A true love for Minnie

☆ Capítulo 24 ☆

Despertar en los brazos de Minho es simplemente perfecto. El peso de su brazo sobre mi cintura se siente reconfortante. Su lenta respiración detrás de mi cuello es cálida y al mismo tiempo hace que se me erice la piel. El constante latido de su corazón que llega amortiguado hasta mi espalda desnuda. Sería estúpido no admitir que he encontrado mi lugar favorito en el mundo.

–Buen día, amor –su voz ronca y su aliento sobre mi cuello me hace estremecer.

–Buen día –respondo en apenas un susurro.

Sus labios comienzan a dejar besos húmedos sobre mis hombros, bajando y subiendo lentamente a través de mi espalda mientras una de sus manos recorre mi pecho. Aprieto las sábanas con mis manos cuando siento una mordida sobre mi cuello.

–Podría despertar todas las mañanas de esta manera –murmura sobre mi oído antes de atrapar el lóbulo entre sus dientes. Suelto un jadeo involuntario cuando una de sus manos envuelve mi cintura y me presiona contra su pecho desnudo mientras se encarga de recorrer a través de mi muslo con sus dedos.

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Cuando al fin logramos salir de la cama es casi el medio día. Se encarga de preparar el desayuno mientras tomo una ducha rápida antes de unirme a él en la reducida cocina. Me ofrece una taza de café antes de dejar un suave beso en mis labios y concentrarse de nuevo en terminar el desayuno. Me quedo de pie muy cerca, permitiéndome contemplar en medio de una sonrisa la manera en que se desenvuelve en el lugar, como si perteneciera ahí, adueñandose del espacio tan naturalmente, de la misma manera en que se adueñó de mi corazón.

El desayuno se siente casi familiar. Como si lleváramos toda la vida compartiéndolo de esta manera, entre suaves risas y pláticas sin sentido.

Cuando terminamos, se dedica a lavar todo por si mismo, apesar de mi insistencia en dejarme ayudarlo, mientras presiono el control remoto de la televisión intentando encontrar una película lo suficientemente aceptable para compartir juntos.

–¿A qué hora debemos reunirnos con tu madre? –le pregunto cuando se sienta a mi lado y cruza su brazo sobre mis hombros para hacer que me recargue sobre él.

–A las 7 –dice después de presionar un beso sobre mi cabello–. ¿Estás nervioso?

–Por supuesto que lo estoy –suelto como si no fuera demasiado obvio.

–No deberías, amor. Ella te va a amar totalmente, confía en mí –su mano sobre mi cabello me hace sentir en un estado de paz que siento mis ojos comenzar a cerrarse lentamente y un bostezo se escapa de mis labios –. ¿Quieres dormir un poco? –pregunta mientras continúa con las caricias– Puedo llevarte a tu habitación para que estés más cómodo.

–No quiero dormir –digo en medio de otro bostezo y lo escucho reír un poco–. Además estoy lo suficientemente cómodo ahora. Solo elije una película –le entrego el control y me acomodo un poco mejor debajo de su brazo.

Lo escucho reír de nuevo mientras toma el control y lo deja sobre la mesa de centro. Lo siento moverse debajo de mi, pero mi cerebro parece estar demasiado cansado al igual que mi cuerpo así que simplemente lo dejo, hasta que consigue acomodarnos a ambos sobre el mueble y sonrío mientras mi cabeza descansa sobre su pecho, con una de sus manos dejando caricias suaves sobre mi espalda y la otra sobre mi cabello.

–Duerme un poco, mi amor.

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–Relajate, cariño. Mi madre no va a odiarte por que lleguemos un poco tarde –dice Minho después de unos minutos en su auto, miro el reloj de nuevo y casi quiero darme un golpe cuando los minutos parecen avanzar demasiado rápido.