«Porque el haberla encontrado hace que me dé cuenta de que estaba incompleto»
***
La vida de Willow se tornaba monótona entre la casa y el estudio. Aunque no le molestaba demasiado, no era como si quisiera alargarla.
Lo que no esperaba era que ciert...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El baile de primavera me acechaba y yo seguía castigada. Ahora todo era más incierto dado que Weslie no tenía sus citas con Mike cada cinco días. ¿Estarían ellos bien...?
Como fuera, yo no invitaría a Jasper por cuestión de vergüenza (que en este punto no debería tener) y Weslie no iría sóla a un baile, jamás. Oh, pero mucho menos iría con alguien que no fuera Finneas porque "hablarían mal de ella". Que estupidez...
Salí a duras penas del laboratorio de química, en donde el humo se colaba rápidamente por la nariz y daba picor de ojos. Había tenido la grandiosa idea de hacer grupo con Rosalie y Emmett, y me entretuve pensando en el dichoso baile, entonces cuando Emmett hizo explotar la mezcla no pude hacer nada porque ya era tarde.
—No fué para tanto —dice entre risas el responsable de hacer evacuar a veintidós estudiantes y un profesor de un aula.
—Casi nos intoxicas —recuerdo.
Vuelvo a frotarme los ojos que sólo pican más y la rubia aparta mis propias manos de mi cara tomándome por las muñecas unos segundos.
—Sólo los irritarás más.
Obedezco la orden indirecta de Rosalie y dejo de tocarme los ojos por más molestos que sean en este momento. Ya han de estar rojos y todo gracias a el novio de Rose.
—Mira el lado bueno, Willow... —lo miro a él y sonríe más. Seguro planeando soltar su más reciente ocurrencia. —Una clase menos.
Pienso uno... no, dos segundos. Tiene razón y le sonrío de vuelta.
—Mis ojos te odian, pero mi corazón te ama, Emmett Cullen.
Rosalie abraza a (como ella le dice) su hombre con orgullo.
Caminamos los tres lado a lado por los pasillos hasta llegar a la cafetería; nos sentamos en la mesa ya tomada por los Cullen, dejando a la rubia enmedio. Hablamos de cualquier cosa y nos vamos conociendo más, llenando la cafetería casi vacía de las carcajadas resonantes de Emmett. Cuando la conversación se dirige a lo romántico antes de que me interroguen a mi me adelanto.
—¿Y cómo se conocieron ustedes? —les pregunto. —O sea, ya sé que son hermanastros... o algo así. Pero ajá, díganme cómo.
—Que directa eres, Willow —no sé si me regaña o lo dice porque sí.
—Supongo que le da curiosidad —le dice Emmett a su novia y yo asiento. —Carlisle y Esme me adoptaron de último, así que cuando me mudé con ellos ya estaba Rose ahí. No pueden juzgarme por enamorarme de ella ya que es hermosa, además, no es mi hermana.
—Okay, ¿pero cómo pudieron sus padres adoptarlos si se mudan tanto? ¿No es algo traumático para los niños la inestabilidad? —indago más.
