nos dirigimos a clases, me gustaba pociones pero Snape daba miedo, ¿como es que hacía para que su túnica se viera tan épica al caminar?, yo a menudo me la piso, varias veces Hermione me ha salvado de no pasar vergüenza y caerme frente a todos.

Adictiva perdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora