Capítulo 21: Entre Pensamientos y Deseos

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Una noche cualquiera, Gala había invitado a Karime a su departamento para pasar rato juntas, incluso le habia propuesto a Karime que se quedara en su casa esa noche, Karime por supuesto acepto. Ambas amaban estar siempre cerca de la otra, aun si no se lo confesaban, sus actitudes decían mucho.

Esa noche, después de que Karime se quedara dormida en la cama, Gala observó su rostro en silencio. La luz tenue del televisor iluminaba la habitación, y Gala se permitió el lujo de contemplarla sin reservas. Había algo en Karime que la hacía sentir viva, como si todo cobrara sentido cada vez que estaba a su lado. Era algo que no había sentido nunca con nadie más, una conexión tan profunda que la hacía cuestionarse todo lo que creía saber sobre el amor.

Gala suspiró, recostándose en la cabezera, mientras sus pensamientos giraban alrededor de esa conexión que compartían. Nunca había sido alguien de relaciones apresuradas; siempre calculaba cada movimiento, siempre analizaba los posibles resultados. Pero con Karime, todos esos muros que había construido se desmoronaban sin que ella pudiera evitarlo.

En el silencio de la noche, comenzó a surgir en su mente una idea que ya había rondado otras veces, pero que ahora cobraba mayor fuerza. Quería que Karime fuera algo más que su "casi algo". Quería que fuera su novia. La sola idea la sorprendió, como si de pronto se encontrara deseando algo que antes le hubiera parecido imposible. Quería algo verdadero, algo duradero, algo que fuera solo de ellas dos.

Pero al mismo tiempo, Gala se sentía temerosa. Este deseo de dar el siguiente paso le hacía preguntarse si realmente estaba lista para abrirse de esa manera. Quería que, si llegaba ese momento, fuera especial, que reflejara la conexión que habían construido y el cariño que se tenían. No quería apresurarse.

Sabía que Karime era más espontánea, alguien que vivía el momento y no temía lo que pudiera pasar después. Pero Gala tenía un ritmo diferente; necesitaba tiempo para procesar lo que sentía, para asegurarse de que cuando se abriera por completo, fuera de la manera adecuada. No sabía por qué, pero sentía que, con Karime, valía la pena esperar el momento perfecto.

————–

Una Mañana Lenta

El sol comenzó a asomarse por las ventanas, y Gala, que había pasado buena parte de la noche en vela, finalmente se quedó dormida. Poco después, Gala se despertó, y al ver a Karime dormida a su lado, sonrió con ternura. Se levantó con cuidado para no despertarla y fue a la cocina a preparar algo de café.

Al cabo de unos minutos, Karime despertó con el aroma a café llenando la habitación. Se desperezó lentamente, y al abrir los ojos, vio a Gala , quien, al darse cuenta de que Karime estaba despierta, le sonrió con calidez.

—Buenos días, dormilona —dijo Gala, entregándole una taza de café caliente—. ¿Dormiste bien?

Karime asintió, tomando un sorbo de café y disfrutando de la calidez que le brindaba. No era solo el café lo que la hacía sentir en casa; era la compañía de Gala, la cercanía y la conexión que compartían.

—Sí, dormí bien —respondió Karime, observando a Gala con una sonrisa—. Y gracias por el café.

Pasaron unos minutos en silencio, disfrutando del café y la paz de la mañana. Gala, sin embargo, sentía que había algo que quería decir, pero las palabras no salían. Se limitó a mirarla, intentando grabar en su memoria la imagen de Karime, con el cabello despeinado y una sonrisa soñolienta. Sabía que estos momentos simples eran los que realmente importaban, y se sorprendió a sí misma pensando en cómo sería su vida si Karime estuviera en ella de una manera permanente.

Karime propuso preparar algo para desayunar, y ambas se dirigieron a la cocina. Entre risas y bromas, comenzaron a cocinar, divirtiéndose con cada pequeño error que cometían, como cuando Karime casi derramó la leche o cuando Gala quemó un poco el pan. La espontaneidad de la mañana les recordó la fiesta, pero de una manera más íntima y personal.

Mientras disfrutaban del desayuno, Karime se quedó en silencio un momento, observando a Gala con una mirada profunda.

—No suelo decir cosas así tan temprano, pero... me siento feliz contigo, Gala. —Sus palabras eran sinceras, sin adornos, y Gala sintió cómo su corazón se aceleraba al escucharlas.

Gala no respondió de inmediato. Las palabras de Karime la conmovieron y la hicieron darse cuenta de que, aunque todavía no estaba lista para confesar lo que realmente sentía, esos momentos juntos ya tenían un significado profundo. No necesitaba decir nada, no aún, porque sentía que Karime lo entendía.

En vez de responder con palabras, Gala simplemente le tomó la mano, entrelazando sus dedos con los de Karime, y se quedaron así, disfrutando de la cercanía sin necesidad de hablar.

Mientras compartían el silencio, Gala seguía sumida en sus pensamientos, preguntándose cómo sería decirle a Karime que quería algo más, que deseaba que fueran algo oficial. No estaba segura de cuándo lo haría, pero sabía que quería hacerlo de una forma especial, en un momento que reflejara todo lo que sentía. No quería simplemente decirle "quiero que seas mi novia" sin que hubiera algo que lo hiciera especial, que mostrara el cariño y el aprecio que le tenía.

En su mente, se imaginaba planificando algo íntimo y significativo, algo que mostrara a Karime lo importante que se había vuelto para ella. Tal vez una cena en algún lugar con vistas a la ciudad, o una noche bajo las estrellas, en la que pudiera expresarle lo que realmente sentía. La idea de sorprenderla y ver su reacción iluminaba su rostro con una sonrisa involuntaria.

—¿En qué piensas? —preguntó Karime, rompiendo el silencio y sacando a Gala de sus pensamientos.

Gala se sonrojó un poco, sin saber cómo explicarlo sin revelar sus intenciones.

—Nada importante… —respondió, pero al ver la expresión curiosa de Karime, añadió—. Solo estaba pensando en lo mucho que he disfrutado estos momentos contigo.

Karime sonrió, apretando la mano de Gala suavemente.

—Yo también. Y quiero que sigamos así… disfrutando cada momento.

Mientras se terminaban el café y el desayuno, ambas sintieron que algo especial estaba surgiendo entre ellas. No era necesario ponerle un nombre aún, porque ambas sabían que lo que compartían era genuino y profundo.

Al final, cuando Gala acompañó a Karime hasta la puerta para despedirse, se abrazaron con una calidez que hacía evidente todo lo que sentían sin necesidad de palabras. Gala sabía que ese abrazo era el comienzo de algo grande y que, cuando llegara el momento de dar el siguiente paso, estaría lista para mostrarle a Karime lo que realmente significaba en su vida.

"¿Qué me has hecho Karime Pindter...?" Pensó Gala con una sonrisa suave en su rostro mientras veía a Karime alejarse del apartamento.





















Perdón por no actualizar ayer, estoy ocupada haciendo un proyecto de la escuela y justo de Matemáticas 😔.

Tal vez mañana actualize por ahí de la noche porque me la voy a pasar estudiando para mi examen de Química,  haci que si no actualizo es por eso, pero tratare de subir al menos un capitulo corto.

Tal vez mañana actualize por ahí de la noche porque me la voy a pasar estudiando para mi examen de Química,  haci que si no actualizo es por eso, pero tratare de subir al menos un capitulo corto

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Bueno Byeee🙊💗

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