La semana siguiente transcurrió con una mezcla de tensión y calma en la vida de Gala. Mientras continuaban con sus labores en la oficina, el recuerdo de aquel mensaje seguía pesando en su mente. Gala y Karime compartían miradas discretas, un apoyo silencioso que les recordaba que estaban en esto juntas. Sin embargo, Gala sabía que no podían dejar que aquella amenaza las siguiera acechando.
Después de varios días de búsqueda, Karime se acercó a su oficina y cerró la puerta tras de sí, con una expresión de determinación en el rostro.
—Hablé con un amigo que se especializa en ciberseguridad —comenzó Karime, bajando la voz—. Me confirmó que rastreó el correo a una dirección IP en la ciudad, y aunque no es una pista definitiva, al menos sabemos que esto viene de alguien cercano.
Gala se inclinó en su silla, asintiendo con la cabeza. No había dado muchos detalles a Karime para no preocuparla demasiado, pero el hecho de que alguien estuviera vigilándolas comenzaba a incomodarla de una forma más profunda.
—Gracias, Karime. Creo que… debemos hablar con alguien de la empresa que pueda ayudarnos a monitorear esta situación —dijo Gala, sopesando sus palabras—. Lo último que quiero es que esto afecte nuestra relación o la reputación de la compañía. No quiero que nos vean como un blanco fácil.
Karime le ofreció una sonrisa comprensiva y le apretó la mano.
—Estoy aquí para lo que necesites, Gala. No tienes que cargar esto sola.
Gala sintió una oleada de gratitud. En Karime encontraba un refugio que la hacía sentirse completa, incluso en medio de las dificultades. Su mirada se suavizó, y por un momento se permitió olvidarse del trabajo, del correo, y del miedo de que alguien estuviera husmeando en su vida.
———
Un plan en marchaLa siguiente semana, Gala decidió implementar un plan de monitoreo en el sistema de seguridad de la empresa. Hizo algunos ajustes en los accesos y revisó junto a Karime cada protocolo de seguridad para detectar cualquier actividad sospechosa. Era extraño para Gala compartir estas decisiones con alguien, pero la lealtad de Karime la ayudaba a mantener la calma y el enfoque.
Una tarde, mientras trabajaban en esto, Gala recibió una llamada de Bárbara, quien solicitaba hablar con ella en privado. Bárbara estaba al tanto de la situación en general y quería ofrecerle su apoyo. Gala, agradecida por la cercanía de su amiga, accedió a reunirse en una sala de conferencias alejada para que pudieran hablar sin interrupciones.
Cuando Gala llegó, Bárbara la recibió con una expresión preocupada.
—He notado que te ves más seria estos días, Gala. Sé que algo está pasando y quiero ayudarte, como siempre lo he hecho —dijo Bárbara, tratando de mantener la serenidad.
Gala asintió, agradecida por la preocupación de Bárbara, pero dudando si debía revelarle más detalles sobre la amenaza. Sin embargo, decidió ser honesta.
—Recibí un correo anónimo con algunas fotos de Karime y yo, como una advertencia —confesó Gala, observando la reacción de Bárbara—. Estoy tomando medidas para asegurarnos de que no haya filtraciones y proteger la privacidad de ambas.
Bárbara la escuchó atentamente, aunque una sombra cruzó su mirada por un instante.
—Es lógico que tengas cuidado, pero sabes que puedes contar conmigo, Gala. Si necesitas ayuda, estaré aquí —dijo Bárbara, esbozando una sonrisa que Gala sabía sincera.
La conversación con Bárbara la hizo sentir un alivio momentáneo. Tener un círculo de apoyo tan cercano le daba una sensación de seguridad, aunque sabía que no podían descuidarse.
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"CEO"
RomanceLa trama gira en torno a Gala y Karime, dos mujeres con estilos de vida opuestos, pero que se sienten atraídas de maneras inesperadas. Gala, con su vida ordenada y tranquila, encuentra en Karime una chispa de emoción que la descoloca. Karime, por su...