Capítulo 14: Una Traición Planeada

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La relación entre Gala y Karime se había vuelto sólida, a pesar de los desafíos que enfrentaban. Ambas sabían que Bárbara seguía acechando desde las sombras, intentando recuperar la cercanía perdida con Gala. Sin embargo, Gala estaba convencida de que sus sentimientos por Karime eran más fuertes que cualquier intento de Bárbara por interponerse.

Bárbara, sin embargo, no compartía esa resignación. Después de semanas intentando ganarse nuevamente la confianza de Gala, decidió que era hora de tomar medidas más drásticas. Se dio cuenta de que, si quería hacer que Karime se apartara definitivamente, necesitaba provocar una situación en la que Gala misma pusiera en riesgo la relación sin siquiera darse cuenta.

Para su plan, Bárbara organizó una pequeña "reunión de equipo" con un pretexto laboral, sabiendo que Karime no podría asistir porque estaba fuera de la ciudad atendiendo a un cliente importante. Escogió un lugar discreto en un bar cercano, un sitio elegante, pero íntimo, donde podrían hablar sin preocupaciones. Gala aceptó la invitación, sin sospechar que detrás de la iniciativa había un plan mucho más calculado.

La Noche del Encuentro

Gala llegó al bar a la hora acordada, pensando que asistirían otros miembros del equipo, pero al entrar, encontró la mesa vacía excepto por Bárbara, quien la recibió con una sonrisa amable.

-Pensé que llegarías un poco antes, así habríamos tenido tiempo de hablar antes de que llegaran los demás -comentó Bárbara, esbozando una sonrisa despreocupada mientras alzaba su copa-. Pero no importa, me alegra verte.

Gala frunció el ceño con sorpresa al notar que nadie más había llegado. Bárbara le indicó que tomara asiento y, sin darle oportunidad de preguntar, hizo un gesto para que el mesero les sirviera unas bebidas.

-¿Dónde están los demás? -preguntó Gala, con curiosidad.

-Parece que algunos tuvieron contratiempos de último momento, pero no te preocupes, estoy segura de que llegarán en cualquier momento -respondió Bárbara, manteniendo la calma mientras hacía un ademán para que Gala tomara la copa que tenía frente a ella-. Mientras tanto, brindemos. Por la buena relación que tuvimos... y que aún podemos recuperar.

Gala dudó por un instante, pero, queriendo ser cortés, aceptó la copa y brindó junto a Bárbara. A medida que la conversación avanzaba, Bárbara insistía en pedir más tragos. Gala, que por lo general evitaba beber demasiado, sintió que su incomodidad inicial se desvanecía a medida que las copas se sucedían. Sin embargo, pronto comenzó a notar una sensación de mareo más intensa de lo esperado.

-Bárbara... creo que he bebido suficiente -murmuró Gala, esforzándose por mantener la compostura. Sin embargo, sus palabras salieron con una ligera torpeza.

Bárbara, fingiendo una preocupación que solo ella entendía, sonrió y le pasó un brazo por los hombros.

-Tranquila, Gala. Sólo estamos celebrando. No pasa nada si te relajas un poco, ¿no? -dijo en un tono suave, sin retirar su brazo.

Gala sintió que su visión comenzaba a nublarse y que sus pensamientos se tornaban borrosos. Cada vez le costaba más mantener el equilibrio y la claridad, y en ese estado, no fue consciente de cómo Bárbara se acercaba poco a poco, aprovechando el estado vulnerable en el que la había sumido.

El Beso Planeado

Con una sonrisa triunfante, Bárbara esperó a que Gala bajara la guardia lo suficiente. En ese estado de vulnerabilidad, Gala apenas era capaz de discernir lo que estaba sucediendo a su alrededor. Bárbara se acercó despacio, apoyando suavemente su mano en la mejilla de Gala y, sin darle tiempo para reaccionar, se inclinó hacia ella y la besó.

El momento fue calculado con precisión. Bárbara sabía que Gala no estaba en condiciones de resistir, y había elegido el lugar y la situación con la esperanza de que Karime, al enterarse, reaccionara de la peor manera posible.

Para desgracia de ambas, alguien más estaba allí. Una persona conocida de Karime, que sabía sobre su relación con Gala, estaba presente en el bar en ese momento y observó el beso entre Bárbara y Gala. Sin perder tiempo, el conocido decidió enviarle un mensaje a Karime, acompañando el texto con una fotografía del momento exacto del beso.

La Ira de Karime

Horas más tarde, Karime recibió el mensaje cuando estaba regresando a la ciudad. Al abrirlo, la imagen del beso entre Bárbara y Gala la dejó sin aliento. Sintió cómo una ola de ira y dolor recorría su cuerpo. Sabía que Bárbara seguía interesada en Gala, pero jamás pensó que Gala caería en algo así. Su mente comenzó a llenarse de dudas y de imágenes de traición, y en ese instante, solo podía pensar en ir directamente a confrontarlas.

Mientras su auto avanzaba hacia el departamento de Gala, Karime intentaba racionalizar la situación. "Tal vez hay una explicación", se decía, aunque en el fondo, la rabia que sentía le impedía calmarse. Recordó las advertencias que alguna vez había sentido sobre Bárbara, y ahora, la imagen del beso le hacía sentir que sus temores no eran infundados.

El Confrontamiento

Al llegar, Karime subió al departamento de Gala sin anunciarse. Cuando abrió la puerta, la encontró sola, con aspecto cansado y con los restos del maquillaje deshecho. Gala, que aún estaba algo aturdida por el alcohol, levantó la mirada, y al ver la expresión en el rostro de Karime, supo que algo andaba mal.

-¿Qué ocurre? -preguntó Gala, aún tratando de recomponerse, pero Karime no respondió de inmediato.

Karime sacó su teléfono y le mostró la foto del beso.

-¿Esto... qué significa, Gala? -preguntó con voz entrecortada, sin disimular la decepción y la rabia.

Gala la miró, primero con sorpresa y luego con una sensación de vacío. Le costaba recordar el momento, y aunque sabía que había estado con Bárbara, no lograba entender cómo había ocurrido. En ese instante, una vaga imagen del beso comenzó a regresar a su mente, y sintió cómo el remordimiento la invadía.

-Karime, yo... no recuerdo cómo pasó esto -balbuceó Gala, tratando de encontrar las palabras adecuadas. Sabía lo que había sucedido, pero no entendía cómo había llegado a ese punto-. Yo jamás haría algo así a propósito, tienes que creerme.

Karime la observó con el corazón roto. La confusión y el dolor que sentía eran evidentes, y aunque una parte de ella quería creer en Gala, la imagen del beso seguía grabada en su mente, recordándole lo que había visto.

-¿Por qué estaba Bárbara tan cerca de ti? -preguntó Karime, con la voz temblorosa-. Te lo advertí, Gala. Te dije que tuvieses cuidado. Sabía que ella quería algo así, y aun así, dejaste que sucediera.

Gala sintió cómo la culpa se apoderaba de ella. Sabía que había sido irresponsable al permitir que Bárbara se acercara tanto en aquella situación, pero no podía borrar lo sucedido.

-Karime, de verdad, no recuerdo cómo pasó esto. Bárbara me insistió con las copas, y... no lo sé, solo sé que no fue intencional. Tú eres quien me importa -dijo Gala, acercándose, pero Karime retrocedió, manteniendo una distancia prudente.

-No sé si puedo seguir confiando en ti después de esto, Gala. Me cuesta creer que esto haya sido un simple error -murmuró Karime, con la voz rota-Además, no somos "pareja" aún, no necesitas darme explicaciones....-

Gala la miró, desesperada, sabiendo que en un solo momento, Bárbara había logrado sembrar la duda entre ellas.







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