Creppy Show - Hyunlix.

Payasos.

—Recuérdame terminar contigo al final de la noche. —El puchero de Felix lejos de ser amenazador fue adorable y Hyunjin lo beso —estoy terminando contigo ¿y me estas besando? ¿Se te desconectaron los cables?

—No. Solo que me vuelves loco cuando te enojas —le robo otro beso haciendo reír a Felix —además me pediste una cita diferente, esto es completamente diferente.

—Vamos a un maldito circo, Hyunjin.

—Exacto. Es novedoso.

—Es tétrico.

—Puedes tomar de mi mano todo el tiempo, además este circo no tiene animales, eso es un punto para mi ¿no?

—Voy a concederte ese punto solo porque ya me arregle y ya salimos. De haber sabido donde iríamos nos hubiéramos quedado en casa viendo películas.

—Aún podemos hacer eso.

—Ya salimos. —Felix se encogió de hombros.

A pesar de las quejas de Felix y Hyunjin repitiendo que bien podrían ir a otro lado, no dejaron de tomarse de la mano y besarse en todo el camino, la noche estaba estrellada pero Felix se robaba todas las miradas. Su hermoso cabello rubio atado en un moño y sus preciosas pecas resaltadas por brillitos, cualquiera caería enamorado de él, en este caso... literalmente.

Fue solo cosa de entrar para que el payaso que estaba en la entrada entregando información del circo quedara embelesado con Felix, casi como si un aura brillante se hubiera colocado sobre él, a los dos segundos noto al tipo que tomaba de la mano al hermoso rubio y el payaso tomo una decisión, al final de esa noche el rubio seria para él y el pelinegro a su lado yacería en algún basurero del callejón junto al circo.

Felix y Hyunjin disfrutaron de la función después de todo, sobre todo del acto del trapecio haciendo que Felix se planteara que tan sexy se vería Hyunjin haciendo eso. Se besaban, susurraban al oído y se tocaban mientras el payaso de la entrada los miraba atentamente pensando que aquel sucio pelinegro estaba tocando lo que le pertenecía aunque el rubio aun no supiera que le pertenecía.

— ¿Dónde quieres ir ahora? Escuche que darán una función de media noche del cadáver de la novia en el cine, te gustaría... —las palabras de Hyunjin murieron al mismo tiempo en que se desmayaba.

Felix miro con horror la escena, en un momento Hyunjin le estaba hablando mientras sonreía y al siguiente yacía en el suelo con la cabeza sangrando a raudales mientras convulsionaba, su grito quedo atascado en su garganta cuando vio a un gran tipo vestido y maquillado como payaso sosteniendo un bate de béisbol en lo alto manchado de sangre, la sangre de Hyunjin.

—Que... que... ¡Hyunjin! —grito pero el payaso no hizo más que golpear a su novio una y otra vez destrozando lo que quedaba de la cabeza de Hyunjin mientras Felix estaba congelado y paralizado, viendo como el asfalto era ahora una mezcla de suciedad, sangre y cerebro.

No tuvo demasiado tiempo de pensar en su siguiente paso cuando el payaso comenzó arrastrarlo por el callejón mientras dejaban a Hyunjin atrás muerto, Felix intento luchar por soltarse mientras era arrastrado pero el payaso era gigante y no dudaría un solo segundo en matarlo, sus piernas se sentían adormecidas, pensó que se trataba de una pesadilla de la cual despertaría en algún momento pero no.

El payaso al ver que no se quedaba quieto saco una jeringa del bolsillo enterrándola en el cuello de Felix haciendo que las extremidades antes congeladas de Felix ahora se sintieran dormidas, a los pocos segundo el mismo sintió la somnolencia y luego todo se volvió negro.

Cuando Felix despertó el pesadilla continuaba allí, solo que esta vez el payaso estaba sentado frente a él en un cuarto muy pequeño de paredes grises, húmedo y con la leve iluminación de una ampolleta colgando con los cables expuestos. Felix se encontró en un colchón mugroso atado de pies y manos.

—Que... quieres de mi... —pregunto con el sollozo atrapado recordando lo que le había pasado a Hyunjin. — ¿por... porque asesinaste... a mi novio?

—Porque yo soy el único que puede tocarte y besarte a partir de ahora. Eres mío. —Su tranquilidad y locura asustaron más a Felix, si es que aquello era posible. —Y como ahora eres mío, voy a reclamarte.

—Espera, ¿qué?

El payaso se levantó de su silla y empujo a Felix contra el colchón comenzando a quitarle la ropa, Felix lucho, saco fuerzas de donde no tenía para patalear y golpear, mordió al payaso cerca de la cara arrancándole un pedazo mientras la sangre le salpicaba en la cara posiblemente haciéndole pecas de sangre, no le importo.

Mientras el payaso le gritaba insultos logro ponerse de pie tratando de alcanzar la puerta, pero antes de que pudiera tocar el pomo con la ropa parcialmente destrozada y las manos temblando fue agarrado por el payaso, Felix siguió tratando de luchar pero el payaso no buscaba un juguete que se negara a ser utilizado.

Se llevó la mano hacia la parte de atrás de su pantalón sacando un gran cuchillo el cual enterró en Felix una y otra vez hasta que el colchón no fue más que un caos sangriento lleno de los restos del precioso rubio que se negó a pertenecerle.

—Mierda... es la tercera vez esta semana. —Comentó mientras las voces en su cabeza decían "Podemos encontrar a otro que quiera jugar"

Fin.