15. Luna la Vidente.
Cuando la noche se convirtió en día, Harry miró con cansancio el amanecer desde la torre de astronomía, rodeado de libros y pergaminos mojados por el sereno de la mañana, la tienta escurriendo y manchando el papel.
A pesar del frío penetrante, normal en el comienzo del otoño, se mantuvo quieto, con nada más que sus pantalones y una delgada camisa empapada en el sereno del alba para cubrirlo del eufórico clima templado.
— ¿Te quedaste aquí toda la noche, Hazz? —Luna dijo, subiendo el último escalón silenciosamente.
— Lunie... Sí... Aquí pase la noche... —Harry dijo, luciendo avergonzado frente a la rubia de cuarto año.
— Supongo que estuviste investigando... Una suposición acertada... Claro, si me baso en los libros y pergaminos a tu alrededor —Luna dijo, divertida, provocando un leve sonrojo en Harry.
— Hice el juramento como lo decía el libro...
— Y el cáliz reconoció tu valor, tú destreza al utilizar un juramento con las palabras correctas, llenas de verdad y promesa, así como demostró tu inocencia frente a todos los alumnos y profesores.
— No todos me creerán, Lunie... Ese era el plan de Dumbledore la primera vez, marginarme, dejar que los alumnos me atacarán he insultaran sin hacer nada...
— Eso no pasará otra vez, Harry... Sí, habrá quienes no están de acuerdo y te consideran un tramposo, pero nosotros, tus amigos, conocemos la verdad, y eso es más que suficiente —Declaró. Caminó hacia Harry y tomó un libro del suelo, ojeando lentamente su contenido.
De repente, una mirada desconcertada adornó su rostro y soltó el libro de golpe.
— ¿Qué sucede, Lunie? ¿Todo está bien? —Preguntó Harry, preocupado.
— Sí, sí... De dónde sacaste este libro —Preguntó, tomando nuevamente el desgastado cuaderno.
— Eer... ¿De la biblioteca Potter? ¿Que sucede?
— Me sorprende que no lo hayas notado ya, Harry... Nunca esperé que se encontrará en la biblioteca Potter.
— ¿Que significa eso? ¿Conoces este libro, Lunie? —Luna negó.
— Se lo que es, pero no conozco nada escrito en sus páginas. Este libro es tan antiguo como este castillo, o incluso más. Se trata del grimorio se Mor...
— ¡Harrison Riggel Potter! ¡Me puedes explicar por qué Neville me dijo que no apareciste en tu habitación ni sala común en toda la noche! Y Merlin, que tú respuesta no sea "me quedé aquí toda la noche y por eso estoy empapado" o te hechizaré —Angelica apareció, interrumpiendo a Luna, luciendo completamente enojada. Detrás de ella, Katie Bell y los Gemelos reían divertidos.
Luna miró a Harry y él la miró a ella, comenzando un agradable escándalo de diversión entre el par de hermanos en todo menos la sangre.
~•~
Regresando con sus amigos a Griffindor, Harry solo permaneció algunos minutos en la torre, en los que se bañó y vistió para el día. Un pantalón color negro, ajustado, y una camisa guinda de manga larga remangada hasta el codo, zapatos cafés y su anillo de Lord Potter y sus anillos de matrimonio, complementando, en su muñeca había un brazalete plateado que le perteneció a su padre.
Bajó hacia el vestíbulo, acompañado por los gemelos, quienes lograron convencer a Angélica de que podían cuidar del castaño menor. Al llegar, Luna, Susan, Hannah y, sorprendentemente, Zabini y Nott, junto a un pequeño grupo de Slytherin, esperaban junto a las puertas.
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Flechas Obsidiana
FanficHarry acepta a la muerte cuando camina hacia el bosque prohibido. Le da la bienvenida, como si de un viejo amigo se tratase. ¿Y la muerte? La muerte se apiada del pobre chicos que es su maestro. ¿Y Destino? Ella solo se mete en los planes de Muerte...