Capitulo 32 - Suicidio

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Ya habia pasado una semana desde que Mariana habia acabado con su lista. Los tres cuerpos de sus mejores amigos estaban en su sótano ya que no podia tirarlos, seria culpado rapidamente.













Cierto chico se encontraba en su habitacion anotando algo con rapidez en una libreta. Estaba concentrado ya que en unos minitos tendria que salir a sus estudios. Estaba nervioso debido a eso. Todo el mundo lo interrogaria y no tenia ningun documento preparado por la desaparicion de los tres chicos.

En eso, unos golpes es su puerta se hacen presente.

—Ya sal de ahi, se te hara tarde, Osvaldo— lo regaña su madre.

—Ya voy...— responde algo bajo.

A los segundos termina de escribir y guarda en un cajon aquella libreta.

Abre la puerta de su habitación y se encuentra con su madre.

—¿Que tanto haces, cabron? Vas a llegar tarde— recalca.

—Deja de joder, es algo que no te importa. — esquiva a su madre y baja las escaleras.

Esta va detras de el pero antes de que pudiera decirle algo, el chico sale de casa cerrando la puerta bruscamente.

—Carajo...— maldice despues de que su hijo se fuera.

Despues de estar ausente una semana, tendria que ir a trabajar. Asi que toma sus cosas y de igual forma sale de casa.




































Eran aproximadamente las tres con cuarenta de la tarde, y la madre del mexicano llega a su hogar. Tan pronto entra, un olor nauseabundo llega a sus fosas nasales.

—Pero que mierda...— cierra la puerta detras de ella mientras se cubre la nariz con su camisa.

Al cabo de unos minutos buscando, da con la puerta con candado del sotano. No recordaba haber puesto ese candado pero lo paso por alto.

Con fuerza de voluntad, de su cabello saca un broche y abre el candado con algunos movimientos. Abre la puerta y una ráfaga de olor fuerte a descomposición llega a sus fosas nasales.

—¿Porque carajos apesta tanto si nadie entra?—se pregunta.

Comienza a bajar las escaleras y enciende la luz. Lo primero que ve, es un hacha en el suelo. No sabia porque estaba hay si nadie la a usado. Baja por completo las escaleras y recoje el arma. Tenia que encontrar de donde provenía el olor. Guarda el hacha y ve una inusual sabana puesta en una extraña posicion.

Se acerca a esta y con un escalofrío quita la sabana rapidamente. Su rostro cambia a una expresion de horror. Estaban los tres cuerpos en composición de los amigos de su hijo. Los conocia perfectamente. Dos cuerpos sin cabeza, Roier y Aldo, y una con una gran marca en el pecho, Rivers.

Lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos mientras caminaba torpemente hacia atras para despues subir las escaleras rápidamente.

Tan pronto llega a la sala, toma su telefono y marca a la policia tratando de controlar sus lagrimas y su voz.

—¿Hola? Escúchame, en mi sotano hay tres cuerpos en descomposición, son los amigos de mi hijo...— comienza a explicar tartamudeando y pasa su dirección.



















Pasados unos diez minutos llega la policia y la madre los atiende al instante.

—Buenas tardes señora, ¿nos puede guiar hacia su sótano?— tres oficiales entran.

You Are... Only Mine! [[Fooriana]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora