Narra Emily
Estaba acostada boca abajo, sentía como él dejaba besos en mi espalda, sus dedos recorrían mi costado, me abrazó por la cintura pegandome a su cuerpo, dibuje una sonrisa y me gire para abrazarlo ahorita.
Al día siguiente despertamos temprano, salimos a desayunar y después a caminar por el centro de la ciudad. Íbamos tomados de la mano, se sentía tan lindo, tan romántico todo esto, amo a König.
Estábamos afuera de una cafeteria, comimos algo aquí y al terminar salimos, mientras yo buscaba algo en la guía turística solté su mano. De pronto sentí como me tocaba la pierna, como si estuviera buscando algo, baje mi mirada y su mano temblaba un poco, alce mi mirada y él tenía la mirada fija en un punto, ví a dónde él estaba viendo, había una mujer justamente del otro lado de la calle. Ella lo veía a él como si lo conociera.
Tomé la mano de König y este me apretó muy fuerte y se pegó más a mi cuerpo, como un niño pequeño cuando algo le asusta y se esconde detrás de su madre.
Era una mujer un poco alta, cabello castaño, quizá unos cuarenta años.
— Alex - susurré - ¿Quien es ella?
— Cariño - ella se acercó hasta nosotros y lo miro fijamente - no puedo creer que seas tú.
König seguía en silencio hasta que por fin hablo, sin soltar mi mano.
— Mamá... ¿Qué haces aquí?
Mire nuevamente a la mujer ¿Ella era su mamá? Tan solo verla podías darte cuenta que ella nunca debió ser madre.
Ella sonrió, pero no era una sonrisa cálida, era una mezcla de alivio y desconcierto.
— Estoy de vacaciones y parece que tú también.
— Yo... Estoy aquí con ella.
Susurro, podía notar en su voz una mezcla de ira, tristeza y confusión, él giro a verme, yo solamente acaricie más su mano.
— ¿Te has olvidado de dónde vienes? No puedo creer que no hayas tenido la decencia de buscarme todo este tiempo.
— No sabía que querías que lo hiciera - él respondió casi como si estuviera disculpándose -
Ella soltó una pequeña risa y nego.
— ¿De verdad? Después de todo lo que hice por ti ¿Así es como me agradeces? Desapareciendo, sin dar señales de vida, como si nunca hubiera importado.
Supongo que todo esto lo hacía sentir nuevamente como aquel niño indefenso, sin saber cómo responder.
— Lo siento - susurró - no sabía cómo... No sabía cómo volver a hablar contigo después de todo.
— No digas tonterías Alexander, eres mi hijo, no importa que haya pasado - ella dijo en un tono serio - siempre serás mi hijo pero parece que necesitas recordarlo.
König alzó su cabeza lentamente, podía ver el conflicto en sus ojos.
— No es tan sencillo, mamá - respondió - tú... Nunca estuviste realmente ahí para mí... Siempre estube solo, incluso cuando vivíamos juntos.
— Eso no es justo, hice lo que pude, tal vez no fui perfecta pero me asegure de que tuvieras lo que necesitabas ¿Eso no fue suficiente?
— No - nego - no fue suficiente, nunca fue suficiente, me sentí solo todo el tiempo y tú... Tu no estabas ahí, ni una vez.
— Siempre te has hecho la víctima - ella respondió luego de unos segundos en silencio - nunca miras más allá de tu propio dolor para ver el esfuerzo que otros hacen.
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Sempiterno [König & OC]
Romantiek"My baby, my baby, you are my baby say it to me" Pero él me hace sentir encantadora por un ratito, así que, niño pequeño, di que me deseas porque, bueno, no puedo soportarlo, adelante , hazlo, hazlo.