Él bad boy se enamora de tí.|Jungkook|

23. Jack

23

Estaba esperando a Jack en la plaza, hasta que lo veo con una rosa en la mano llegando hacia mi.

─ Hola, sunri ─ me entrega la rosa ─ esto es para ti

─ Gracias, Jack ─ sonrío mientras agarro la rosa.

Se sentó en el banco y me hizo señas para que también lo haga. Me senté a su lado.

─ ¿Y como te va en tu nueva instituto?

─ Pues, bien. Hice dos amigos

─ Que bueno

─ ¿Y no vas al instituto? ─ le pregunté curiosa.

─ Si, voy a uno que está cerca de por aquí. Pero también trabajo para ganar algo para mi familia.

─ Oh, bueno.

─ ¿Y que harás en estos días?

─ Mañana iré al cementerio para visitar a mi padre y el sábado tengo una fiesta ─ dije mientras me recostaba en el respaldo.

─ También tengo que ir a una fiesta.

─ ¿En serio?

─ Si, es que me invitaron porque que soy amigo de un chico que tiene un hermano que cumple años.

─ Yo voy a una fiesta de Max.

─ ¿Max?. Yo voy a su fiesta.

─ Estas diciendo,¿que en la fiesta que vas es de nuestro compañero del Instituto? ─ lo miré sorprendida.

─ Parece que vamos en la misma fiesta ─ me dice con tono divertido.

Me río suavemente.

─ La verdad, nunca has cambiado ─ hizo una pequeña pausa ─ sigues siendo igual de linda y tus hermosos ojos siguen siendo los mismos.

─ Gracias, Jack ─ digo un poco nerviosa al notar que se me acerca

Acerca su mano hacia mi rostro y pone mi mechón detrás de mi oreja. Se me acerca lo suficientemente para que casi nuestros labios se chocaran. En ese momento sentía una presencia cerca, pero no supe de quien era.

Se me acerco más hasta que sus labios suaves tocaron los míos, pero en ese momento sentí una puntada en mi pecho, como si algo me dijera que no.
Rápidamente lo aparte de mi, sentía como mi corazón latía rápido por lo nerviosa que estaba.

─ No puedo hacerlo

─ ¿Por qué no?. Nos amamos, ¿no?

─ No, no puedo. Lo siento.

─ ¿Dime por qué?

En eso una voz fría apareció detrás de mi

─ Porque ya no te ama.

Me doy vuelta y veo a Jungkook con una expresión seria.

─ ¿Y usted quien es? ─ preguntó molesto

─ Eso no es de tu incumbencia

─ Claro que lo es, no puedes meterte en conversaciones privadas

Jungkook me miró por última vez antes de marcharse.

─ Está loco, ¿no es cierto Sunri?

No le respondi, solo seguí viendo como se iba cada vez más.

─ ¿Sunri?,¿acaso..lo conocés?

Me levanté y me marché, mientras escuchaba los gritos de Jack furioso.

Seguí caminando hasta llegar a la costanera, el olor a mar entraba por mis fosas nasales. El mar era el único que me calmaba y mi tristeza.

El recuerdo de Jungkook que ya no me amaba, me rompía el corazón, como un cristal caído y roto en mil pedazos.

Ya no tenía a nadie, Tae estaba con Min-ji, Jack no sientía lo mismo de antes desde que sepulté mi amor hacia él y no podía faltar Jungkook que casi siempre cuando me besa, se va o me rechaza o me dice que me vaya de la nada.

Estaba sufriendo por dentro, mis lágrimas se deslizaban por mis mejillas. Solo faltaba que alguien nuevo llegara y que me ame de verdad. Que no me haga daño, y me cambié por alguien más o que me rechaze de la nada.

Después de irme de la costanera fui a otro lugar a cual me despejara la mente, caminaba por un parque muy hermoso, todo verde, flores por todos los lados y de diferentes tipos.

Caminaba por el sendero de ese bello lugar, me detengo al ver un pequeño caracol en medio, con suavidad lo agarro de su caparazón y lo dejo en un lugar mejor fuera de peligro de que nadie lo matara. Sonrío al verlo en un lugar seguro y vuelvo a caminar.

Un olor a rosas llegó a mis fosas nasales seguí ese aroma, que me llevó a un rosal de todos los colores. Eran hermosas, aunque no eran mis favoritas se veían geniales. Seguí caminando y veo unos tulipanes, me acerqué suavemente y me senté en el pasto, toqué una suavemente con las yemas de mis dedos, los tulipanes eran mi favoritas, siempre quise tener tulipanes, eran bellas. Había de varios colores, en eso me siento observada y me doy vuelta, pero no había nadie.

Tomé mi teléfono y saque fotos a ellas y al hermoso paisaje, recorrí el hermoso lugar, me quedé quieta viendo el lago, el sol se estaba escondiendo. Y recorde que mi madre me estaba esperando.

Al llegar a casa la saludé y me fuí al patio con la rosa en la mano, con una tijera corte las espinas y hice los pasos que había visto para plantar una rosa, plante la rosa y agregué semillas por si no funcionaba.

Con la manguera regue un poco la tierra, deseando que pronto salieran los rosales. Pero sabía que iban a demorar un monton, sin embargo no iba perder las esperanzas.

Entré de nuevo a casa y subí mi habitación Leo ya estaba casi grande, me acosté en la cama y el gato salto hacia mi cama ronroneando feliz de que me vio en casa, acaricie su cabeza, apagué la luz y se me acerco acurrucandose a lado mio, como siempre lo hacia.